1 a n i g á P 2 a n i g á P TRAS EL ADN DEL AJEDREZ CIRCULAR AJEDREZ CIRCULAR PERSA, ARABE, BIZANTINO Principios y Bases para el desarrollo del Ajedrecista Circular Por ABU FAISAL SERGIO TAPIA Copyright © 2015. Libro TRAS EL ADN DEL AJEDREZ CIRCULAR - Principios y Bases para el desarrollo del Ajedrecista Circular por Abu Faisal Sergio Tapia. Registro de Propiedad Intelectual Global N°:1 506134 320865 Safe Creative - Union Europea. Todos los Derechos Reservados. All Rights Reserved. Se puede publicar y reproducir este libro gratuito, sin fines comerciales. 3 a n i g á P Historia Orígenes Reglamento Juego Aperturas 4 a n i g á P Introducción El Ajedrez Circular, en toda su belleza, en todo su estilo de juego, el arte de colocar las piezas en posiciones estratégicas desde el inicio, en dos frentes abiertos, expresando el verdadero sentimiento de los ajedrecistas persas, árabes de la época, un tablero circular donde sus anillos, representan el conocimiento universal, la Fe, la creación, la armonía de la táctica, la sabiduría milenaria, el ADN del Ajedrez en la Historia de la Humanidad, donde señalan las crónicas de hace casi mil años "Los Persas, Árabes, Bizantinos y otros pueblos que juegan al ajedrez han descrito las distintas formas, movimientos, reglas que les han dado al juego, así como sus peculiaridades y la colocación de las piezas en un tablero circular..." quizás desde los milenios pasados sea el Ajedrez Circular el ajedrez de los tiempos futuros, de este nuevo Siglo, desde su esencia creadora como el verdadero ajedrez y no el error histórico de considerar al ajedrez circular como una variante más, cuando el peso de la historia del ajedrez señala que su ADN es circular, como establece este libro de investigación histórica del Ajedrez Circular. 5 a n i g á P Historia Los documentos en la Biblioteca Británica en Londres y en otros lugares del Medio Oriente sugieren que el ajedrez circular se jugó en Persia ya en el siglo 10 dC, y otras referencias se encuentran en la India, Mundo Árabe e Islámico, y, más tarde Europa. Hechos históricos están en las fuentes que son poco conocidos en Occidente, como Muhammad ibn Mahmud Amuli en su estudio llamado "Tesoro de las Ciencias ', así que cuando, en 1983, el historiador británico Lincoln D. Reynolds se encontró con una referencia al juego que se está reproduciendo en el Edad Media y se dedicó a tratar de revivir el interés en él, él optó por elaborar un nuevo conjunto de reglas, en torno a las reglas ortodoxas de ajedrez. Desde entonces, las reglas anteriores de ajedrez circular se han vuelto mucho más conocidas. Un conjunto de reglas para el ajedrez circular medieval es del autor persa Amuli (1325). En esta versión, llamada shatranj al-muddawara (ajedrez circular) o shatranj al-Rumiya (romana o bizantina de ajedrez), el juego utiliza una tabla con cuatro anillos concéntricos, cada uno dividido en 16 espacios, para un total de 64 espacios. El juego utiliza las mismas piezas del ajedrez. "En el año 947 Muraj adh-Dhahab por el historiador árabe Abu al-Hassan Ali Ibn al-Husein Ibn Ali Ibn Ali Ibn Abdallah al- Masudi (888-956) fue escrito en árabe. Era una historia del ajedrez en la India y Persia. 6 a n i g á P "Al-Masudi se conoce como el Herodoto (El Padre de la Historia y Geografía) de los árabes. Él fue el primero en combinar la historia y la geografía científica en un trabajo a gran escala. Él escribió una historia de 30 volúmenes del mundo. "Describió 6 variantes diferentes de ajedrez, incluyendo ajedrez ronda bizantina, Ajedrez Circular y cilindro de ajedrez". Así mismo mas de 1000 años se tiene referencia del ajedrez circular, en las tierras de Medio Oriente, desde la Gran Persia, el mundo árabe e islámico, donde hombres y mujeres jugaban un ajedrez autentico y verdadero por quienes realmente son los padres del ajedrez, en su impulso y conocimiento para la humanidad, y desde este punto histórico de referencia, y en esta coyuntura histórica del siglo 10, todo indica que el verdadero tablero de ajedrez era circular, porque el circulo representa la unicidad del creador de Dios, el todo, sin principio y sin fin, los anillos de la creación de Dios, la Fe, la tierra, la luna, los planetas, la vida, las células, los átomos, y el ajedrez como juego de arte y ciencia, era representado en un tablero circular, donde lo sagrado, lo místico, la creación divina era representado en lo cotidiano, en sus artesanías, como los escudos de los ejércitos de Persia, Arabia, circulares también, llegando al imperio bizantino, con Istanbul como capital. 7 a n i g á P Es Europa que va borrando el legado del Ajedrez Circular, e imponiendo el tablero cuadrado del todo, sociedad patriarcal, haciendo que este maravilloso juego sea solo para hombres, destruyendo su esencia creadora, donde es común escuchar en declaraciones a campeones de ajedrez que señalan que el ajedrez es solo para hombres y se apoyan en que los campeones del mundo de ajedrez son en su mayoría hombres, cuando la historia marca que entre las mujeres árabes, persas y del mundo islámico, se encontraban grandes ajedrecistas de su época. El dato históricamente más sólido y lo que sabemos con completa certeza es que los árabes practicaron el ajedrez en Bagdad ya en tiempos tempranos del Islam y que lo difundieron por todas las zonas geográficas de su expansión político-cultural, a través del tablero circular de ajedrez. Una característica de la literatura árabe en las primeras épocas es que las historias sobre el origen de este juego no pueden distinguirse con claridad de las leyendas. Está claro que el ajedrez debió entrar en Europa del Sur de la mano de los árabes. Estos, a su vez, ya durante el tiempo del califa Omar habrían aprendido este juego durante la conquista de Persia entre los años 638 y 651 de la era cristiana. Desde el momento en que el Islam lo absorbió, el ajedrez se propagó en todas las direcciones: Hacia Occidente, dentro del vector de propagación que a nosotros nos incumbe, uno de los focos de difusión del ajedrez llega a al Cáucaso a través de las rutas comerciales. Otro foco se eslabona con Bizancio. El tercero llegará hasta los extremos del Mediterráneo occidental, incluida la Península Ibérica. 8 a n i g á P Las pruebas del proceso no son especialmente firmes por lo que hace a la primera fase de transmisión, sino que están basadas principalmente en todo el contexto histórico global, en salpicados hallazgos arqueológicos, en los testimonios de los historiadores árabes de épocas algo posteriores. Por los círculos en que se desarrolla, y por las características de los conocimientos que se le asocian, el ajedrez aparece en la cultura musulmana de los primeros tiempos con un halo ciertamente inquietante, y las reticencias de los ortodoxos y tradicionalistas hacia el ajedrez parecen basarse en parte en esta asociación. La literatura árabe sobre ajedrez comienza a alborear dos siglos después de que el Islam naciese, y es bastante posterior al momento inicial de la gestación embrionaria del juego. Aun así, el arranque históricamente más seguro y el momento fijo de su alumbramiento como fenómeno social y cultural es desde finales del siglo IX, cuando el ajedrez brilla con claridad en los dominios islámicos de Oriente, y aparece por primera vez documentado en su forma primigenia completa rodeado de textos, expresiones técnicas colecciones de problemas y nombres de campeones, y el desarrollo de partidas en ajedrez circular. Destaca el elevado porcentaje de ajedrecistas de origen persa en las alusiones personales de los primeros textos de Bagdad, Irak. Desde entonces hasta muchos siglos más tarde, el ajedrez será una de las emanaciones con halo de sabiduría en la cultura musulmana, y sin el motor islámico como propulsor, ni el ajedrez persa ni los conocimientos entroncados con él se habrían extendido tan profusamente a otros ámbitos geográfico- culturales. 9 a n i g á P La primera referencia árabe en Oriente, sin certeza plena, data del año 720. La segunda, más probable, del año 750, y la tercera, esta vez completamente sólida, en el 791, ya en pleno período abbásida. El ajedrez aparece de alguna manera como arma arrojadiza en la sangrienta guerra (entre omeyas y abbasidas). Los testimonios sobre primitivo ajedrez islámico fueron redactados durante el período abbásida Los Abbásidas ganaron la guerra civil contra los Omeyas lo que condujo al auge de las traducciones del sánscrito y del persa, y para el brote inicial de la literatura ajedrecística dentro de una tácita permisividad, aunque las reticencias de varios califas hacia el ajedrez son perceptibles. El período del califa Al Mamun, hijo de Harum ar-Raschid (813-833), es, el de los grandes jugadores y primeros tratadistas en la corte y también la época en que el ajedrez llega a España de la mano del cantor persa Ziriab, procedente de Bagdad, y surge el renacimiento de las imágenes, descrito por el cronista hebreo Hunayn ben Ishaq. Hasta la conquista otomana, Bagdad como foco cultural del Islam va decayendo progresivamente y su papel rector se distribuirá por varios puntos geográficos. De entre ellos, el más importante es el de Al-Andalus, como se llama en árabe a toda la zona de la Península Ibérica sometida a dominio musulmán. 0 1 a n i g á P
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