ZARUMA, historia minera Identidad en PORTOVELO AGRADECIMIENTO Me complace dejar un testimonio perdurable de mi gratitud a mis queridos amigos e instituciones que han hecho posible esta publicación: Iam gold I.Municipio de Zaruma Dr.Edmundo Peñaherrera ALCALDE Pinturas Cóndor Romer Import S.A. Lic.Geovanny Espinosa Centro de Distribución Machala PALMAR AGROCOMERCIO ELAUTOR ZARUMA, historia minera Identidad en PORTOVELO Rodrigo Murillo Carrión Ediciones Abya-Yala 2000 ZARUMA,historia minera Identidad en PORTOVELO Rodrigo Murillo Carrión 1a.Edición Ediciones ABYA-YALA 12 de Octubre 14-30 y Wilson Casilla:17-12-719 Teléfono:562-633 / 506-247 Fax:(593-2) 506-255 Correo electrónico:[email protected] [email protected] Quito-Ecuador Impresión Docutech Quito - Ecuador ISBN: 9978-04-620-8 Impresión Docutech Quito - Ecuador Impreso enQuito-Ecuador,2000 Contenido INTRODUCCIÓN................................................................................. 7 Capítulo I LA COLONIA:UNA ÉPOCA DE TRANSICIÓN .................................. 11 Capítulo II PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX..................................................... 77 Capítulo III CARACTERÍSTICAS DE LA CULTURA................................................ 129 BIBLIOGRAFÍA.................................................................................... 175 Introducción ESTA HISTORIA SE ESCRIBIÓ al comenzar la década,cuando un tipo de explotación minera,denominado artesanal,se hallaba en un aparen- teeilusorio apogeo.Costumbres extrañas y concepciones incoherentes dinamizaron esa controvertida actividad productiva, con resultados poco fecundos para la generación de prosperidad y bienestar perma- nentes;prolíficos sí,en producir arbitrariedades,destrucción y miseria. Pretendíamos entonces alertar el advenimiento de un colapso social, cultural y moral;proteger el patrimonio de un pueblo entero.Por des- gracia,las cosas tuvieron su fatal desenlace y hoy sólo nos queda avivar los recuerdos,que estas páginas pretenden refrescar,con la misión cier- ta de esperar y aspirar la reedición de valores culturales e identidad, desplomados junto a la colosal infraestructura que construyeran con antiguos mineros.Necesitamos devolver a las poblaciones de Portovelo yZaruma la tranquilidad y armonía proverbiales de tiempos cuando las limitaciones materiales eran superadas por abundancia de cualidades. Noambicionamos escribir la historia social íntegra de la zona;nos limitamos a la minería y fenómenos culturales generados en su entor- no.Por otro lado,es importante aclarar que se trata de una historia con rupturas,con imágenes discontinuas,debidas a recurrentes estados de supervivencia vividos por los pueblos y a la movilidad del foco princi- pal de la actividad. Nos referiremos, en primer lugar, a la explota- ciónlocalizada en Zaruma.Región comprendida entre las localidades de Paccha,Guanazán,Manú y Chaguarpamba;que incluye Minas Nuevas, al noroeste;Pacay Urcu,al este;Portovelo,al sur,y tiene su basepolíti- ca,administrativa y de operaciones en el Asiento de Zaruma,elevado a Villa porel Rey Felipe II en 1593.Ese fue el escenario de la historia has- ta mediados del siglo XIX,cuando empezó a nacer el campamento de Portovelo,hasta convertirse en el núcleo de la producción. 8 Rodrigo Murillo Carrión El hallazgo de las vetas en precarios tiempos coloniales provocó un alentador,aunque precoz,comienzo de su explotación.Pronto difi- cultades de diversa índole frenaron el impulso productivo y pautaron su desarrollo hasta la decadencia,a mediados del siglo XVII.El ocaso minero forzó la diversificación económica,aprovechando una diversi- dadecológica rica,favorable para el resto del siglo.Pero la crisis gene- ral del siglo XVIII tuvo reflejo en Zaruma, que miró el éxodo de sus principales pobladores,sentenciándola a su desaparición.La resistencia de los supervivientes –apoyados en una inquebrantable esperanza de recuperación– no dejó morir a la Villa.Los primeros gobiernos repu- blicanos quisieron recuperar la fuente de riqueza minera para financiar al naciente Estado,con el concurso de empresarios chilenos,franceses eingleses sucesivamente,sin éxito.Finalmente,en 1896,un consolida- do poder económico norteamericano acomete la empresa, aportando un inusual despliegue de tecnología,trabajo y capital.Nació un pueblo fraguado al calor de rígidas normas laborales y forjó una identidad.En 1950 los americanos abandonaron el país y un nuevo modelo de pro- ducción debió experimentarse, pero estuvo condenado al fracaso. De allí enadelante nuevas estrategias de supervivencia no han podido re- cuperar la ansiada riqueza encerrada en la tierra.Es posible que capita- les renovados puedan finalmente beneficiar los metales en provecho de todos,si los dejan trabajar. Principales propósitos de estudio En primer lugar ofrecemos una serie de informaciones,que sin ser afirmaciones categóricas,aspiran despertar inquietudes relativas a la si- tuación colonial.Es un acercamiento histórico,descriptivo,basado en las siguientes premisas:abominación indígena del trabajo minero;per- manente esfuerzo de supervivencia;juego de fuerzas sociales,expresa- do en los conflictos entre encomenderos y mineros por el trabajo indí- gena;una dinámica contradictoria de oposición (al orden jurídico) y de complementaridad (proteccionismo estatal). Los finales del siglo XIX encontraron a los Estados Unidos con- vertido en el poder hegemónico del hemisferio,cuyos capitales habían iniciadola explotación minera en Bolivia,Chile,Perú y en nuestro país delas minas deMacuche y Portovelo,con la South American Develop- ment Company, que tuvo “enorme influencia en la vida interna del ZARUMA,historia minera. Identidad enPORTOVELO 9 país”(Ayala,1982:112),y un peso determinante en la configuración del pueblo emergido. La empresa norteamericana impuso un modelo de trabajo que dio como resultado un conjunto articulado de valores y comportamientos;una subcultura,capitalizada en términos de identi- dad;de sello distintivo,operativo en circunstanciales tiempos de crisis. Pero en la última década se produjo la alteración total de las relaciones que dinamizaban la producción,y asistimos a la dislocación de los va- lores, y al aparecimiento de comportamientos contradictorios, más otros conflictos sociales y ecológicos. Es inevitable concluir que una explotación indiscriminada y sin control centralizado –estatal o empresarial– fomenta la codicia, el desorden social y cultural.Queremos también ofrecer una experiencia para comprender problemas afines aparecidos en esta actividad,multi- plicados por la creación de nuevos pueblos, como Nambija,“imagen muy conocida del intenso y desordenado trajín,de la fiebre recurrente del oro que estremece periódicamente al país.”(Dubly,1990:240).Por último,hacemos nuestra la concepción de Eric Wolf:“La nueva antro- pología,una disciplina que es la más científica de las humanidades,la más humanística de las ciencias.” (Wolf, 1964: 13). En consecuencia, consideramos que si los pueblos han sido capaces de generar auténti- cos valores culturales,también pueden ser capaces de refuncionalizar- los,de revivirlos,para existir con bienestar,cuando los conflictos y cri- sis social amenazan, y puedan finalmente disfrutar del oro que tanto han perseguido. Estado de la investigación Los estudios de antropología social en nuestro país están dedica- dos casi exclusivamente al sector indígena;sociológicos y políticos alu- den referencialmente la presencia norteamericana de medio siglo en Portovelo (Hurtado, 1977; Ayala, 1982; Velasco Abad, 1990; Acosta, 1990;Galarza,1981;Moncada,1976);otros sobredimensionan o mani- pulan políticamenteelcontenido del fenómeno y de sus manifestacio- nes sindicales (Paredes;Albornoz,1983);poetas y dramaturgos han su- blimado los sufrimientos del pueblo (Descalzi,Rojas); algunas mono- grafías describen momentos importantes (Mendoza,Andrade),y a ni- vel periodístico abundan reportajes.Sin embargo,el valioso tema de la minería en el altiplano orense desde una visión antropológica, nunca ha sido considerado. 10 Rodrigo Murillo Carrión La etnohistoria tampoco ha dedicado investigaciones específicas a la minería zarumeña colonial,salvo consideraciones ilustrativas (Tyrer, 1988;Benites,1986;Jácome,1988;Marchán,1987;Hamerly,1973;Cai- llavet,1988);Anda Aguirre,utilizando fuentes primarias facilita valio- sas informaciones,pero no elabora un marco teórico ni plantea hipó- tesis ensus investigaciones (Anda Aguirre,1960). Muchas interrogantes quedan sin resolver: ¿por qué la numerosa población aborigen establecida en la región,al momento del contacto español se encontraba casi extinguida? ¿Mineros ricos, como Rodrigo Darcos,con el devenir del tiempo influyeron en la consolidación de las clases sociales dominantes? ¿Fue realmente significativo el aporte de tributos (quintos,décimos,veinteavos) a la Corona y a la economía co- lonial en general? En Perú existen estudios etnohistóricos y antropológicos del fenó- meno minero (Bonilla, 1974; Assadurian, 1980; Mitre, 1981; Fisher, 1977;Nash,Platt,etc.),que a partir del predominio capitalista nortea- mericano de finales del siglo XIX,ha mostrado muchas semejanzas en un proceso muy similar al nuestro,en especial con Cerro de Pasco,de cuya industria Portovelo dependió directamente en varias décadas del presente siglo. Resta acusar la destrucción de los archivos locales que guardaban casi 100 años de historia.De no haber sido por la prolijidad del extinto profesor Julio César Palacios,celoso guardián de documen- tos,no habría quedado vestigio de ese pasado. La transformación de un campesinado en proletariado minero moldeó simultáneamente una subcultura sustentada en valores no ma- teriales.Ese es justamente el interés teórico de nuestro trabajo,y de allí las reflexiones correspondientes.La estructura del mismo se compone detres partes:1) Una secuencia histórica,desde el inicio de la explota- ción minera colonial,hasta finales del siglo XIX,2) La presencia empre- sarial norteamericana,con sus particulares formas de producción,más el período corto de administración nacional,3) La interpretación de la génesis cultural. El principal enfoque cultural está centrado en Portovelo por limi- taciones de espacio;sin embargo,la identidad vivida en Zaruma no de- ja de ser un tema de extraordinaria atracción para estudios similares. Nos ha parecidomás urgente esta alternativa por la agonía dilatada y la crisis sentida enPortovelo.En tanto,Zaruma al parecer todavía sostie- ne sus valores que giran alrededor del concepto del honor,y esperamos que sigan girando por mucho tiempo más.
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