Una voz misteriosa en el teléfono, una hermosa joven china asesinada; un millonario con su conciencia perturbada; un detective privado implicado en un asesinato; una prostituta que hablaba demasiado y un ataúd. Tales son algunos de los ingredientes que Chase emplea en esta ágil novela, renovado ejemplo de su total dominio del suspenso.