Description:Los pasos precipitados sobre la acera de tablas concluyeron al entrar el hombre en el saloon, entrecortada la respiración por la carrera. —¡Los hombres de Walker vienen por Weseley; —anunció. El rumor de voces, el sonido de las fichas de juego y las risas de las camareras cesaron ante aquel anuncio. Todos quedaron inmóviles, como si una mano gigantesca hubiera vertido sobre ellos unos polvos mágicos que petrificasen. Un individuo de unos treinta y cinco años, de cabello rizado y chaleco de ante palideció al escuchar la noticia. Estaba bebiendo una copa en el mostrador y su mano tembló, denunciando lo fatal que resultaba para él aquella noticia.