Variables familiares asociadas a la conducta antisocial infantil

14 Pages·2009·1.04 MB·English

Apuntes de Psicología Colegio Oficial de Psicología
L. Antolín y otros Variables familiares asociadas a la conducta antisocial infantil…
2009, Vol. 27, número 2, págs. 000-000. de Andalucía Occidental y
ISSN 023-3334 Universidad de Sevilla
Variables familiares asociadas a la conducta
antisocial infantil: el papel desempeñado por
el tipo de estructura familiar
Lucía ANTOLÍN SUÁREZ
Alfredo OLIVA DELGADO
Universidad de Sevilla
Enrique ARRANZ FREIJO
Universidad del País Vasco
Resumen
Este trabajo presenta un doble objetivo, conocer las posibles diferencias que pueden
existir entre diferentes tipos familiares en relación a las variables implicadas en la conducta
antisocial, y determinar el papel desempeñado por la variable tipo de estructura familiar
en el desarrollo de este tipo de conductas. La muestra estuvo constituida por un total de
24 familias, de contextos normalizados, con menores de 3 a 0 años. La familias perte-
necieron a seis tipos de estructuras familiares en función a su composición: tradicionales,
monoparentales, reconstituidas, de partos múltiples, homoparentales y adoptivas. Los
resultados pusieron de manifiesto que ante contextos familiares normalizados existe una
amplia homogeneidad en relación a las variables asociadas a la manifestación de conductas
antisociales infantiles entre los distintos tipos de estructuras familiares. Igualmente, los
resultaron mostraron que, una vez controlado los efectos que pudieran estar ejerciendo
terceras variables, no se encontraban diferencias significativas en cuanto a los niveles
de conducta antisocial infantil manifestado por los menores pertenecientes a diferentes
tipos familiares. Este último dato lleva a concluir que el tipo de estructura familiar en el
que se desarrolle el menor no debe a priori ser entendido como un factor de riesgo para
la conducta antisocial infantil.
Palabras claves: factores familiares, conducta antisocial infantil, estructura familiar.
Dirección de la primera autora: Departamento de Psicología Evolutiva y de la Educación..Facultad de Psicología.
c/ Camilo José Cela s/n. 408. Sevilla (España). Correo electrónico: [email protected]
Este trabajo ha sido realizado en el marco del proyecto “Evaluación de las nuevas estructuras familiares como
contextos de crianza potenciadores del desarrollo psicológico infantil” financiado por la Fundación BBVA.
ARepcuibnitdeos: de Psicolog ía, 2009, VAocel.p 2ta7d,o n:úmero 2, págs. 000-000. 
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Abstract
This paper has two mains aims: to examine differences in variables associated with
antisocial behaviour between types of family structure, and to analyze the association
between family structure and antisocial behaviour. The sample consisted of 24 fami-
lies composed by parents and children aged from 3 to 0 years. Six different types of
family structure were considered in the study: traditional, single, step, adoptive, lesbian
and gays and multiple births families. Results showed high homogeneity in variables
associated with antisocial behaviour between types of family structure. Moreover,
results indicated that when third-variable effects were controlled, antisocial behaviour
did not show significant relationship with the type of family structure. This last result
leads to the conclusion that it is not the family structure itself a risk factor to children’s
antisocial behaviour.
Key words: Family structure, Antisocial behaviour, Family variables.
La aparición de conductas antisociales adaptado. A lo largo de los últimos 20 años
por parte de los menores es un fenómeno un gran volumen de investigación ha apor-
que en la actualidad posee una importante tado evidencias empíricas que muestran la
repercusión social ya que genera importantes importante influencia del contexto familiar
costes sociales, económicos y personales. Go- en el proceso de desarrollo psicológico de
bernantes, científicos y profesionales de muy los menores (Arranz et al., 2008). En este
diversa procedencia, ponen su punto de mira marco, el propio proceso de transformación
sobre este tipo de conductas con el propósito que el contexto familiar ha experimentado
de encontrar vías eficaces para la solución en las últimas décadas ha cobrado especial
del problema. Desde el ámbito científico, relevancia entre la comunidad científica,
existe un amplio acuerdo en considerar que mostrándose, sin duda, interesada en conocer
los modelos explicativos de la conducta anti- las posibles repercusiones que dicha trans-
social deben tener un carácter ecológico y/o formación puede acarrear para el desarrollo
sistémico (Dishion, French y Patterson, 995; psicológico infantil.
Rutter, Giller y Hagel, 2000), en el sentido de Centrándonos en lo acontecido a nivel
considerar que dicha conducta está determina- nacional, que en gran medida parece coincidir
da por una compleja combinación de factores con lo sucedido en el plano internacional, se
que interactúan entre sí y que afectan de forma ha podido comprobar que en las últimas déca-
específica a los distintos sujetos. Así, es cierto das se ha producido una reducción drástica de
que hoy por hoy la conducta antisocial se en- la presencia de hogares complejos (aquellos
tiende como determinada por una multitud de en los que conviven distintos núcleos fami-
factores pertenecientes a diversos niveles de liares bajo un mismo techo). Igualmente, se
influencia -biológicos, psicológicos, sociales- ha podido contrastar que junto a las familias
, pero también es cierto que entre todos los nucleares tradicionales (pareja conyugal y
factores implicados en el desarrollo de este sus hijos e hijas biológicos), tienen cada vez
tipo de conductas, los factores familiares más presencia y visibilidad otros tipos de es-
adquieren una relevancia especial. tructuras familiares como son las uniones no
Como señalan Rodríguez y Torrente matrimoniales, las parejas sin descendencia,
(2003), la familia tiene una importancia cru- las familias reconstituidas o combinadas, las
cial para el desarrollo del comportamiento familias adoptivas, las familias homoparenta-
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les y, las familias monoparentales (González, tactas y familias rotas en las manifestaciones
2000). Pero ¿Cómo afectan estos cambios de conducta antisocial de los menores, otros
experimentados en el propio seno de la familia no encuentran tales diferencias (Cashion,
al desarrollo psicológico de los menores? Y 982; Ensminger, Kellam y Rubin,983) o
especialmente, ¿cómo afecta a la manifesta- encuentran diferencias muy pequeñas (Me-
ción de comportamiento antisocial? dnick, Rebzbnick, Hocevar y Backer, 987,
Numerosos estudios han encontrado que Van Voorhis, Cullen, Mathers y Garner, 988;
la pertenencia a hogares desintegrados se en- Wadsworth, 976) que pueden explicarse
cuentra asociada a la presencia de conductas mejor atendiendo a la intervención de terceras
delictivas (Borduin et al., 986; Farrington, variables, que en base a la propia estructura
989; Rutter y Giller, 983; Torrente y Rodrí- familiar en sí (Wilson y Hernstein, 985).
guez, 2004; Wells y Rankin, 99) y que cam- Ante el panorama anterior, autores como
bios en la estructura familiar pueden afectar Rutter, Giller y Hagell (2000) o Juby et al.
al desarrollo de los menores, favoreciendo la (200) han indicado que, tal vez, haya sido
aparición de problemas de conducta (conduc- la propia conceptualización de los términos
ta antisocial como máxima manifestación), de utilizados en la investigación, así como la
niveles bajos de competencia y habilidades diferente metodología llevada a cabo en
sociales, así como un número elevado de pro- los estudios, los que hayan dado lugar a
blemas en sus relaciones con sus padres y con confusión y aparición de resultados contra-
los miembros de su familia (Hetherington y dictorios. Dichos autores argumentan que
Henderson, 997). No obstante, también han bajo etiquetas como familias rotas, familias
sido numerosos los estudios que han mani- desestructuradas o hogares deshechos se han
festado no encontrar relación entre el tipo de tomado como iguales familias que, aunque en
estructura familiar y la delincuencia (Loeber apariencia parecidas, en realidad pueden ser
y Dishion, 982), los que han encontrado muy distintas, contribuyendo esto, sin duda,
un desarrollo normalizado en los menores a la presencia actual de resultados contradic-
de padres separados (Morgado y González, torios y ambiguos, y a la necesidad de obtener
200) y los que han apuntado a que el factor datos fiables y claros mediante la atención
que determina la presencia de comporta- de las posibles diferencias que entre estas
mientos antisociales en los menores no es el familias puedan existir (Rutter et al., 2000).
tipo de estructura familiar al que pertenezcan Igualmente, dichos autores exponen que el
sino más bien el grado de estrés, discordia o análisis y la comprensión de la metodología
conflicto que haya tenido lugar en el contexto desarrollada en cada uno de los estudios, fa-
familiar, utilización de pautas educativas cilitará en gran medida la posible integración
inadecuadas… (Kazdin y Buela-Casal, de datos en apariencia contradictorios.
998), variables que sin duda han mostrado Partiendo de la postura manifestada por
en numerosas ocasiones estar asociadas a la los autores anteriores, y teniendo presente que
presencia de conductas antisociales (Capaldi la investigación desarrollada, en la mayoría de
y Patterson, 996; Elliot, 994; Rutter y Gi- las ocasiones, ha girado únicamente en torno
ller, 983; Wells y Rankinn, 99) a la comparación de familias tradicionales
Así, mientras que algunos autores como y otro único tipo de familias, generalmente
Pfiffner, Mcburnett y Rathouz, (2001) encuen- monoparentales, y en numerosas ocasiones
tran que existen diferencias entre familias in- a partir de muestras de sujetos clínicos, se
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creyó de vital importancia la realización de Método
un estudio en el que se intentara superar las
limitaciones anteriores, al atender de manera Muestra
simultanea a un amplio conjunto de realidades
familiares existentes en la sociedad actual, así La muestra estuvo constituida por 24
como a contextos familiares normalizados y familias de contextos normalizados, con
no sólo a población clínica. En este marco menores de 3 a 0 años (M = 6,6; DT = 2,6).
teórico se realiza el presente estudio, cuyos La distribución de estas familias según el tipo
objetivos principales son en primer lugar, de estructura familiar fue: 39 familias tradi-
conocer las posibles diferencias que pueden cionales, 39 monoparentales, 3 homopa-
existir entre diferentes tipos familiares en rela- rentales, 3 reconstruidas, 39 con embarazos
ción a las variables implicadas en la conducta múltiples y 35 adoptivas. Las familias fueron
antisocial y, en segundo lugar, determinar el seleccionadas a través de un procedimiento
papel desempeñado por la variable tipo de de muestreo mixto e incidental y pertenecían
estructura familiar en el desarrollo de este tipo en su mayoría a las comunidades autónomas
de conductas. del País Vasco y Andalucía, aunque también
Siguiendo la concepción de conducta fueron seleccionadas un número pequeño de
antisocial defendida por Kazdin y Buela- familias de otras comunidades, sobre todo de
Casal (998) en este trabajo dicho término se Madrid y de Cataluña. Fueron evaluados un
empleará para hacer referencia ampliamente total de 02 niños (47,7) y 2 niñas (52,3)
a cualquier conducta que suponga una infrac- y la edad de los progenitores osciló entre los
ción de reglas sociales y/o sea una acción 23 y los 58 años.
contra los demás. Así, debe entenderse que
el término conducta antisocial se aplica para Instrumentos
hacer referencia a distintas acciones como
peleas, mentiras y otros comportamientos Entrevista de datos sociodemográficos.
que son considerados como disruptivos con Entrevista semiestructurada elaborada ad
un denominador común, la trasgresión de hoc para el estudio, que recogía, entre otras
las normas de la sociedad (Stoff, Breiling variables sociodemográficas familiares, el
y Maser, 997). Tales conductas serán con- tamaño familiar, nivel de ingreso mensual,
sideradas antisociales con independencia los nombres de los componentes familiares,
de su gravedad o de su relación o no con el las edades y los niveles de estudio.
ámbito legal y serán observables tanto en
menores bajo tratamientos clínicos como en Inventario HOME (Home Observation
la mayoría de los niños en el curso de su desa- for Measurement of the Environment) (Cald-
rrollo normal (Kazdin y Buela-Casal, 998). well y Bradley, 984) en sus versiones espa-
Igualmente, deberá entenderse que desde ñolas para preescolares y escolares (Moreno,
esta posición el comportamiento antisocial Palacios y González, 989). Este inventario
incluye a la agresión pero no está restringida evalúa la calidad del entorno familiar en rela-
a ésta, y englobará tanto actos manifiestos ción a la cantidad y calidad de la estimulación
(agresividad, desafío, maltrato escolar…) que este ofrece al desarrollo de los menores.
como encubiertos (robo, abuso de sustancia, Se aplica mediante una visita domiciliaria, en
destrucción de la propiedad). la que se combina la observación directa con
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la entrevista personal al cuidador principal evaluar las tres dimensiones de los estilos
del menor. La fiabilidad alcanzada por el parentales propuestas por Baumrind (Ro-
mismo fue de 0.739. bison et al., 200): democracia (5 ítems),
autoritarismo (2 ítems) y permisividad (5
Sistema de evaluación de la conducta ítems). El estilo parental de cada madre queda
de niños y adolescentes-BASC (Behavior definido por las puntuaciones obtenidas en
Assessment System for Children–BASC) (Re- cada una de las tres dimensiones menciona-
ynolds y Kamphaus, 992), instrumento para das. Se obtuvieron los siguientes índices de
padres, nivel (3- 5 años) y 2 (6-2 años), en fiabilidad: 0.87 en la dimensión democracia,
su versión española (versión Tea Ediciones 0.78 en la dimensión autoritarismo y 0.67 en
2004). Sistema de evaluación que informa de la dimensión permisividad.
las conductas (adaptativas y problemáticas)
presentadas por los menores en el ámbito Entrevista de Apoyo Social de Arizona
familiar y comunitario. Es cumplimentado (Arizona Social Support Interview Schedu-
por los padres y ofrece un perfil con dimen- le, ASSIS) (Barrera, 980; 98; Barrera et
siones globales, escalas adaptativas, escalas al., 985). Entrevista semiestructurada que
clínicas y escalas de control. A partir de la permite obtener información acerca del apo-
suma de las puntuaciones en las subescalas yo social con el que cuenta un determinado
de Agresividad y de Problemas de conducta, individuo o grupo social. Ofrece, entre otros
cuyos índices de fiabilidad fueron 0.79 y 0.69 indicadores, el tamaño de la red de apoyo y de
respectivamente, se obtuvo un índice global conflicto, la satisfacción con el apoyo recibi-
del nivel de conducta antisocial manifestado do y necesidad de apoyo manifestada.
por los menores.
Cuestionarios de conflicto marital.
Cuestionario de Estrés Parental (Pa- Instrumento elaborado ad hoc para la inves-
renting Stress Index, PSI) (Abidin, R., 986) tigación, compuesto por 0 ítems que deben
Cuestionario que evalúa el nivel de estrés ser respondidos en una escala tipo likert
presente en un determinado núcleo familiar. del  al 6 indicando la frecuencia en que se
Consta de dos partes diferenciadas, una de producen las afirmaciones presentadas en
0 ítems que aborda el estrés familiar exis- los distintos enunciados. Ofrece un índice
tente a partir de 3 dimensiones del sistema global de conflicto familiar marital. La escala
niño-padres generadoras de estrés, y otra fue cumplimentada por madres (M = 23,82,
compuesta por 22 ítems que evalúa el estrés DT = 7,85) y padres ( M = 23,2, DT = 5,65)
generado por la ocurrencia de sucesos vitales separadamente. A partir de la puntuación
estresantes (SVE), como puede ser muerte de media de los dos progenitores se obtiene una
un familiar, divorcio, problemas legales, etc. puntuación media de conflicto marital. La
La fiabilidad obtenida en ambas medidas fue escala obtuvo una fiabilidad de 0.88 (madres)
de 0.92 y 0.52 respectivamente. y 0.79 (padres).
Cuestionario PPQ (Parenting Practices Procedimiento
Questionnaire) (Robinson, Mandleco, Olsen
y Hart, 200). Instrumento de 32 ítems que Teniendo en cuenta la complejidad del
fue administrado a las madres con objeto de estudio, la selección de las familias partici-
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pantes se realizó mediante un procedimiento interés en participar y poseían las caracte-
de muestreo mixto e incidental a través de rísticas necesarias para formar parte de la
la colaboración de los centros educativos. muestra del estudio. Todas las familias fueron
Fueron seleccionados niños de distintos tipos evaluadas en sus hogares, tras la concertación
de familias: tradicionales, monoparentales, de una cita, y en todos los casos las evalua-
reconstituidas, homoparentales, adoptivas y ciones fueron realizadas por licenciados/as o
múltiples. Los criterios de elección de fami- doctores/as en Psicología, los cuales habían
lias fueron en todos los casos que el menor realizado un proceso de formación previo en
tuviese una edad comprendida entre los 3 y el uso y administración de los instrumentos
los 0 años, ambas incluidas, y que llevase al utilizados.
menos un año dentro de la estructura familiar
actual. Para la elección de las familias recons- Resultados
truidas se requería que el niño o niña objeto
de estudio fuese fruto de un emparejamiento Para la obtención de los resultados con-
anterior, y que llevase al menos un año de cernientes al primer objetivo de este estudio,
convivencia con el progenitor biológico y fue necesario, en primer lugar, conocer cuáles
su nueva pareja. Para las adoptivas, que la eran las variables familiares del estudio que
adopción hubiese tenido lugar con al menos se mostraban asociadas a la conducta anti-
un año de antelación a la realización del social. Para ello se llevó a cabo un análisis
estudio, y en el caso de las monoparentales, correlacional entre las variables familiares
que cuando esa situación fuese resultado de evaluadas y la manifestación de conductas
un divorcio o separación, este hubiese tenido antisociales. Dicho análisis mostró que la
lugar también como mínimo un año antes de manifestación de conducta antisocial por
la entrevista parte de los menores aparecía asociada sig-
El sistema anterior no fue suficiente, ya nificativamente a su edad, al nivel de estudio
que determinadas estructuras familiares son paterno, a la presencia de estilos educativos
difíciles de detectar a través de los centros de corte permisivo o autoritario, a la existen-
educativos, puesto que muchas familias pre- cia de conflicto familiar y a la presencia de
fieren preservar su intimidad y no revelar su estrés en la familia. (tabla ).
condición de familias adoptivas, reconstrui- Posteriormente al análisis correlacional
das u homoparentales. Por ello se solicitó la llevado a cabo, y teniendo en cuenta que el
colaboración de familias a través de diversas objetivo perseguido era conocer las posibles
asociaciones de familias de las comunidades diferencias que pueden existir entre diferen-
autónomas de Andalucía, Cataluña, Euskadi tes tipos de estructuras familiares en relación
y Madrid. Además, se siguió el sistema de a las variables implicadas en la conducta
bola de nieve, por el que unas familias que antisocial, se procedió a realizar un análisis
habían sido entrevistadas nos ponían en con- de comparación de medias (ANOVA) entre
tacto con otras familias. las diferentes estructuras familiares en las
La muestra quedó finalmente constituida variables que previamente habían mostraron
por aquellas familias que tras ser informadas estar relacionadas significativamente con
de la existencia del estudio, bien a través de las conductas antisociales. Los resultados
las instituciones comentadas o bien a través del análisis comparativo (ANOVA) pueden
de otras familias participantes, mostraban observarse en la tabla 2.
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Tabla 1. Matriz de correlaciones entre las variables del estudio.
Variables I II III IV V VI VII VIII IX X XI XII XIII XIV
I. Edad sujeto __
II. Edad paterna .28** __
III. Edad materna .20** .72** __
IV. Nivel estudios paterno -.7* .25** .24** __
V. Nivel estudios materno -.22* .5 .30** .52** __
VI. Ingresos mensuales -.07 .28** .33** .44** .46** __
VII. Permisividad -.02 -.08 -.3 -.8* -.4 -.3 __
VIII. Autoritarismo . -.02 .03 -.0 -.09 -.04 .38** __
IX. Democracia -.05 .09 .08 .4 .4* .0 -.26**-.8** __
X. Conflicto familiar -.03 -.0 .05 .05 .08 -.0 .07 .30** -.02 __
XI. Estrés (padres-menor) -.06 -.64* -.0 .5* .03 -.3 .34** .29** -.26** .5 __
XII. Estrés (SVE) -.3 -.20** -.23* .09 .04 -.4* .5* -.09 .0 .04 .29** __
XIII. Amplitud red apoyo -.4* -.03 .04 -.04 .7* .02 .20** -.02 .02 .0 .3 .3 __
XIV. Calidad contexto -.00 .24** .33** .8* .3** .2** -.7* -.2** .22** .0 -.03 .0 .0 __
XV. Conducta Antisocial .42** .06 .04 -.9* -.07 -.07 .9** .29** -.0 .20** .29** .03 .06 -.0
p* < 0.05 y p** < 0.0
Tabla 2. Comparación de medias entre los = 0,00; monoparentales p = 0,00; múltiples p
diferentes tipos familiares en las variables = 0,00 y adoptivas p = 0,00) a excepción de
relacionadas con la conducta antisocial infantil las familias adoptivas (p = 0,44). Igualmente
(ANOVA). reveló que eran los menores los de familias
reconstituidas los que presentaban una edad
gl F Sig. mayor, diferenciándose significativamente
Estrés familiar (PSI) 209 0,35 0,89 de los menores de familias homoparentales
Edad del menor 23 6,96 0,00** y adoptivas p = 0,00; p = 0,00). En relación
Nivel de estudios paterno 83 3,66 0,00** al nivel educativo paterno, el análisis post
hoc indicó que nuevamente eran las familias
Frecuencia de conflictos 68 0,70 0,63
homoparentales, con mayores niveles edu-
Permisividad 203 0,56 0,73
cativos paternos, las que se diferenciaban
Autoritarismo 204 ,90 0,0
significativamente del resto de categorías
p* < .05 y p** < .0
familiares (monoparentales p = 0,00; re-
constituidas p = 0,02 y múltiples p = 0,00)
Como muestra la tabla 2, sólo se encon- a excepción de las familias adoptivas y las
traron diferencias significativas en relación tradicionales (p = 0,58; p = 0,7).
a la edad de los menores y al nivel educativo En relación al segundo objetivo de este
paterno. Respecto a la edad de los menores, estudio, determinar el papel desempeñado
un análisis post hoc, mediante la prueba por la variable tipo de estructura familiar en
Tukey, reveló que los menores de las familias la conducta antisocial infantil, se comprobó
homoparentales presentaban una edad signifi- a través de un análisis de la varianza (ANO-
cativamente menor que la de los menores del VA) si existían diferencias significativas en
resto de categorías familiares (tradicionales p cuanto a los niveles de conducta antisocial
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manifestado por los menores pertenecientes relación a este tipo de familias se procedió
a diferentes tipos de estructuras familiares. a realizar un análisis de la covarianza (AN-
Dicho análisis reveló la existencia de dife- COVA) para conocer si las diferencias entre
rencias significativas F (5, 202) = 5,28 p = los diferentes tipos de familias en cuanto
0.00. Un procedimiento post hoc, mediante a la manifestación de conducta antisocial
la prueba Tukey, permitió apreciar que dichas seguían manteniéndose tras la eliminación
diferencias se producían entre los menores de de los efectos de las variables edad del sujeto
las familias reconstituidas y los menores del y nivel de estudio paterno. Dicho análisis
resto de estructuras familiares (tradicionales reveló que una vez eliminados los efectos de
p = 0.00; múltiples p = 0.00; homoparentales dichas variables las diferencias en niveles
p = 0.00 y adoptivas p = 0.00) a excepción de de comportamiento antisocial manifestado
las familias monoparentales (p = 0.06) que se por los menores de los diferentes tipos de
situaron en una posición intermedia (figura 1). estructuras familiares dejaban de ser signifi-
Como puede apreciarse en la figura , cativas (tabla 3).
los menores de las familias reconstituidas
fueron los que manifestaron mayores nive- Discusión
les de conducta antisocial, diferenciándose
significativamente del resto de menores de Este estudio persiguió principalmente
los otros tipos familiares, a excepción de los dos objetivos, en primer lugar conocer las
menores de familias monoparentales. diferencias que podían existir entre diferentes
Debido a que se quería conocer si las tipos familiares de contextos normalizados
posibles variaciones en conducta antisocial en relación a las variables implicadas en la
manifestada por menores de familias recons- conducta antisocial, y en segundo lugar, de-
tituidas se debían a la propia estructura fami- terminar cual era el papel desempeñado por
liar o, por el contrario, podían ser explicadas la variable tipo de estructura familiar en el
por las diferencias halladas anteriormente en desarrollo de este tipo de conductas.
24
20
3,94
6
9,89
2 8,68 8,93 8,26
8
6,93
4
0
Familias Familias Familias Familias Familias Familias
Tradicionales Monoparentales Reconstituidas Múltiples Adoptivas Homoparentales
Figura 1. Puntuación directa media en conducta antisocial de los menores de los diferentes tipos
familiares.
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Tabla 3. Efectos de la estructura familiar en y el nivel educativo paterno. Sin embargo,
conducta antisocial controlando los efectos de conviene resaltar que las diferencias encon-
la edad del menor y del nivel de estudio paterno tradas en relación a estas dos últimas varia-
(ANCOVA). Variable dependiente: Conducta
bles pueden ser atribuidas en gran medida a
antisocial. R cuadrado = 0,23 (R cuadrado
dificultad existente para igualar a las familias
corregida = 0,20).
con respecto a algunas variables sociodemo-
gráficas a causa de la escasez de determinadas
gl F Sig.
características familias disponibles en algu-
Modelo corregido 7 7,306 0,00**
nas de las estructuras familiares. Por ello,
Intersección  2,825 0,00**
consideramos que a pesar de las excepciones
Edad del menor  25,804 0,00** comentadas, los resultados encontrados en
Nivel estudios paterno  3,593 0,06 este estudio vienen a mostrar que en relación
T. Estructura familiar 5 2,084 0,07 a contextos familiares normalizados no pa-
Error 7 recen existir diferencias significativas entre
los diferentes tipos familiares en cuanto a las
Total 79
principales variables implicadas en la con-
Total corregida 78
ducta antisocial. Sin duda, este dato resulta
p** < .0
de gran interés teniendo en cuenta que, tal
como se expuso en la introducción, respecto
Respecto al primer objetivo perseguido, a dicho tema se cuenta con una limitada
los datos pusieron de relieve la existencia de información previa, ya que la mayoría de las
una alta homogeneidad entre los distintos investigaciones desarrolladas se han centrado
tipos familiares en relación a las variables generalmente en torno a la comparación de
asociadas a la manifestación de conducta an- familias tradicionales y monoparentales sin
tisocial, ya que no se encontraron diferencias atender a la totalidad de realidades familiares
significativas en las mismas entre los diferen- existentes, y que en la mayoría de los casos
tes tipos familiares. Así, variables claves para se ha trabajado a partir muestras de población
el desarrollo de conductas antisociales, tales clínicas (Rutter et al., 2000).
como el conflicto marital, el estrés familiar, Por otra parte, en relación a nuestro se-
y el estilo educativo, se manifestaron como gundo objetivo, determinar cual era el papel
independientes de las estructuras familiares desempeñado por la variable tipo de estruc-
al no aparecer ligadas significativamente a tura familiar en el desarrollo de conductas
ninguna de ellas. Sin duda, este dato propor- antisociales infantiles los datos pusieron
ciona un importante soporte empírico acerca de manifiesto que una vez controlados los
de la idea de que existe una alta homogenei- efectos ejercidos por variables asociadas a
dad entre los diferentes tipos de estructuras determinadas estructuras familiares, con-
familiares normalizadas en relación a la pre- cretamente la edad de los menores y el nivel
sencia de factores de riesgo para el desarrollo educativo paterno, la manifestación de dicho
de conducta antisocial. tipo de conducta era independiente del tipo de
No obstante, a pesar de la alta homoge- estructura familiar en el que el menor se de-
neidad citada, es cierto que si aparecieron sarrollaba, confirmando los datos ya encon-
diferencias significativas entre los diferentes trados por autores como Ensminger, Kellam
tipos de familias en cuanto a la edad del sujeto y Rubin (983) o Torrente y Ruiz (2005) que
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tampoco encuentran asociación entre el tipo En resumen, atendiendo a los resultados
de estructura familiar y la manifestación de encontrados parece que debe aceptarse que
comportamientos antisociales infantiles. centrándonos en el análisis de familias de
Sin duda, cabe resaltar que la alta ho- contextos normalizados existe una amplia
mogeneidad encontrada entre los diferentes homogeneidad con respecto a las variables
tipos de estructuras familiares en relación asociadas a la manifestación de conducta
a la presencia de factores de riesgo para el antisociales infantiles, y que, bajo el análisis
desarrollo de conducta antisocial ayuda a de dicho tipo de contextos, el tipo de estruc-
entender la ausencia de relación encontrada tura familiar en el que se desarrolle el menor,
entre tipo de estructura familiar y manifes- entendido este únicamente en base a la com-
tación de conducta antisocial infantil. Como posición de dicha estructura, no debe a priori
es defendido por autores como Wilson y ser entendido como un factor de riesgo para
Hernstein (985) las diferencias halladas la conducta antisocial infantil. Tal vez, como
en relación a la conducta antisocial entre parecen indicar otros estudios realizados con
diferentes tipos familiares pueden ser expli- muestras de sujetos clínicos determinadas
cadas mejor atendiendo a la diferencias en tipologías dentro de estructuras familiares
terceras variables tales como estrés familiar concretas, o determinados factores que se
o privación económica que en base al simple asocien a dichas familias, sí pueden constituir
hecho de pertenecer a un tipo determinado de factores de riesgo para los comportamientos
estructura familiar. De este modo, a la luz de antisociales infantiles, pero categorías fa-
los resultados obtenidos debe ser entendido miliares normalizadas tratadas como entes
que no es la propia estructura familiar lo globales no deben tener tal consideración
que determina el nivel de comportamientos por su mera composición. Como ya defendía
antisociales de los menores, sino más bien Minuchin en 979, el establecimiento de
los procesos y variables que tienen lugar en jerarquías, la existencia de límites, la defini-
el seno de las familias. ción de roles y funciones y la disolución de
McCord (982) encontró que el índice de alianzas o triángulos dentro de las familias,
delincuencia era elevado entre niños criados y no sólo su composición, serán importantes
en un hogar conflictivo no deshecho pero factores a considerar para la determinación
bajo en los procedentes de un hogar deshecho de la funcionalidad de las mismas.
siempre que la madre fuese afectuosa. Pero, Finalmente, conviene terminar haciendo
como indica Rutter el al. (2000), tal vez la referencia a algunas de las limitaciones de
comprobación más directa de lo planteado en este estudio. En primer lugar, habría que
líneas previas es la ofrecida por Fergusson, mencionar el hecho de que la selección de
Horwood y Lynskey (992) que mostraron las familias no se realizó de forma aleatoria,
que considerados de manera independiente, algo que suele ser muy complicado, e incluso
tanto las separaciones familiares como el imposible en el caso de algunas estructuras
conflicto familiar correlacionaban con la familiares. El tipo de muestreo utilizado ha
presencia de conducta antisocial. Pero que producido algunos sesgos, como el alto nivel
cuando se consideraban juntos en un análisis educativo de las parejas homoparentales
multivariado, el conflicto familiar seguía o la mayor edad de los niños de familias
siendo un importante factor de influencia reconstituidas. Y aunque el sesgo podría
mientras que las separaciones no. haber sido corregido mediante la técnica del
0 Apuntes de Psicología, 2009, Vol. 27, número 2, págs. 000-000.