Pero todo se detiene en seco cuando Avery sufre un accidente automovilístico, dejándola inmóvil durante semanas. Después de casi perder a Avery, Declan insiste en ser él quien la cuide mientras se recupera. Sin embargo, cuando Declan se convierte en el cuidador de Avery, las líneas comienzan a difuminarse.
Avery y Declan han sido mejores amigos desde la universidad y siempre se sintieron atraídos el uno por el otro, pero cuando ella terminó saliendo con Sam, el mejor amigo de él, lograron reprimir cualquier sentimiento que pudieran haber tenido el uno por el otro. Ahora, mientras pasan más tiempo juntos, ambos comienzan a preguntarse qué habría pasado si ella hubiera salido con él en lugar de con Sam. Lo que comienza como un amigo ayudando a otro amigo se convierte en un juego previo y, antes de darse cuenta, reconocen cuán profundamente se gustan el uno al otro. Pero cuando las cosas se ponen serias, su pasado amenaza con destruir todo lo que han construido.