Description:Tom Dike, de casi dos metros de talla, cien kilos de peso en paños menores y ciento dos con el traje que ahora llevaba puesto, entró en la pequeña oficina que compartía con su socio, Clint Sutton, y en cuya puerta se leía: «Sutton y Dike. Gestionamos toda clase de asuntos». Clint Sutton estaba sentado en un sillón, con los pies encima de la mesa. Era joven, de unos veintiocho años, moreno, cabello negro, cara simpática. Estaba ensimismado en la lectura del diario. —¿Qué haces, Clint?…