Description:En aquella parte del desierto el sol incandescente había blanqueado las arenas y la vegetación apenas existía. Tan sólo unas piedras medio enterradas salpicaban la blanca extensión que se perdía en las dunas lejanas. Pero detrás de las piedras salientes crecían todavía unos cactos puntiagudos, supremo esfuerzo de la Naturaleza para reivindicar sus derechos. Los tres hombres se hallaban agazapados alrededor de uno de los cactos que difería del resto por sus bulbos en forma de pera. Corn Mulligan, el más recio de los tres hombres, se inclinó el ala del sombrero y lanzó un salivazo al esqueleto de un caballo que asomaba en la blanda arena.