Antonio R. Bartolomé Pina Especialista en contenidos Luis Fernando Díaz Producción académica Encargada de cátedra María del Milagro Conejo y asesoría metodológica Stella Delolme, Diagramación y artes finales: Luis Fernando Díaz Luis Fernando Quirós Abarca Producción de Material Didáctico Diseño de portada: Escrito, UNED Coordinador de producción: Daniel Villalobos Gamboa Primera edición Editorial Universidad Estatal a Distancia San José, Costa Rica, 2011 © Antonio Bartolomé Pina © Sobre la presente edición Editorial Universidad Estatal a Distancia ISBN 978-9968-31-859-4 540 P585q Picado, Ana Beatriz Química I : Introducción al estudio de la materia. –San José, C. R. : EUNED, 2010. 540 p. ISBN 978-9968-31-794-8 1. Química. 2. Materia. I. Álvarez, Milton. II. Título. Impreso en Costa Rica. Reservados todos los derechos. Prohibida la reproducción no autorizada por cualquier medio, mecánico o electrónico, del contenido total o parcial de esta publicación. Hecho el depósito de ley. VII Introducción ... los hombres creamos una máquina con un fin definido y concreto, pero una vez construida descubrimos que la máquina tiene ideas propias, es capaz de cambiar nuestras costumbres y nuestra manera de pensar... Este descubrimiento lo realizamos horrorizados algunas veces, angustiados normalmente y sorprendidos en todos los casos. (Postman, 1991). A sí enunciaba Postman el “síndrome de Frankenstein”, que toma su nombre del célebre personaje de la lite- ratura y el cine, el Dr. Frankestein, el creador de una máquina-hombre. También hace más de medio siglo los hom- bres crearon unas máquinas, cuya principal función era ayu- dar a hacer cálculos, a “computar”. También permitían ordenar la información. Eran las computadoras u ordenadores. Pero el tiempo ha pasado. Lo que en principio supuso una mejor gestión de la información, se transformó en la capaci- dad de acceder rápida y eficazmente a toda la información dis- ponible. Otra “máquina”, un lenguaje creado a finales del siglo xx para permitir comunicarse a un reducido grupo de cientí- ficos, había generado la Web. Y de pronto el conocimiento comenzó a crecer a la par que la información. Investigadores de países pobres y lejanos, cuyo acceso a los últimos descu- brimientos requería de costosos desplazamientos o contactos, desarrollaban su labor ahora al ritmo de sus colegas de los países más avanzados. Entre todos se estaban creando redes de colaboración y el saber humano se desarrollaba en paralelo con un ritmo nunca antes imaginado. Las máquinas que debían haber resuelto un problema, el exceso de información, habían generado uno nuevo: el exceso de conocimiento. Pero al mismo tiempo estaban cambiando VIII nuestras costumbres; incluso, cambiaban nuestra manera de pensar. Estábamos acostumbrados a creer que el conocimiento consistía en recordar datos y comprender conceptos. Utilizábamos expresiones cuantitativas para referirnos a los más sabios: “¡cuánto sabe!”. Pero ahora eso era imposible: nadie podía saberlo todo. Ni siquiera saber mucho. Era más útil saber cómo llegar a conocer que el conocer en sí mismo. Al no ser posible responder a todas las preguntas, lo mejor era saber cómo encontrar las respuestas. Y nuestro modo de conocer cambió. No nos interesaban los hechos, sino las conexiones; no los datos, sino la relación que nos llevaba de unos a otros para llegar a la información desea- da. Ahora concebimos el conocimiento como algo emergente, Neil Postman conectado y adaptativo, un conocimiento que se distribuye mediante redes. Cambiar nuestra manera de pensar no podía sino llevarnos a modificar nuestro modo de entender el aprendizaje. Aprender se relaciona ahora con la creación de conexiones entre nodos de información y el reconocimiento de patrones. Podemos concluir, entonces, que para optimizar el aprendizaje debemos identificar las propiedades de las redes eficientes. Así, la es- cuela deberá potenciar el uso de redes sociales como entorno base en donde el estudiante creará sus redes cognitivas. Pero ¿cómo? Es en ese contexto donde se sitúan este curso y este libro. Si esperaba aprender aquí cómo sustituir un libro por un do- cumento de Word, va a tener la maravillosa oportunidad de descubrir algo más, mucho más: este curso trata de cómo la tecnología, las computadoras, los videos, la Web… son hoy las herramientas que necesitamos para pensar, conocer, comuni- carnos y crear nuestras redes cognitivas. Y es que los humanos, ya sabe, creamos una máquina con un fin, y luego terminamos cambiando hasta nuestro modo de pensar. Pasó con la escritura, pasó con la imprenta y seguirá IX sucediendo mientras hombres y mujeres sean capaces de mi- rar más allá del horizonte. Y a nivel práctico Este libro se compone de ocho capítulos. Los capítulos no corresponden a equipos o aparatos, sino a situaciones que un profesor puede vivir en su docencia. Pero son progresivos, co- mienzan por las situaciones más comunes, que avanzan pau- latinamente hacia el último capítulo, en donde todo lo visto anteriormente se integra en propuestas conjuntas que definen el marco general del aprendizaje. Los capítulos son: 1. El salón de clase 2. El trabajo en grupo 3. Trabajar con documentos: el conocimiento 4. Búsqueda y gestión de la información 5. El aprendizaje autónomo guiado 6. Las prácticas y los laboratorios 7. Tutoría y evaluación de los aprendizajes 8. Entornos de aprendizaje Dentro de cada capítulo encontrará apartados de aproximada- mente la misma extensión. Su tutor le indicará cuáles de ellos debe trabajar, quizás todos, quizás no. Pero usted también debe tomar la decisión de trabajar con aquellos que, en su opinión, responden mejor a sus necesidades. Algunos le sor- prenderán. Déjese sorprender. En los diferentes apartados irá viendo cómo diferentes tecnologías le pueden ayudar en su función como maestro o maestra. Todos los apartados incluyen un texto. Es un texto sintético y, por tanto, puede necesitar ayuda. El tutor se la puede propor- cionar, pero también incluye otros recursos en el libro a los que debe recurrir primero: X Figuras y cuadros No las pase por alto. Le ayudarán a entender aspectos del texto. Analícelas con atención. En ocasiones el texto hará referencia direc- ta a ellas. En otras, usted entenderá su sentido. Dibujar un icono Este icono recoge algunos términos o ideas que se quiere resal- apropiado tar. Pero es usted quien deberá construir su propia “clave para recordar”. Enlaces Este es un texto sintético. Y hay mucha información. No es posible incluirla toda. Los enlaces le llevarán a documentación comple- mentaria. En ocasiones lo conducirán a instrucciones precisas para ciertos procesos, y también le proporcionarán un acceso rápido a los recursos o entornos de los que se habla en el texto. Es muy importante que utilice estos enlaces y visite los diferentes sitios. Para practicar Son actividades sugeridas. Su tutor le indicará cuáles debe realizar y cuáles no, o le propondrá otras. Incluso, usted con su grupo de compañeros podrá decidir nuevas actividades que le ayudarán mejor a alcanzar sus propios objetivos de formación. Algunas actividades sugeridas al principio pretenden ayudarle a lo largo de todo el curso, por ejemplo, haciendo un resumen de cada apartado. Este es un curso práctico. No se propone enseñarle a utilizar las computadoras, solo pretende que las utilice. Existe una idea fundamental a la hora de aprender: “a andar se aprende andando”. No espere aprender a hacer uso de la tecnología porque alguien se la explique. Utilícela. Busque en Internet cómo hacer uso de ella. Practique. Disfrute. Finalmente recuerde: este curso no es un deber que se impo- ne, es una oportunidad que se le ofrece. Está en sus manos aprovecharla. Barcelona, enero de 2011 Antonio Bartolomé Pina