Identidad vía Satélite Viendo Canal Vasco en América Latina Josu Amezaga Albizu Identidad vía satélite Viendo Canal Vasco en América Latina Josu Amezaga Albizu [email protected] Departamento de Comunicación Audiovisual y Publicidad Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea Mayo de 2004 2 Índice ÍNDICE................................................................................3 AGRADECIMIENTOS............................................................6 INTRODUCCIÓN..................................................................8 1.TELEVISIÓN POR SATÉLITE: UNA REALIDAD QUE VIENE DEL CIELO....................................................................16 La televisión por satélite en el mundo.................................17 Espacios de comunicación y satélites..................................18 Distribución por lenguas de los canales vía satélite..................25 Lenguas minoritarias y televisión por satélite en la Unión Europea ...............................................................................28 2.LA PROYECCIÓN DE EUSKAL TELEBISTA HACIA AMÉRICA LATINA..........................................................................33 Historia de Canal Vasco..................................................33 Difusión.....................................................................35 Objetivos de Canal Vasco................................................41 Programación..............................................................45 Las limitaciones de la programación de Canal Vasco.......................45 Análisis de la programación.....................................................49 3.VASCAS Y VASCOS DE LA DIÁSPORA............................55 ¿Quiénes son las y los vascos de la diáspora?..........................56 Contexto socio histórico de la diáspora vasca........................60 La larga historia vasca en Argentina..........................................60 La breve historia vasca en Venezuela.........................................82 Perfil de las personas encuestadas............................................93 Actitudes diferentes ante la identidad vasca: conservación frente a construcción..............................................................103 Consumo de Canal Vasco................................................106 Intensidad del consumo........................................................106 Programas preferidos y programas rechazados............................110 Valoración general sobre Canal Vasco.......................................115 4.LOS USOS DE CANAL VASCO EN LOS PROCESOS DE LA IDENTIDAD.................................................................121 3 La importancia de las identidades étnicas en el mundo actual...122 La experiencia de lo vasco desde la diáspora...............................130 Usos pragmáticos de la identidad: la emigración de retorno............137 La construcción de la identidad.......................................140 La identidad vasca en pugna con otras identidades étnicas..............140 El reconocimiento por parte de otras personas............................143 La evolución de la identidad vasca...........................................148 Comunidad basada en las relaciones directas y comunidad imaginada.................................................................156 La construcción de las relaciones directas a través de Canal Vasco: la experiencia digital..............................................................162 La construcción de la comunidad imaginada: identificación con símbolos y participación en el espacio público........................................169 La conservación de la identidad.......................................185 Los estereotipos y la presentación ante terceras personas........190 5.CONCLUSIONES...........................................................205 REFERENCIAS.................................................................216 Perfil de las personas entrevistadas..................................222 Parrilla de programación de Canal Vasco............................225 4 “Cuando yo vi el Canal Vasco, que yo siempre tenía esa inquietud, ¿viste?, pero no tenía relación ni con otros vascos, ni tenía nada. Entonces, claro, cuando vi el Canal Vasco... y entonces ahora vélo, ¿viste? Incluso yo no sabía que era tan hermoso, la zona no sabía que era tan hermosa. Porque yo, cuando hablaban de Bilbao, yo pensaba, ‘bueno, Bilbao, qué sé yo, los lugares así’, yo pensaba ‘sí, una ciudad industrial, muchas chimeneas’, no sé, qué sé yo qué me imaginaba. Y no creía que estaba todo enmarcado, todo en montañas. Toda esa zona, yo no lo sabía. Y lo supe por el Canal Vasco, ¿viste? Cosas así como esas. Entonces a mí me maravilla, ¿viste? Yo veo todo eso y cada vez me pongo peor, porque, ¿viste? me maravilla, me encanta, este... bueno, qué sé yo. Siempre esa ilusión, ¿viste? Y hubiera querido, por ejemplo, conocer primero a mi tío, poderlo conocer. Y, este.. fijáte vos, sabés qué cosa, ver la tumba donde está mi abuelo, porque mi papá me cuenta que mi abuelo murió cuando mi papá tenía 8 años en un accidente en la mina. Y, este, y mi papá, fijáte que era más así, como más duro, más de cerrado... pero cuando él hablaba del papá, este, él me decía... porque mi papá era un hombre tan bueno, tan bueno y se le llenaban lo ojos de lágrimas. Y a mí siempre me quedó, ¿viste? Fijáte que yo tengo mi abuela enterrada acá, que no la conocí, y no me... no tengo esa sensación como yo tenía con mi abuelo allá por lo que... siempre mi papá, porque era tan bueno, tan bueno, y del modo en que murió. Y siempre digo ‘¡cómo quisiera ver donde está!’ Esas cosas, ¿viste? que uno las tiene acá, y ¡bueno! Ver cada cosa, o cada lugar... A veces pasan, por eso te digo, cuando a veces pasan este, con la cámara que pasan la música, y no saber el lugar uno, ‘mirá si es el lugar donde nació mi papá’, o qué sé yo, ¿viste? Y quisiera saberlo, que lo quisiera, ¿viste?, esas cosas que son muy... mías, que a lo mejor no tienen nada que ver con la gente que ve Canal Vasco acá” (María Jesús) 5 Agradecimientos Siendo yo niño, había dos banderitas colocadas en una pared del salón de nuestra casa. Una, la bandera de Venezuela, y la otra la ikurriña. Así nos educaron en nuestra familia, con dos identidades nacionales. Ambas convivían en nosotros sin estridencias, la correspondiente a nuestro país de nacimiento en su espacio, y la del país del que venían nuestras y nuestros antecesores en el suyo. Esa duplicidad me ha ayudado desde pequeño a relativizar tanto como a valorar la cuestión de la identidad nacional, en un contexto, el de Euskal Herria, en el que estos asuntos se viven inexorablemente en términos de conflicto. Al mismo tiempo, ha servido para que siempre mantuviese alguna atención hacia la diáspora, que se convirtió en interés por su identidad cuando me acerqué a la sociología. Por todo ello, y en escrupuloso respeto al orden cronológico, a quien debo dar las gracias en primer lugar es a ama y a aita, pues ambos nos enseñaron a amar simultáneamente a dos países, y a sentirnos de dos lugares. Siguiendo el mismo orden he de agradecer la ayuda prestada por la Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea, la cual financió la investigación que dio pié a este trabajo.1 También colaboró con el mismo EiTB, por lo que he de expresar mi agradecimiento a su Director General Andoni Ortuzar, al Director de Canal Vasco José Félix Azurmendi, y a la secretaria de éste Josune Bañales, por la ayuda que, cada cual desde su puesto, me prestaron. La citada investigación la llevamos a cabo a partir de 2002, dentro de un grupo de trabajo en el que participaron Maider Osa Etxebarria y Joseba Otondo Bikondoa. No se hubiese podido realizar la misma sin la aportación de ambos, si bien la responsabilidad de los errores de todo tipo que pueda contener es exclusivamente mía. Merecen especial mención las 66 personas de la diáspora que han colaborado con nuestras entrevistas, tanto por las informaciones, 1 Proyecto cuyo número de referencia es 1/UPV 00016.323-H-14276/200 6 opiniones y experiencias que compartieron con nosotros, como por el cariño con que nos trataron y la expresividad con la que lo hicieron. Así, junto con descripciones llenas de afectividad, en más de una ocasión quedadon registradas en nuestra cámara las lágrimas que afloraban al hablar de un país del que se sienten parte, a pesar de encontrarse a miles de kilómetros y a varias generaciones de él. Ello sirvió para afianzar en nosotros aún más una idea que ya previamente teníamos: a saber, que las personas de la diáspora pueden vivir su identidad vasca de una manera muy intensa. Hemos intentado reflejar en estas páginas todo aquello que nos enseñaron, si bien nuestra capacidad de analizarlo y contarlo es más limitada que lo que pudimos aprender entre ellas y ellos. Por todo esto, si bien no citaremos sus nombres por mantener el anonimato que les prometimos, les tenemos en mente: eskerrik asko. Finalmente hay una persona cuya ayuda no puede situarse en un orden cronológico, ya que aparece en todo el proceso de trabajo. Se trata de Idoia, que me ha ayudado de muy diversas maneras: apoyándome en todo momento, facilitándome información, orientándome con sus discusiones, contrastando mis propios puntos de vista, o corrigiendo el texto escrito. Por todo esto y más es por lo que quiero dedicar este trabajo a ella y a nuestros hijos Iñaut, Jon y Eneko. Algorta, Mayo de 2004 7 Introducción De un tiempo a esta parte me viene resultando fascinante imaginar qué pasa cuando la o el inmigrante entra en su hogar y comienza a ver la televisión. El inmigrante, esa persona que viene de un país diferente, de una lengua diferente, de una religión diferente, vive en algún sentido alienado. Tiene una parte de sí en el país de acogida, y otra afuera. Algunas de esas personas conservan casi todo de su lugar de origen: lengua, cultura, identidad, recuerdos, intereses e incluso proyectos. Otras, al contrario, han ido perdiendo su origen a través de diferentes recorridos, y les queda menos por conservar: en muchas ocasiones poco más que un recuerdo transmitido por sus progenitores, o fragmentos de relatos de la historia familiar. La persona inmigrante sale a la calle y se encuentra con el país de acogida: en la escalera, en el barrio, en el lugar de trabajo o en el mercado. Algunas de ellas buscan, al interior de ese espacio que en principio, les resultó extraño, lugares donde reproducir su origen: el grupo de amigas o amigos, los centros comunitarios, etcétera; quien se acerque a la historia de la diáspora vasca encontrará innumerables ejemplos de esa búsqueda. Luego, de vuelta a casa, se adueñan de su espacio íntimo, y ahí tendrán también ocasión de reproducir su entorno originario, recuperando la lengua materna, practicando la religión propia, o simplemente cocinando a su manera. Este espacio íntimo, sin embargo, no está libre del mundo exterior, y penetra en él con fuerza el país de acogida. Lo hace, en gran medida, hasta el salón de la casa, mediante la televisión. La televisión es, sin duda, uno de los grandes agentes de socialización de nuestros días. Entre otras características, para las personas inmigrantes supone la extensión, en el propio hogar, de la sociedad receptora que se había dejado al otro lado de la puerta. La televisión “nacional” es, por otro lado, uno de los principales elementos reproductores del estado nación. Este medio ha promovido de manera inapelable, durante la segunda mitad del siglo XX, la unificación entre cultura, lengua, territorio, memoria histórica, 8 mercado y sentimiento de pertenencia que tanto ha necesitado el estado nación. Desde un punto de vista geográfico, la televisión se ha hecho presente en todos los rincones del territorio nacional; desde un punto de vista social, ha llevado la idea de la nación a todos los sectores, niveles, clases y edades. Todo ello con un éxito innegable, teniendo en cuenta el tiempo que dedicamos diariamente a consumir este medio. Es por eso por lo que me parece pertinente la pregunta del principio: ¿Cómo experimentan las y los inmigrantes el poder acceder a la televisión de su lugar de origen desde el salón de su casa en el país de acogida? ¿Hasta qué punto le supone ello una ayuda para reforzar e intensificar sus lazos con aquél, o bien es una práctica que pasa sin mayor gloria? Para comenzar a responder, podemos echar una mirada al tejado o al balcón de alguna vecina o vecino inmigrante que tengamos alrededor: casi seguro que encontraremos una antena parabólica. Esto nos demuestra el hecho de que, en general, la posibilidad de acceder a la televisión del lugar de origen es algo estimado por quienes vinieron de fuera. Este fenómeno no queda reducido a la televisión por satélite, y puede ser observado en otras prácticas relacionadas con las nuevas tecnologías de la comunicación. Un ejemplo lo tenemos en el uso de Internet. Así mismo, debemos situar estas prácticas en un contexto más amplio, configurado por procesos sociales más profundos. De entre éstos cabe destacar aquellos que tienen que ver con la evolución de las identidades colectivas en la era actual: cambios evidentes en la forma de ser de los estados nacionales, especialmente en Europa Occidental; desarticulación de las sociedades civiles nacionales, como consecuencia de los procesos de globalización (tal y como lo señala Manuel Castells); progresivo aumento de los movimientos migratorios interiores y exteriores, así como de los contactos de un país a otro, facilitados por el incremento de los flujos de personas e información; reorganización de las redes de relaciones en las ciudades, con el debilitamiento de las relaciones primarias y la extensión de las secundarias, terciarias e incluso cuaternarias, y su consiguiente anonimato; mayor autonomía del individuo en la configuración de sus identidades, frente a la importancia en la determinación de éstas de 9 los factores objetivos ineludibles (cultura, clase social, ciudadanía, origen); etcétera. La nueva oferta televisiva que se ha extendido tanto con la televisión vía satélite como con otros medios es interpretada desde algunos puntos de vista como una amenaza, en la medida en que dicha oferta puede poner en riesgo una idea básica en la construcción de gran parte de los estados nación europeos: a saber, que a un determinado territorio (más en concreto a sus habitantes) les corresponde una lengua, una cultura y una identidad nacional. Siendo la televisión de ámbito estatal uno de los instrumentos más eficaces en la consecución de dicho objetivo, la creciente presencia en el territorio en cuestión de televisiones que difunden otros patrones culturales y otros referentes identitarios es vista como una amenaza. Si a ello se suma el hecho de que gran parte de la nueva oferta proviene de culturas hegemónicas a nivel mundial, como es el caso de los modelos anglosajones, entonces la amenaza se interpreta como imperialismo cultural. Quien observe atentamente lo que sucede a nuestro alrededor no podrá negar los motivos para una preocupación semejante. Desde cualquier rincón de Euskal Herria es posible, con el concurso de una antena parabólica pequeña, captar cientos de canales televisivos, en más de cuarenta lenguas diferentes. Llevando la argumentación al extremo, podríamos decir que en el conjunto de la Euskal Herria actual apenas se puede captar un sólo canal de televisión en euskara; tantos como en tamil o en urdú. Y bastantes menos que en turco. Y sin embargo, al igual que sucede en tantos otras cuestiones relacionadas con la globalización, también aquí encontramos procesos y tendencias contradictorias que se suceden al mismo tiempo. En este caso, podemos decir que el mismo medio que utilizan hoy en día las personas inmigrantes en Euskal Herria para reproducir su identidad de origen, puede ser utilizado por las y los emigrantes vascos dispersos por diferentes lugares del mundo. Pues también para ellos se ha liberado del territorio el ámbito de recepción de los medios audiovisuales. Así, tanto las y los vascos que emigraron a América Latina como sus descendientes tienen ahora la oportunidad de entrar en su casa y de conectarse, a través del televisor, con Euskal Herria. 10
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