^ m k M m Ê Ê ià m m m mm m g m ë m? —Y ANALES DE SU cijvecutíin^ivte en- Mió CON LA IGLES POR EJL DR. S. N. T FONDO EME7ÎWO VALVERDE YTEUfZ 8x' 3-72, j m w & n e t tm « U B B E m® GREGORIO XVI. PHOLQGO. Natural es que el público desee saber el objeto que nos propusimos en la redacción de este libro, el plan que. nos hemos trazado y los medios con que contamos para su des- empeño. Nos esplicaremos, pues, acerca de estos particu- lares con toda ingenuidad y sencillez. • Haciendo justicia á la 'discreción de nuestros lectores, desde luego los suponemos convencidos de que el pontifica- do que acaba de terminarse, es sumamente digno de ocupar las páginas déla histeria,por los varios é importantes su- cesos que abraza, y por las grandes cualidades que ha des- plegado el insigne GREGORIO XVI rigiendo la Iglesia uni- versal en circunstancias tan críticas. Por otro lado el monee CAPPELLARI es, por sus virtudes y sabiduría, y por las 'demás eminentes dotes que le adornaban, un ejemplar muy apropósito para ser ofrecido á la imitación de los pre- sentes no menos que á la de la posteridad. , , 7 Tales son las considerfláones que nos han estimulado á preparar hace algún tiempo el trabajo que damos a la prensa, mas completo en verdad de lo que hasta ahora ha- circulasen en la nación algunos de los documentos á que bíamos pensado, á causa de la muerte del augusto persona- aludimos. ge á quien es relativo, tan justamente deplorada por todo Hemos insinuado que nuestra narración ha de apoyar- d orbe católico. Este triste acontecimiento ha hecho des- se en los mas atendibles datos históricos: así lo ofrecemos de un modo solemne, y ofrecemos que en ningún caso se aparecer algunas consideraciones que pudieran obstamos asentarán en ella como jwsitivos, hechos que no nos consten al tratar déla actual publicación, mientras existía el vene- plenamente. Añadiremos, en confirmación de ello, que par- rable Pontífice cuyo nombre lleva al frente, te de las noticias de que hemos de hacer uso, son tomadas Nuestro libro, pues, será una fiel narración' de los he- del artículo biográfico de GREGORIO XVI que, redactado por chos que han distinguido á GREGORIO XVI como particular el caballo o Cayetano Moroni, romano, primei ayuda de y como hombre público, como Vicario de Jesucristo y como cámara del difunto Pontífice, se lee en el tomo XXXII del Soberano temporal; formando especialmente un cuadro his- " Diccionario de erudición histórico-eclesiástica," que se pu- tórico del respectivo pontificado, dividido por años como blica en la capital del orbe católico: artículo de cuya ve- lo exige el título con que se le designa. racidad no puede dudarse atendiendo á la posicion del que Siendo español el autor, no podía menos de dar una im- le ha suscrito, y á la creencia general de haber sido con- portancia muy señalada á los acontecimientos del papado sultados con el mismo GREGGRIO XVI todos los escritos que de GREGORIO XVI que tienen rdación con la Iglesia de Es- figuran en tan aprcciable wleecion. •• > • paña, blanco de-rudos ataques durante la revolución que Solo falta que digamos dos palabras sol» e el espíritu entre nosotros levantó la cabeza á poco de haber fallecido con que se escribe este libro. A lo que sobre el particular d rey FERNANDO vtl, y que en ocasiones se miró encumbra- se deduce de los párrafos anteriores, se añadirá aquí, pa- da á la mayor altura en la esfera del gobierno: ataques ra inteligencia del. público, lo que se espresaba al anun- dirigidos á las propiedades mas sagradas, á las mas res- ciarle por la primera vez; á saber, que el autor es católi- petables personas, tal vez á las creencias vías augustas, y co-apostó! ico—romano de corazon. en fin, á la unidad católica, á la saludable dependencia de Con estas manifestaciones creemos haber desvanecido la silla de San Pedro, de la cual se tendía á emancipar cuantas dudas pudieran ocurrir sobre el objeto de la pre- en algunos momen tos el país de Reearcdo y de San Fer- sente obra y sobre el sistema que para su redacción hemos nando. adoptado. Al esponer los hechos que la historia general del catoli- cismo presenta bajo GREGORIO XVI, y de preferencia los concernientes á España, según se infiere de lo que acaba- mos de espresar, daremos razón de los mandatos y demás letras apostólicas que los comprueban y califican, como tam- bién de otras piezas oficiales que hemos ten-i cuidado de acopiar para la formación de este libro; pudienclo prome- ternos que nuestros lectores hallarán alguna novedad en esta parte, porque las circunstancias no han permitido que • * • * A, -L escribir la vida del augusto personage ciiyb noni- bre da el título á este libro, no nos hemos de hallar em- liPPSLURI. MUE T HMEHL, barazados .en prolijas discusiones para prestar una exacta idea de las cualidades que le adornaban: ese clamor uná- nime que en los paises católicos y aun fuera de ellos se levanta para llorar su muerte y celebrar su raro talento, sus eminentes virtudes v demás superiores prendas que en él concurrian, espresa una opinion fija ó incontroverti- ble acerca de su mérito relevante; mérito que las bajas pasiones no se atreven á poner en controversia, y que se ven obligados á reconocer aun los mismos á cuyas ideas y propósitos pudiera convenir aminorarle. Y es tan firme y constante el fallo de esta opinion, que ella estaba formada muchos años ha; siendo un hecho que, en los momentos mismos en que con indecible entusiasmo se publicaba en la ciudad eterna el ascenso de nuestro hé- roe á la suprema dignidad de Vicario de Jesucristo, ase- gurábase ya, cual en profecía, "que la prudencia y la fir- meza, un profundo saber, un espíritu elevado, un carácter esencialmente benéfico y conciliador, habian de ser las do- tes privilegiadas que resplandeciesen en el corazon del Pontífice elegido por Dios para conducir, en los dias bór- nuevo Papa, las mas estraordinarias y difíciles. Fué así raseos que era fácil prever, la nave de su Iglesia contra la en verdad, como lo hemos de patentizar recorriendo los cual parecían conjurados los vientos." hechos de su glorioso pontificado, que no eéde seguramen- Quince aüos largos ha ocupado Gregorio XVI la cá- te en interés é importancia á los mas memorables que le tedra de San Pedro; y en ninguno de ellos, y ni por un han precedido. solo momento, se ha visto desmentido el grandioso anun- cio que en tales términos hiciera un digno magistrado ci- Pero ordenemos nuestras ideas, y puesto que hemos vil, no menos benemérito en el sacerdocio que despues ofrecido una narración, en lo posible completa, de la vida abrazó, y en la prelacia áque ha sido llamado por sus re- de Gregorio XVI, ante todas cosas reseñemos esta en lo comendables circunstancias. (*) que comprende dei>de su nacimiento hasta su elevación á la tiara, para ocuparnos déspues en los anales que forman Es que para formar con cierta seguridad este juicio en la parte principal de nuestro libro. 1831, ofrecia no leve fundamento la vida anterior del hu- milde monge que á la sazón era promovido-á la tiara: del BARTOLOMÉ ALBERTO CAI'PELLARI, tal es el nombre monge inocente y puro, laborioso, dado al estudio con la que llevaba en el siglo el personage que nos ocupa, nació mayor intensión y asombrosos resultados; del hombniniv en Belluno, ciudad episcopal del territorio veneciano, en tegro y ageno á ios respetos humanos, que tal vez iíialo- 18 de Setiembre de 1765. Sus padres se llamaban Juan gran en otros disposiciones las mas felices; del hombre Bautista y Julia Cesa; y pertenecian al estado noble. práctico en el manejo de los mas graves negocios, dotado Nuestro jóven recibió en la casa paterna las primeras del aplomo necesario para resolver con calina y sin pre- lecciones do aquella sólida virtud que siempre le ha dis- vención las cuestiones mas arduas, del monge, en fin, bon- tinguido, y empezó en la ciudad de su naturaleza los es- dadoso y afable en medio dé las dignidades con que, sin tudios, que continuó despues en Venecia; dirigiéndolos la menor solicitud de su parte, habia sido condecorado," desde que tuvo al efecto la suficiente discreción, á la car- con la espresion de tributarse en ello á su alto mereci- rera sacerdotal, que desde luego se propuso seguir. miento un premio de justicia. Todos estos datos, deci- Todavía le pareció que, no solo para dedicarse con mas mos, eran otros tantos motivos para afirmar con funda- ahinco á las ciencias en que empezaba á hallar SU3 deli- mento, ya al inaugurarse aquel reinado, que' Gregorio cias, sino principalmente para conservar su inocencia, na- XVI desplegaria las cualidades de que va hecha mención; da podria ser tan conducente como abrazar la vida mo- y para prometerse que los sucesos abonasen cumplida- nástica: así es que se resolvió á tomar el hábito de benedic mente el lisongero augurio que en ellas se apoyaba, si- tino en la congregación camaldulense, cuyo laudable pro- quiera hubiesen de ser las circunstancias que rodeasen al yecto realizó en 1783 en el monasterio de San Miguel de Mufano, de la misma ciudad de Venecia. En esta ocasion cambió su nombre de bautismo por el de Mauro, nombre (*) Puede leerse esta predicción, enunciada con las pakfcros que transcribimos en el testo, por el eclesiástico á quien se alude, insigne en los anales de la urden de San Benito, emblema hailandose en Roma á 2 de Febrero de 1S31, dia tn que se pro- del saber y hasta cierto punto de la restauración de las clamo por Papa al cardenal Cappellari, en la tíaz'lle du ¿t¡Ldi, letras. (diana de Marsella, número de 7 de Junio del año pre¡¡ente.) —10— —11— El joven Cappellari, cuya conducta habia sido siempre y que la prensa reprodujo asi bien traducido en muchas arreglada, empezó á ser, desde esta época, ejemplar, y otras lenguas. (*) BU afición al estudio,' hasta entonces no común, hubo de Aunque esta obra es generalmente conocida por los afi- absorver todos los momentos que no dedicaba á los debe- cionados á los estudios eclesiásticos, así en nuestro país res y prácticas de la religión. como en los demás de Europa; sin embargo, puesto que es La sagrada teología y demás ciencias eclesiásticas, á la la corona del P. Cappellari considerado como escritor, par de la historia y las bellas letras, y el cultivo de la8 creemos deber consagrar algunas páginas á su exámen, lenguas sabias, fueron la constante ocupacion de Cappe- insertando para muestra uno que otro pasage de ella. llari en aquel apacible retiro: y grandes eran los progre- El Triunfo de la Santa Sede y de la Iglesia, tiene por sos que en todos estos ramos hacia, acreditándose por objeto refutar las doctrinas del tristemente famoso Tam- ellos de un modo notable. buriniy otros, entre ellos Le-Gros, sobre la potestad pon- Obtuvo dispensa de dos años de edad próximamente tificia, y sobre la autoridad de la Iglesia en general; in- para ascender al sacerdocio, y celebró su primera misa sistiendo sobre todo el autor en sostener la infalibilidad en 1787. del Papa, que establece como base fundamental en la ma- teria. Va al frente de la obra un discurso preliminar so- Continuaba adelantando mas y mas en los estudios con bre la inmutabilidad del gobierno de la Iglesia, dividido tanto ardor emprendidos, cuando sus superiores, pene- en ochenta y dos párrafos. En él demuestra Cappellari, trados de su mérito, y deseando sin duda proporcionarle por la razón, la tradición y la historia, que es esencial- ensayar sus talentos con mayores ventajas, le enviaron mente inmutable y perpetuo el citado gobierno, y que cual á Roma, asociándole al procurador general de la urden, es en el dia, tal fué siempre sustancial y visiblemente; y allí residente. Se trasladó, pues, el P. Mauro, en Agos- prueba que la Iglesia ha sido y es una verdadera monar- to de 1795, á la capital del orbe católico, donde perfec- quía, sin que por eso dejen de tener los obispos una au- cionó sus estudios; y entregado sin descanso á sus ocupa- toridad originaria. ciones favoritas, compuso.una escelente obra, que basta- ría por sí sola para dar una idea muy elevada de su ta- Los sofismas de la escuela jansenística y demás que se lento y sabiduría: hablamos del libro que publicó en 1799 oponen á los principios que el autor asienta, son victorio- bajo el título de "TRIUNFO DE LA SANTA SEDE Y DE LA samente refutados en este discurso; el cual abunda en IGLESIA contra los ataques de los novadores, combatidos observaciones del mayor interés sobre vanos hechos his- y rechazados con sus propias armas;" libro que, desde tóricos que se aducen por los novadores, queriendo ata- que salió á luz en Roma, llamó en alto grado la atención de car con ellos la soberanía de los Pontífices; como sucede todos los hombres instruidos, confirmando el superior con- al tomar en consideración las citas que aquellos hacen de cepto que de las felices disposiciones y vasta instrucción de las actas del concüio Constanciense, en cuya época mam- su autor se tenia ya en la orden y fuera de ella; que ha sido reimpreso una y otra vez en su original italiano, con- •(*) En Madrid se imprimió este precioso libro en lS34, ofici- tándose en Yenecia tan solo cuatro ediciones del mismo; na de los hijos de Dona Catalina Piñuela; traducido al ewteUano por el presbítero D. Juan Diaz Baeza, familiar de bu Santidad, &c.
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