ebook img

Vida, natalidad y libertad en Hannah Arendt: Objeciones a ciertas lecturas biopolíticas del ... PDF

17 Pages·2011·0.11 MB·Spanish
Save to my drive
Quick download
Download
Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.

Preview Vida, natalidad y libertad en Hannah Arendt: Objeciones a ciertas lecturas biopolíticas del ...

ISEGORÍA.RevistadeFilosofíaMoralyPolítica N.º44,enero-junio,2011,239-255 ISSN:1130-2097 Vida, natalidad y libertad en Hannah Arendt: Objeciones a ciertas lecturas biopolíticas del pensamiento arendtiano Life, Natality and Freedom in Hannah Arendt: Objections to some biopolitical interpretations of Arendt’s thought JUAN JOSÉ FUENTES UniversidaddeChile [email protected] RESUMEN. Este trabajo analiza ciertas contro- ABSTRACT.Thispaperanalyzescertaincontro- versiasentornoalasinterpretacionesbiopolí- versies that biopolitical interpretations of ticas de Arendt. Recientemente, algunos de HannahArendt’sthoughtmayarise.Recently, sus comentaristas han enfatizado las nuevas several scholars have emphasized that new perspectivas teóricas que ciertos conceptos theoretical clues are made possible through a claves de Arendt («Natalidad», «Libertad», link between some Arendtian key-concepts «Poder», «Vida») podrían ofrecer desde el («Natality», «Freedom», «Power», «Life») paradigma biopolítico. Sin embargo, estas and the biopolitical paradigm. Nevertheless, reinterpretacionesnoparecenserfielesalfun- theirstudiesdonotconsiderenoughtheorigi- damentooriginaldetalesconceptos—lafeno- nal Arendtian background: Phenomenology. menología—. Intentaré mostrar aquí que es Then, it could cause her thought can be mis- necesario:a)precisarlaviabilidaddeestasin- leading. The following steps are required to terpretaciones;b)calibrarsualcance;yc)ha- provethispoint:a)toevaluatetheviabilityof cervisibleelriesgodeoperarconellasunater- the biopolitical interpretations of Arendt’s giversación del pensamiento aredtiano. Si es thought; b) to determine their scope; c) to plausible mostrar esta incompatibilidad, po- showtheirriskofproducingamisrepresenta- dremosmostrartambiénalgunosdeloslímites tionofherthought.Ifthisriskcanbeshown, interpretativosdelparadigmabiopolítico. thentheexplanatingpowerofthebiopolitical paradigmcouldbeconsiderablyrelativized. Palabrasclave:Arendt,biopolítica,fenome- Key words: Arendt, biopolitics, phenomeno- nología,natalidad,mundo. logy,natality,world. 1. Preámbulo miles —Nietzsche, Foucault, Agamben, Negri y Espósito, inter alia—, los que, Desde ya algunos años se ha venido ha- pese a sus diferencias, coincidirían en el blando de una nueva corriente en filoso- siguientediagnóstico:Elproblemapolíti- fía política: La biopolítica. Ésta es deu- co fundamental de nuestra época es la doradelosaportesdefilósofosmuydisí- imposibilidad de lo político de ser más [Recibido:Jun.10/Aceptado:Mar.11] 239 JuanJoséFuentes queunsuspensodeloimpolítico,unsus- queoperaensímismounadistinciónyse pensodenuestraanimalidad,delobioló- pone a sí mismo fuera de la mera vida gico y sus pulsiones, de la pura vida en biológica. De este modo, «hay política tanto desprovista de propósito, comu- porqueelhombreeselservivoque,enel nidad y sentido, es decir, arrojada a sí lenguaje,separalapropianudavidayla misma y a suviolencia connatural. Lo opone a sí mismo, y, al mismo tiempo, acuciante del asunto es que por tratarse se mantiene en relación con ella en una deunmerosuspenso,loimpolíticosiem- exclusión inclusiva» (Agamben, 2003: 18). Esto quiere decir, que para experi- pre amenazaría con retornar. mentarse políticamente sin dejar de ser El paso a lo político consistiría, en- viviente, el ser humano debe abandonar tonces,enelvolverseesoimpolítico,po- su relación a la mera vida, y en alguna lítico, o, mejor, en el volverse la mera medidanegarlavidaenél,peroestamis- vida,lavidadesnuda,unvivirbien,cua- ma negación supone que su cualidad de lificado.Dichobrevemente,setrataaquí vivientesevuelverelevantepolíticamen- delpasodelazoealbios,talycomoam- te,comosulímitey,sóloenesamedida, bosconceptoshabríansidopensadospor como su condición de posibilidad. De elmundogriego,enparticular,porAris- estamanera,«laparadojadelabiopolíti- tóteles en su Politika o suPeri psyches. ca [es] la necesidad en que se encuentra EsenestesentidoqueG.Agambeninsis- de someter a la vida misma a una ince- te en que para los griegos: «Zoe [...] ex- sante movilización» (Agamben, 2004: presabaelmerohechodevivir,comúna 187)alpuntoque«lapolíticaesahorali- todoslosseresvivos(animales,hombres teralmente decisión sobre lo impolítico o dioses) y bios [...] indicaba la forma o (la nuda vida)» (Agamben, 2004: 221). manera de vivir propia de un individuo ogrupo[...],puesnosetratabaenmodo Es por esto que la amenaza funda- alguno de la mera vida natural, sino de mentaleselretornodelaviolenciaquelo unavidacualificada,deunmododevida político habría logrado neutralizar —o particular)» (Agamben, 2003: 15). Para bienquesevuelvalopolíticomismoex- Agamben, tal singularización de la vida presióndeesaviolencia—,elregresoen- seríaasípropiadelorigendelopolítico, tonces de la naturaleza y su pura fuerza yactuaríacadavezcomosupuestaenes- ciegaquearrasaríaconlaciudadysude- cena o, en la formulación de Agamben, rechoaser.Bajoestesino,eldivorcioen- «comosilapolíticafueraellugarenque trevidapúblicayvidaprivadahadeveni- el vivir debe transformarse en vivir bien doenunaexiliodelopolíticoyunascen- yfueralanudavidaloquesiempredebe so de lo social que termina por hacer ser politizado. La nuda vida tiene [...] el coincidirlopúblicoyloprivadobajouna singular privilegio de ser aquello sobre sola consigna: la necesidad del derecho cuya exclusión se funda la ciudad de los comocontroldelaviolencia.Así,elpro- hombres» (Agamben, 2003: 16-17). pioderechosevuelvelaviolencialegíti- De acuerdo a esto, Agamben parece ma que detiene la violencia natural. En quererdecirqueelpasodelazoealbios este sentido, «la política ha sufrido un politikos es a tal punto incondicionado eclipseduraderoporquehasidocontami- que, paradójicamente, sólo en razón de nadaporelderecho,ysehaconcebidoa que el hombre no es exclusivamente un símisma,enelmejordeloscasos,como animalpolíticopuedevivirpolíticamente poder constituyente (es decir, violencia y que es como zoon logon echon, es de- que establece el derecho), cuando no se cir, como «animal dotado de lenguaje», reduce, simplemente, al poder de nego- 240 ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 Vida,natalidadylibertadenHannahArendt... ciarconelderecho.Pero,verdaderamen- un «nuevo Leviatán» y somos nosotros te, política es sólo la acción que corta el sóloladerivaentrelaemancipaciónyel nexo entre violencia y derecho» (Agam- control?,¿unaderivaentreunaliberación ben, 2004: 127-128). Una acción que, si respectodelpoderyunempoderamiento bien corta tal nexo, no logra jamás rom- de nuestra animalidad, por ejemplo? Fi- perlo definitivamente. Y así parece que nalmente, y ahora circunscritos más di- tuviésemos que resignarnos a que sea rectamenteanuestroasuntoenestetraba- quizálaúnicaratioessendidelapolítica jo:¿coincideestemodelodepensamien- el domeñar la vida de los sujetos en su to, la biopolítica, con la expresión y el cuerpo y su pensamiento. Esta suerte de fondo del pensamiento político de Han- «heurísticadelterror»suigeneris,esde- nahArendt?¿Excedeesteúltimoonolos cir, esta validación de la necesidad de lo márgenesdelparadigmabiopolítico?Eso políticocomoformadecontroldelavio- esloquerevisaremosenadelanteeneste lencia originaria que amenaza con retor- trabajo. nar, legitimaría el hecho que la política mismasehayavueltodispositivodecon- 2. Natalidad, espontaneidad y vida: ¿Una cuestión biopolítica? trolydenormalización,enelcircuitoin- clusión/exclusiónporelquelanudavida Elpropósitodeestetrabajoesdeterminar sequiereellamismacomienzoyfindelo la quaestio iuris de una interpretación político. biopolítica del pensamiento de Hannah Ahorabien,¿esciertoquelapolítica Arendt. Esta interpretación realiza una seresumeenestecircuitodeexclusióne reapropiación en clave biopolítica de inclusión? ¿Es cierto que esta metamor- ciertosconceptosutilizadostantotemáti- fosis de lo político es irreversible tal cacomooperativamenteporArendt,que como lo defiende Agamben? Recorde- son centrales a la arquitectónica interna mos sus palabras: «Por eso la restaura- de su filosofía política: poder, natalidad, ción de las categorías políticas clásicas vida, libertad, etc. El análisis de tales propuesta por Leo Strauss y, en sentido conceptos y su comprensión ulterior se- diverso,porHannahArendt,nopuedete- ráncentralesentoncesalahoradeinten- nermásqueunsentidocrítico.Desdelos tar esclarecer los supuestos de dicha in- camposdeconcentraciónnohayretorno terpretación. Entre ellos, y por razones posiblealapolíticaclásica;enellosciu- quemásadelanteseharánevidentes,esel dadycasasehanhechoindiscerniblesy concepto de «natalidad» el más relevan- la posibilidad de distinguir entre nuestro te.Luego,siloquesepretendeescalibrar cuerpobiológicoynuestrocuerpopolíti- la pertinencia última de esta interpreta- co,entreloqueesincomunicableyqueda ción es necesario emprender, como pri- mudoyloqueescomunicableyexpresa- mer paso en el análisis, el examen del ble,noshasidoarrebatadadeunavezpor concepto de natalidad arendtiano y, pos- todas. Y no somos sólo, por emplear las teriormente, revisar su conexión con el palabras de Foucault, animales en cuya planteo biopolítico, procurando detener- políticaestápuestaenentredichosuvida nosconespecialénfasisenunpuntoálgi- de seres vivientes, sino también, a la in- do,asaber,laimbricaciónentrenatalidad versa,ciudadanosencuyocuerponatural y vida. está puesta en entredicho su propia vida Esta prioridad metodológica es re- política» (Agamben, 2003: 238). ¿Es forzadaporelhechoquealgunoscomen- cierto este dualismo? ¿Son ciertas sus taristasdeArendthanqueridover,desde consecuencias teóricas? ¿Es el biopoder el lazo entre natalidad y vida principal- ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 241 JuanJoséFuentes mente, la posibilidad de una lectura bio- Arendtesmásbienellímitedeestavida políticadeArendtquesearticulaentor- biológica, su desbordamiento, su exce- noaalgunodelossupuestosdelconcepto dencia. denatalidadodesuspares.Alparecer,su Lo que intentaremos defender, en- convicción es que el concepto de natali- tonces,conelobjetodecircunscribirmás dadarendtianoesélmismobiopolíticoo precisamenteloquellamaremoselcarác- bienconstituyeunsoporteadecuadopara ter «contra natura» de la natalidad y su talentronque.Locentraldedichaslectu- lazo con la espontaneidad, es que preci- ras1pareceserelreconocimientodeuna samente por este carácter es que resulta aparente imbricación entre vida, natali- en extremo problemático interpretar la dad y política, a partir de bases teóricas «natalidad»enArendtcomounconcepto sostenidas sobre el concepto de «biopo- biopolítico. Para afirmar esta dificultad der» en las cuales parece poder quedar esnecesariodefenderquelanatalidadse amparada una supeditación insuperable revelamásbiencomounconcepto«con- delacondiciónhumanaalavidabiológi- tra-biológico», o «ultra-biológico», si se caquecondicionaríalalibertadcomoun nos permite la paradoja. Ahora bien, es factum «prepolítico». evidentequenosetratadecaernosotros Así ocurre, al menos en principio, tambiénenelesquemadualistaqueesta- con el punto de vista defendido por Mi- mos criticando (natural/contra-natural; guelVatterensutexto«NatalityandBio- biológico/político, etc.), pues eso aca- politics» (Vatter, 2006), donde arguye rrearíaqueestacontranaturalidadnofue- que«Arendtfavoreceestainterpretación, semásqueunaabsolutaautonomíadela alafirmarquelavidadelaespecienoco- natalidad respecto de su condicionalidad noce el nacimiento y la muerte [...], biológica. De lo que se trata más bien, a mientras que la vida humana empieza nuestro juicio, es de hacer convivir una conelnacimientoyterminaconlamuer- triple condición fenomenológica de la te.Elprocesobiológicoenelhombre(...) natalidad, que la biopolítica inevitable- [es] eternamente repetitivo» (HC 98) mente desdibuja: Que la natalidad es un mientrasquelavidahumana,ensulinea- factum existencial, un régimen ontológi- lidad, es una «“interrupción” del círculo co y una condición política. natural de la vida» (Vatter, 2006: 146). Estoesasíauncuandolareivindica- Restringidos a este punto de vista, esta- cióndelanatalidadcomobasedelopolí- ríamosobligadosaadmitirqueenArendt tico en Arendt pueda legítimamente ser la vida humana no conseguiría ser más entendida como una respuesta a la pro- queinterrupcióndelcaráctercíclicodelo ducciónsistemáticaejercidaporeltotali- que,enprincipio,podemosentenderaquí tarismodeloqueellamismahallamado como «vida natural» en general o vida «meraexistencia»(Arendt,1968:301)y vegetativa: aquélla que el hombre com- auncuandoestaalienaciónúltimapueda, parte con el resto de los vivientes; de además,serinterpretadacomoreducción modoqueesavida,porsucarácterprima- a la mera vida y el propio totalitarismo rio, se impondría de antemano como un parezcaquedarmentadoallícomomaxi- valorquehacedelahumanidadsólouna mización del biopoder. Aun si esto así, «diferencia específica» más, respecto de todo ello no transforma el concepto de un valor más general que es la vida en natalidad en un concepto biopolítico tanto tal y que operaría aquí como crite- como si éste no fuera sino la contracara rio rector último. Pero lo cierto es, sos- deesareducción.Esmás,aquellonospa- tendremos, que lo que intenta pensar receunejemplodemetabasisallogenos 242 ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 Vida,natalidadylibertadenHannahArendt... en tanto oscurece la comprensión última reconversión de la natalidad al sustrato delcontenidofenomenológicodelanata- de la vida biológica, al señalar que el lidad en Arendt, haciendo suponer que concepto de natalidad en Arendt, enten- ellanoesmásqueunadeterminaciónde dido como quiebra de la vida, «hace po- nuestro talante natural o biológico y que sible el paso de la vida como “objeto de en tanto biológica sólo tiene consecuen- poder”alavidacomo“sujetodelaliber- cias sobre lo político. Tal subrepción tad”»(Vatter,2006:146).Estoesimpre- pareceimplicarqueelconceptodenatali- ciso, a nuestro juicio, porque lo que dad en Arendt, y una reelaboración bio- defiende Arendt al hablar de la «mera políticadeéste,arriesganunadescompo- existencia» de quien padece la violencia sición de su sentido político. totalitaria es la imposibilidad de que la Nuestraconvicciónsebasaenquela vida humana sea ya inteligible cuando separación entre zoe y bios —o lo que queda desprovista de un sujeto que la Arendtllamó,comodijimos,«meraexis- hagasuya.Así,nosetratadequelavida tencia»versusla«vidapolítica»ocuali- tout court permanezca inalienable cuan- ficada— no podría suponer, ni siquiera do el viviente, sólo hasta allí aparen- porabstracción,lareconduccióndelbios tementehumano,esreducidoapurodes- politikosalazoe, másbien,alcontrario, pojo de sí por la experiencia del totali- la transformación de la vida política en tarismo, y que lo que allí todavía sea mera vida, operada por el totalitarismo, defendibleoloquehagatodavíapolítico, esunatrasgresióndelacondiciónhuma- o mejor, digno de derechos políticos, a na no por reducción a su mera posición ese infrahombre, sea la vida en general elemental,sinoporvíadeunaperversión quesubyaceenél.Entonces,porunapar- irreversible.La«meravida»noeslapul- te,nilavidapuedeser«objetodepoder», siónúltimaaquequedareducidalavida pues los que padecen la dominación políticaquedejadesertal,alserviolen- serán siempre los hombres, no en tanto tadahastaelextremoyanuladaensuuni- meros vivientes, sino en tanto hombres- cidad, es más bien su completa subver- en-pluralhistóricayculturalmentedados, sión.Loquequedatrasella,entonces,no nilavidapuede,porotraparte,ser«suje- puede ser interpretado ni como menos to de libertad», puesto que la libertad humano ni como pre-humano. Ahora es una experiencia únicamente humana bien,paraVatter,lanatalidadesprimera, posibilitada por la acción y su esponta- sobrevive y permanece inalienable, lo neidad. que es cierto, pero esto es así, creemos, Que la humanidad del hombre esté no porque ella sea de suyo prepolítica y puestaencuestiónycorraelriesgodede- se perpetúe como fuente de una «mera saparecerporelpoderdeaniquilacióndel vida»quemástardepuedecadavezvol- totalitarismo significa, entonces, que lo verse o no política. Ella es primera, nos queconélsealienaydesaparecenoesla parece,porquehacesobreviviryperdurar vidadeloshombressinoelespaciointer- laespontaneidad,unaposibilidadquere- humano,elmundo,ensentidofuerte,que sisteyquesólotienesentidoentoncesen excede necesariamente el orden biológi- el mundo humano, aun cuando lo huma- co.Poresolobiológiconopuedeserniel nodelavidaparezcadesaparecerenma- residuodenuestrahumanidad,nielprin- nos de la violencia totalitaria extrema. cipio de nuestra libertad. Pero precise- He aquí lo que parece cuestionable mos la tesis que nos parece más proble- de esta recepción de Vatter: La disyun- máticaenVatter,esésta:«Arendtinsiste ciónartificialqueestableceporvíadela repetidamenteenquelanatalidadnosólo ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 243 JuanJoséFuentes es la que “inserta” la vida individual en sinoqueporlanatalidad,lavidabiológi- unmundoyaestablecido,sinoademáses caestrascendida,ydeunmodoirrever- la que “renueva” al mundo mismo que, sible. Así, en Vatter la apelación a una de otra forma, perecería junto con la politización de la labor y del trabajo no muerte de los individuos. Pero esto es parecemásquelanegacióndelaautono- precisamente afirmar que la natalidad es míaúltimadelaesferadelosasuntoshu- irreductiblealbiospolitikos:Ellaantece- manos y de la realidad nueva que ella de esencialmente al mundo común. Para engendra, más allá de los condiciona- comprender su significado uno debe re- mientos externos que el habitar humano trotraer la natalidad al nivel de la zoe y encuentraoseimponeasímismoporsu preguntarse qué diferencia introduce la especificidad. natalidad en y para la vida biológica Refuerza lo antes dicho el que (zoe). En suma, si en Arendt existe una ArendtsostengaenLacondiciónhumana concepción “positiva” de la biopolítica, que,sibienlanatalidadeslaprecondición ella depende de concebir la natalidad delaexistenciahumana,ellanuncacon- como una politización de la zoe, no del seguiría«explicarloquesomosorespon- bios»(Vatter,2006:152).Pero,replique- der a la pregunta acerca de quiénes so- mos, la distinción entre zoe y bios no es mosporlasimplerazóndequeellanunca sóloladistinciónentrelavidadelaespe- nos condiciona absolutamente» (Arendt, cieylavidadelindividuo,entreelmovi- 1993:246).ParaArendt,conlanatalidad miento que va desde la génesis y la co- se trata cada vez de la posibilidad de lo rrupción,quepresideelciclodelonatu- nuevo,quenopuedesubordinarseanin- ral,hastaladistinciónque«elcadacual» gún automatismo, pues «sin la acción de todo individuo encuentra en la singu- parahacerentrareneljuegodelmundoel larización que representa su ser frente a nuevo comienzo de que es capaz todo la comunidad de la forma que irremisi- hombre por el hecho de nacer, “no hay blemente comparte. Más bien, y por eso nada nuevo bajo el sol”» (Arendt, 1993: este tránsito es asunto sólo de los hom- 227).Loqueaparececomosiemprenue- bres,deloqueprecisamentesetratacon vo e impredecible, además de la acción esta distinción es que esa singularidad quecadahombreponeenjuegoenvirtud que le es propia a cada hombre en tanto desucarácterdesernatal,eselsímismo individuo se realiza como acción y no que con la acción cada vez confirma y/o comomovimiento,estoes,quelasingu- desmiente aquella historia suya siempre laridad que pone cada humano de mani- decamino,pordecirloasí,hacialaconfi- fiestonoessólolaindividuacióndesual- guracióndeunquiénquenoacabadena- teridad relativa respecto de una especie, rrarseydescifrarsesinoconlamuerte.Es sino la unicidad absoluta que supone su poresoque,porotraparte,resultaimpro- diferencia sin comunidad de género. piointerpretarelpermanenteinflujoein- Esprecisamenteestoloquecontradi- terrupción de la acción como expresión celallamada«politizacióndelazoe»ala de nuestra libertad contra la regularidad que Vatter apela, pues en Arendt no se delonaturalocomounmerosuspensode trataríaconestodela«retrotraccióndela aquellalegalidad,ymenosaúncomootro natalidad al nivel de la zoe», de la dife- tipo de regularidad análogamente auto- rencia que introduciría la natalidad en y mática. Sin embargo, no es sino esto lo para la vida biológica, sino más bien de quedefiendeVatter,aldecirque«lacapa- que la vida biológica no sólo es trasgre- cidaddeiniciarunanuevaseriedeeven- didaeinterrumpidaporelbiospolitikos, tostieneun“automatismo”queesanálo- 244 ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 Vida,natalidadylibertadenHannahArendt... goalautomatismodeunprocesonatural, 3. Natalidad y unicidad: más acá perosediferenciadeésteenelsentidode de lo político y más allá de lo biológico quelalibertadeselautomatismodelain- terrupción de los procesos naturales» La propia natalidad es ella misma doble (Vatter,2006:153).Siasífueralaespon- ensucapacidaddevolvertodoiniciohu- taneidaddelaacciónquedaríadesmenti- manoposible,yasí,estánrelacionadosa da en su imprevisibilidad y autonomía. ella dos principios primeros. Como lo Es claro para nosotros que la libertad en afirma Peg Birmingham en su ensayo Arendt no podría agotarse en una mera «The an-archic event of natality»: «el emancipacióndelanecesidadnienlain- principio (arché) de este acontecimiento terrupción de procesos naturales. es doble: el principio de publicidad y el Esta unicidad y este carácter sui ge- principio de donación» (Birmingham, nerisnosóloeslacaracterísticaprivativa 2007: 766). Ahora bien, la asunción de de la acción de los hombres, que se dis- este distingo supone retrotraer la natali- tinguenyreliganporella,estambiénpro- dad —el hecho de ser los hombres seres pia del espacio que recíprocamente ge- nacientes y en cuanto nacientes inician- neran como «trama» de relaciones, y su tes— a la posibilidad de entrar en un contexto es siempre el de la permanente mundoquenosprecedeeneltiempoyen reapropiacióndeunespaciocomún—no elespacio,peroqueestácondicionadoen decosas,sinodeaccionesypalabrasque su posibilidad y duración, por el hecho tienencomoatributolalibertad,novedad que quienes llegan a él son vehículos de y contingencia— que surge y se limita lanovedadycontingenciaquehacenper- por su interacción. Tal espacio no se de- manecer a este espacio como mundo y duce de ninguna comunidad natural, ni comomundohumano.Traídosaélymo- física; más bien, «el físico y mundano dificadosporél,somostambiénsusartí- en-medio-de, junto con sus intereses, fices y sus garantes. El mundo, tanto quedapuestobajo,yporasídecir,sobre- comomundovital,comomundodeobje- crecido por otro en-medio-de absoluta- tos,ycomomundodesentido,esininteli- mentedistinto,formadoporhechosypa- giblemientrasnoesleídocomohechura labras y cuyo origen lo debe de manera humana y como inscripción de lo huma- exclusivaaqueloshombresactúanyha- no en lo vital, como transitividad de lo blanunosparaotros.Estesegundo,sub- humano más allá de sí. Es por esto que jetivoen-medio-denoestangible,puesto ese mismo mundo comparte una fragili- que no hay objetos tangibles en los que dad idéntica y proporcional con la de pueda solidificarse; el proceso de actuar aquellos que lo colman, nutren y sostie- yhablarpuedenodejartrassíniresulta- nen, con aquellos que lo ponen en obra dos ni productos finales. Sin embargo, a por el mero hecho de la contigüidad hu- pesar de su intangibilidad, este en-me- mana (cfr. Arendt, 1993: 204). dio-denoesmenosrealqueelmundode Es, además, por esta razón que cosas que visiblemente tenemos en co- Arendtinsiste,unayotravez,enelhecho mún» (Arendt, 1993: 207). Su realidad que«lafragilidadde[...]todaslasmate- sui generis supone entonces que no se rias que atañen a los hombres que viven trata con él de un mero modo-de-ser juntos, surge de la condición humana de compartido, sino de una actividad, una lanatalidadyesindependientedelafra- performatividad,queescooriginariaala gilidaddelacondiciónhumana»(Arendt, pluralidadynatalidaddelascualesarran- 1993: 214). El espacio interhumano está ca su moción. atravesado por la misma contingencia y ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 245 JuanJoséFuentes afectividad que la que cada uno de sus escondición.ArendtdefiendeenLosorí- miembros padece por el hecho de tener genes del totalitarismo que «con esta también su origen en la natalidad. Por meraexistencia,esdecir,todoloquenos otra parte, la publicidad que entraña la está misteriosamente dado por el naci- natalidad como initium estriba en una miento y que incluye la forma de nues- ciertasolidaridadqueinaugura—singa- tros cuerpos y los talentos de nuestras rantía de naturaleza humana alguna, de mentes,solamentepuedetratarseadecua- ningunaleymoraloreinodelosfines,de damentepormediodelosimpredecibles ningún principio altruista, biológico o azares de la amistad y la compasión, o metafísico, de ninguna comunidad natu- pormediodelagraneincalculablegracia ralopactosocialalguno—yquedatesti- delamor,quedice,conAgustín,“Volout monio de la interdependencia humana. sis” (Quiero que seas) sin ser capaz de EsclaroqueparaArendtloquesostiene dar ninguna razón en particular para tal la fragilidad del lazo interhumano es la afirmación suprema e irremontable posibilidad de una confianza recíproca (Arendt, 1968: 301)». quenotienemásfundamentoquesupro- Pero lo que quiere aquí establecer pio darse; así, comentando a Agustín, Arendt,creemos,noes,yestocontraBir- Arendt enfatiza tempranamente el hecho mingham, que la singularidad de la vida que «esta interdependencia se pone de individual,privadadecualidad,seopon- manifiestoenelmutuodaryrecibirenel ga a la pluralidad como su antítesis dia- que consiste la convivencia de la gente. lécticaomaterial,quelavidaprivadade Laconductadeunosindividuosparacon cualidad sea una vida pre-política o otros se caracteriza aquí por un creer o anti-política, ni menos que ella entrañe confiar(credere),queseoponeatodoco- por sí misma, en la ausencia efectiva de nocimientorealopotencial.Todolohis- derechos, un «principio de fundamenta- tórico, o sea, todos los acontecimientos ción ontológica de lo político». Desde humanosytemporales,secaptanporme- estaperspectiva,tampocosetratadeque dio de este “creer” que es también un «los principia del inicio y los principia “confiar en”, y nunca por medio de un de lo dado [...], supon[gan] una relación comprender (intelligere). Esta fe en el diferente: el primero una relación a la otroeslafeenunfuturocomúnqueha- pluralidad,elsegundoalaunicidadyala brá de verificarse después. [...] el creer singularidad...» (Birmingham, 2007: que surge de nuestra mutua dependencia 766), en sentido estricto. Ni menos aún precede a toda posible verificación» queseaésta«unarelacióndedisyunción (Arendt, 2001: 136). entrelaaparienciaúnicadelosingulary Ahorabien,quelanatalidadsuponga esta pluralidad». Aun cuando existe una «un principio de donación» (giveness), «estratificacióndelacontecimientoorigi- un «principio de lo dado», y no sólo pu- nariodenatalidad[que]complicayvuel- blicidad, significa, lo hemos dicho, que veimposibleelintentoporestableceruna lo que precede al hombre políticamente identidad fuera de esta pluralidad» (Bir- investido no es una pura materialidad, mingham, 2007: 774), la singularidad y unaexistenciadesnudaoprivadadecua- unicidad,aquímentadas,nosonelcorre- lidad.Esodadonoeslapurasingularidad latodeunasuertedecomunidadnatural, individual más que por abstracción, lo prepolítica, pero sin embargo, virtual- que esa positividad nombra más bien es mentepolítica.Lavidaprivadadecuali- ab initio la pluralidad de esas singulari- dad no es auténtica unicidad y su singu- dadesqueconvergenydecuyadistinción laridad es, en su privación, si es tal, no 246 ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 Vida,natalidadylibertadenHannahArendt... ausenciadenaturalezaodecualidadpolí- sujeto ella misma. La pluralidad es con- tica,sinoausenciadeunsentidodelopo- dición de la unicidad, que no es sólo la lítico y del espacio para éste. del uno-entre-los-otros, sino también, y La alteridad que subraya esta vida antes, la del uno-para-sí-mismo. Esto, privadadecualidad,todavíauna,noesni pues la pluralidad no es sólo un factum origen primordial ni privación escatoló- existencial sino también un hecho de la gica,su«inhumanidad»noeslainhuma- vida del espíritu. nidaddelopre-humanoocuasi-humano, PerovolvamosaltextodondeArendt sinosólofacticidadymaterialidadmuda. introduceestaideadelo«dado».Esoque Su singularidad no tiene una comunidad (quid) somos antes de quienes (qui) so- natural como origen, ni una comunidad mos, o mejor el mero hecho de que so- políticacomodestino.Estopuedehacer- mos (quod), es decir, la positividad de semásclarorecurriendoalsiguientetex- nuestrocuerpo,ylacapacidadvirtualde to de Arendt: «El “ser-otro-que” —dice nuestra mente y sus talentos, no es tanto Arendt—, la alteridad misma, tal como undatodenuestraunicidadcomounhe- ellaesdadaentodaslascosas,sóloindi- cho de nuestra facticidad y finitud. Tal ca la pluralidad. El hecho que yo pueda comoaclaraArendt:«nosedebeconfun- realizar esta alteridad, siendo conmigo dirlasingularidadconlaunicidadyelca- mismo, es la condición de posibilidad rácter excepcional-único propio de todo paraqueyopuedaserotroentrelosotros individuo particular. La unicidad es pre- [...].Lasingularparadojaconsisteenque cisamente política y ella se evanesce en elelementoesencialdel“unus”nopuede lasingularidadenlacualnotenemosyaa jamás realizarse en el hecho de ser solo, nadieporrelaciónaquiendistinguirnosy sinosolamenteconlosotros;enque,por con quien arriesgar ser confundidos» ser efectivamente uno, yo tengo necesi- (Arendt,2002:499).Eséstaindistinción daddetodoslosotros;yloqueeraelele- loquecaracterizaaquella«meraexisten- mento esencial del Alter no puede reali- cia» que Arendt mienta en Los orígenes zarse,alainversa,sinoenelhechodees- deltotalitarismo.Peroqueeltratodetal tar solo, a saber, “to be by myself”. En facticidad primaria sólo pueda librarse a estesentido,eslasoledadlaqueescon- «losimpredeciblesazaresdelaamistady dicióndeposibilidaddelacomunidad,y lasimpatía,oalagraneincalculablegra- jamás a la inversa, y es la comunidad la cia del amor» (Arendt, 1951: 301), no que es condición de posibilidad del sólosignificaqueellaestádesprovistade ser-uno»(Arendt,2002:289).Esnecesa- mundo y de comunidad, significa tam- rioinsistir,entonces,enladiferenciaen- bién que —tanto respecto de la positivi- trelaalteridadrelativadelasingularidad dad del devenir como de la del hombre ylaalteridadabsolutadelaunicidad;yes mismo— la ausencia de deber respecto también necesario reafirmar el estatuto deambos,laausenciadeunlazomoralo ontológico del concepto de «pluralidad» espiritual previo a su contingencia, no versus la acepción estrictamente política anulasucarácterde«dato»,osisequie- de «comunidad». No hay comunidad de re,demisterio.Misterioéstequenosere- singularidades, sino de hombres: la plu- suelve ni en aparición ni en apariencia, ralidades«puracontigüidadhumana»de queestámásalládeloprivadoydelopú- unicidades,nomeramentedeseressingu- blico,lológicooloontológico,sinoque lares. Sólo la unicidad puede ser «suje- supone además lo previo al sentido, al to»,lasingularidad,encambio,sólopue- dominio y a lo inteligible, lo inefable, de ser atributo de un sujeto, pero nunca esto es, el acontecimiento. ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097 247 JuanJoséFuentes Es a esto, a nuestro juicio, a lo que humana. La vida desnuda si bien es vida apunta principalmente Arendt con esta privadadecualidad,estambiényaespon- idea de lo «dado» en nosotros y lo dado taneidad,asaber,espontaneidadsinagen- engeneral,asaber,aloquenosantecede te, espontaneidad pura, no de la razón, y no podemos modificar, ya sea porque sino para la acción. Arendt asegura por irrumpe en lo real sin nuestro concurso, estoque:«Eliniciohahechosuaparición yaseaporqueesprecisamenteloquehay enelmundoconelhombre.Essobreesto de real en nosotros más allá de nuestra quereposaelcaráctersagradodelaespon- iniciativa.Esestarelaciónentrelodadoy taneidadhumana.Laexterminacióntotali- el acontecimiento la que, nos parece, le tariadelhombreentantoqueelhombrees pasa desapercibida a Peg Birmingham. laexterminacióndesuespontaneidad.Lo Ahora bien, aun cuando ella tiene razón queequivalesimultáneamentealaanula- en insistir en el hecho que con la natali- cióndelacreaciónentantoquecreación, dad «Arendt apunta probablemente a la entantoquehaber-instaurado-un-comien- reflexiónagustinianadequeelaconteci- zo.» (Arendt, 2002: 82-83). mientodelanatalidadhablasobreloque Esestaafirmacióndelaexistenciaen está dado —de hecho, misteriosamente supurodarse,loquecorrespondealsen- dado—yquenopuedecambiarse»(Bir- tidomáspropioqueArendtparecereco- mingham, 2007: 766), esto no significa nocerenelVoloutsisagustiniano.Así,la queelmisteriodelodadoaludasóloalo «gracia» del amor con la que puede tra- quelanatalidadtienedematerialobioló- tarseconlomisteriosamentedadoenno- gico o lo que viene dado en ella por ese sotros—esdecir,conesapurafacticidad sustrato, ni tampoco a lo que en la vida de nuestra existencia, revelada como «resiste» como mera existencia. Dicho «gratuitodonquenoprocededeninguna misterio alude antes a la natalidad como parte»(Arendt,1993:15)—esyalafigu- vehículo del acontecimiento desde tal ra de una respuesta a ese don. Don que, facticidad,yconelloalacapacidadmis- sin embargo, da cuenta de la pasividad madelaespontaneidadpura,quepuede, irrebasable del existente, atravesado por aldeveniracción,inauguraralgocomple- esa relación en que acción y aconteci- tamentenuevoeimpredeciblefrentealo miento nombran los límites del fenóme- inexorable. Por otra parte, y esto es fun- nohumanomismo.Arendtcomentaensu damental, que la acción no tenga un Diario: «la fuente de la libertad, que se autor,undueñoúltimocapazdepredecir- expresa por la espontaneidad [...] es el la en sus motivos y controlarla en sus acontecimiento. Es éste quien procura efectos, supone de suyo que ella es tam- [...] a la libertad, el material a partir del bién, a su modo, acontecimiento. El cual sólo la espontaneidad puede infla- acontecimiento,ensupuragratuidad,no marse.Essolamenteenelacontecimien- es entonces un puro fatum, él reúne lo to mismo [...] que se toman las escasas nuevo y lo irreversible, lo que está en decisiones fundamentales de las cuales nuestro poder iniciar, y aquello que nos yoséquesonlibres,porelhechoqueno trasciende irremisiblemente. puedo revocarlas». (Arendt, 2002: 113). Yesporesto,queArendttomapres- Deahíquelalibertadnonombresólola tadas, secularizándolas, las categorías de indeterminación de la facticidad ni el creaciónycreaturalidadparainterpretarla acontecimiento nombre sólo el hecho de puesta en el mundo del fenómeno huma- la vida desnuda. La espontaneidad es no, y es por esto también que concede ocasióndelonuevoylonuevoeselsello un carácter «sagrado» a la espontaneidad de lo libre. 248 ISEGORÍA,N.º44,enero-junio,2011,239-255,ISSN:1130-2097

Description:
claves de Arendt («Natalidad», «Libertad»,. «Poder», «Vida») podrían ofrecer desde el paradigma biopolítico. Sin embargo, estas reinterpretaciones
See more

The list of books you might like

Most books are stored in the elastic cloud where traffic is expensive. For this reason, we have a limit on daily download.