“Imagina que tu gemela empieza a salir con el hombre de tus sueños.
Según Freud, tu YO diría «pues me alegro por ellos, me da igual…»
Tu SUPERYÓ pensaría «¡Supéralo ya, estás por encima de ese idiota!»
Pero tu ELLO gritaría «¡Malditos hijos de perraaaa!»
Es difícil ponerse de acuerdo entre lo que dices, lo que de verdad piensas y lo que crees que deberías pensar.
Pero el tal Freud olvidó un concepto fundamental en su famosa teoría… a ELLE. Alguien que compartió la bolsa amniótica conmigo, pero no estaba dispuesta a compartir al hombre de nuestras vidas.”