Description:Craig Henderson hubiera podido pasar por sudamericano. Había incaicas ascendencias en sus negros ojos rasgados, que podían ser, según las circunstancias, crueles con frialdad, o apasionados sin ardor. Tenía un gran control de sus reflejos. Los había entrenado en varios años consecutivos de sobrevivir como detective de una agencia instalada en Nueva York y especializada en «casos perdidos». La agencia sólo daba el ingreso definitivo en nómina a los que como Craig Henderson, parecían aunar dos contradicciones: la calmosa aceptación de una breve existencia, y el talento de prolongarla contra todo pronóstico.