El bien y el mal, presentes en nuestras vidas como el yin y el yang. Están ahí para que a quien queramos podamos encontrar. Es una batalla constante, batalla que a veces, si lo dejamos, el mal también podrá ganar. Él, que cursaba el último año de preparatoria. A simple vista, un joven promedio, castaño, alto, atlético, popular entre las chicas, pero había algo que hasta sus amigos ignoraban. No más de cinco veces en su vida, vio una que otra aparición. Nunca fueron más que sombras, o susurros lejanos, nada importante, por supuesto que olvidable. Nunca sintió que esas cosas podrían llegar a tocarlo o dañarlo, pero sin estar completamente listo para la vida, descubrió... que tal vez sí. La búsqueda de consuelo y respuestas a veces inicia cuando el mal ya está muy cerca. ¿No es así? "Quizá fue un sueño... pero desde que sucedió, aquel gato negro no deja de seguirme".
ADVERTENCIA: Contenido, frases, ideas y situaciones en esta historia pueden herir susceptibilidades, Crítica a la sociedad, religiones, etc. Está ambientada en un lugar y con personas que son tal cual, algunas anécdotas, no significa que comparta sus formas de pensar y de hablar. Esta historia incluye anécdotas reales.