Cornelius Castoriadis Una sociedad a la deriva Entrevistas y debates (1974-1997] Edición preparada por Enrique Escobar, Myrto Gondicas y Pascal Vernay Traducido por Sandra Garzonio discusiones Castoriadis, Cornelíus Una sociedad a la deriva : entrevistas y debates, 1974-1997 - la ed. - Buenos Aires : Katz, 2006. 352 p.; 13x20 cm. Traducido por: Sandra Garzonio ISBN 987-1283-05-9 1. Filosofía Occidental. I. Sandra Garzonio, trad. II. Título CDD 190 Primera edición, 2006 cultura Libre © Katz Editores Sinclair 2949, 5o B 1428, Buenos Aires www.katzeditores.com Une société a la deríve. Título de la edición original: Entretiens et débats, 1974-1997 © Éditions du Seuil, París, 2005 ISBN: 987-1283-05-9 [rústica] ISBN: 84-609-8361-7 [tapa dura] 'Diseño de colección: tholün kunst Impreso en la Argentina por Latingráfica S. R. L. Hecho el depósito que marca la ley 11.723. índice 7 Presentación ITINERARIO 19 El proyecto de autonomía no es una utopia (1993) 31 Por qué ya no soy marxista (1974) 75 Las significaciones imaginarias {1981) 107 Respuesta a Richard Rorty {1995) 125 Guerras en Europa (1992) INTERVENCIONES 149 “Si es posible crear una nueva forma de sociedad” (1977) 167 Lo que no pueden hacer los partidos políticos (1979) 177 Los envites actuales de la democracia (1986) 183 “Atravesamos una mala época...” (1986) 189 ¿Hay vanguardias? (1987) 201 Qué es una revolución (1988) 211 Ni necesidad histórica, ni exigencia solamente “moral”: una exigencia política y humana (1988) 217 Cuando el Este bascula at Oeste (1989) 223 Mercado, capitalismo, democracia (1990) 229 Una “democracia” sin la participación de los ciudadanos (1991) ^35 La guerra de! Golfo reconsiderada (1991) 241 Gorbachov: ni reforma ni vuelta atrás (1991) 251 Guerra, religión y política (1991) 259 Comunismo, fascismo, emancipación (1991) 265 La ecología contra los mercaderes (1992) 269 La fuerza revolucionaria de la ecología (1992) 28l Una sociedad a la deriva (1993) 295 Sobre el juicio político (1995) Ni resignación, ni arcaísmo (1995) Una trayectoria singular (1997) Cronología y bio-btbUografía Presentación Este volumen reúne entrevistas y debates en los que Cornelius Cas- toriadis, pensador proteiforme que fue con igual pasión militante político, economista, psicoanalista y filósofo, participó entre 1974 y 1997. Corresponden a la segunda parte de su carrera, esencialmente dedicada a la reflexión filosófica, después de la experiencia de la revista y del grupo Socialisme ou Barbarie (1948-1967). Debido a que esta última es estudiada en detalle en uno de los textos (1974), pode mos afirmar que aquí se presenta al lector todo su itinerario intelec tual.' Esperamos que esta recopilación sea útil para todos aquellos que se acercan a este autor por primera vez, pues puede ofrecer un hilo conductor para orientarse en una obra a veces densa y compleja. Otros encontrarán en ella un resumen claro y cómodo de posiciones que -él mismo era muy consciente de ello- distan de ser evidentes para todos. En este libro podrá verse en particular cómo dos cuestiones, la de la verdad y la de la vida en sociedad, eran para él en última instancia inseparables, y cómo ellas se encontraron unidas en su propia histo ria. Como dice en uno de sus textos, son cuestiones propiamente “interminables”—expresión que podría haber dado, además, título a esta recopilación-. Preferimos comenzar, alterando el orden cronológico, con una entrevista de 1992, en la que Castoriadis presenta sucintamente lo que 1 Agregamos una cronología, también una bibliografía que no es exhaustiva, por cierto, pero que esperamos sea útil para aquellos que quieran profundizar. entendía en esa época -y encontraremos aquí posiciones que man tuvo hasta el final de su vida- por “proyecto de autonomía” indivi dual y colectiva. Luego, en esta primera parte, retomarnos dos entre vistas más extensas, también más trabajadas, que, como suele decirse, fueron sin duda muy atentamente “revisadas y corregidas por el autor”.2 La de 1974 contiene la presentación más completa que haya brindado sobre lo que fue el grupo y la revista Socialisme ou Barba rie. Está hecha con la distancia suficiente (el grupo desapareció en 1967), pero también en un momento en que las cuestiones que se debaten están aún fuertemente presentes, tanto en el medio -restrin gido, por cierto- que ha seguido o que descubre la revista, como en su propio trabajo. Encontramos resumidas aquí (así como en la entrevista de 1977 de la segunda parte de este volumen) las concep ciones de Castoriadis sobre las grandes cuestiones estudiadas en la revista: la naturaleza económica y social de los países del antiguo blo que “soviético”, la experiencia de la burocratización en la sociedad y en el movimiento obrero mismo, la ruptura con el marxismo, las posibilidades de una sociedad autónoma. En la entrevista sobre “Las significaciones imaginarias” (1982) presenta ideas que han estado en el centro de su reflexión desde La institución imaginaria de la socie dad (1965-1975), en particular la naturaleza de las significaciones que 2 Lo mismo vale para otras largas entrevistas, retomadas luego en volumen, que también examinan el conjunto de sus posiciones políticas: “L’exigence revolutionnaire”, en Le Contenu du socialisme, París, uce, “10/18” 1979, pp, 323- 366 [trad. esp.: “La exigencia revolucionaria”, en La exigencia revolucionaria. Colección de escritos de Cornelius Castoriadis, Madrid, Acuarela, 2001 ]; “Une interrogation sans fin” (1979), en Domaines de l'homme, París, Seuil, 1986, pp. 241-260, reedición “Points Essais” 1999, pp, 299-324. [trad. esp.: “Una interrogación sin fin” en Los dominios del hombre. Encrucijadas del laberinto II, Barcelona, Gcdisa, 1995]; una de 1993 que da su título a la recopilación La montée de l’msignifiance, París, Seuil, 1996, pp. 82-102 [trad. esp.: El avance de la insignificancia. Encrucijadas del laberinto IV, Buenos Aires, Eudeba, 1997]; y en el mismo volumen “El deterioro de Occidente” (1991). Hay aquí tres excepciones: la respuesta a Richard Rorty, la conferencia de 1992 sobre tas guerras en Europa y la última entrevista (1997) con Lilia Moglia, a la cual los responsables de esta edición dieron su forma definitiva. hacen que las sociedades “tengan cohesión”, significaciones que ha llamado “imaginarias”, pues no podría reducírselas a lo “real” ni a una dimensión “racional-funcional”. Estas cuestiones fueron tam bién el principal objeto de su enseñanza en L’École des Hautes Étu- des en Sciences Sociales (ehess) (1980-1995), que debía dar el material para una obra en varios volúmenes titulada La creación humana —un proyecto que no pudo concluir-.3 A pesar de que el debate con Richard Rorty no contiene una exposición de conjunto de las posi ciones del autor, toca cuestiones lo suficientemente amplias como para que hayamos preferido incluirlo en esta parte. Lo mismo ocurre con la conferencia de 1992 sobre las guerras en Europa, que, además del interés intrínseco del tema, permite recordar la importancia que tuvo en la vida y en la obra de Castoriadis el análisis de la dimensión psíquica del ser humano. Es sabido que los análisis más extensos que Castoriadis dedica a la realidad económica y social, ya sea en los textos de S. ou B. o en las actualizaciones de la reedición en “ío/iS’V1 se relacionan esencial 3 Los seminarios de la ehess se están publicando con este título en las Éditions du Seuil. Han aparecido ya Sur Le Politique de Platón (publicación parcial del año 1985-1986) [trad. esp.: Sobre El Político de Platón, Buenos Aires, fce, 2003]; Sujet et vérité dans le monde sodal-hístorique (2002) (año 1986-1987) [trad. esp.: Sujeto y verdad en el mundo histórico-social, Buenos Aíres, FCE, 2004]; y Ce quifait la Gréce. 1. De Homero a Heráclito (2004) (publicación parcial de! año 1982-1983) [trad. esp. en preparación]. 4 En particular “Sur la dynamique du capitalisme”, S. ou B„ 12 (agosto- septiembre de 1953) y 13 (enero-marzo de 1954); los textos “Sur le contenu du socialisme” (1957-1958) son retomados en 1979 en Le contenu du socialisme; “Le mouvement révolutionnaire sous le capitalisme moderne” (1960-1961) (Capitalisme moderne et révolution, 2,1979) [trad. esp.: Capitalismo moderno y revolución, Madrid, Ruedo Ibérico, 1979], así como la “Introducción a la edición inglesa...” (1974), en Capitalisme moderne... 2, donde dio su interpretación sobre el episodio inflacionario (1960-1970) de la posguerra. Pero también “Technique” (1973) (en Les carrefours du labyrinthe, París, Seuil, 1978) [trad. esp.: Las encrudjadas del laberinto, Barcelona, Gedisa, 1986]; “Réflexions sur le ‘développement’ et la ‘rationalité’” (1974), en Domaines de l’homme, París, Seuil, 1986 [trad. esp.: “Reflexiones sobre el 'desarrollo’ y la ‘racionalidad’”, en Sobre el desarrollo, Kairos, 1980); “Valeur, égalité, justice, politique...” (1975), en Les carrefours... mente con el mundo entre 1945 y 1975, cuyos dirigentes habían aprendido las lecciones (parcialmente) de la terrible experiencia del período situado entre las dos guerras. Este mundo, en su parte des arrollada, se basaba en un equilibrio relativo entre la empresa capi talista, el Estado y las diversas burocracias políticas y sindicales —los “representantes” de los asalariados-. Criticando a aquellos que se aferraban a la idea de que existe una dinámica de las contradiccio nes objetivas del capitalismo descripta en lo esencial en El capital, afirmando que más de un siglo de luchas sociales había conducido a la transformación del capitalismo y a la aparición de una verda dera política capitalista que toma en cuenta los intereses del sistema -globales y en el largo plazo-, Castoriadis se dedicó a demostrar que este universo sigue siendo labrado por las contradicciones y la irra cionalidad propias de la organización burocrática de “una estructura social en la cual la dirección de las actividades colectivas está en manos de un aparato impersonal organizado de manera jerárquica, que actúa supuestamente según criterios y métodos ‘racionales’, que es privilegiado económicamente y reclutado según las reglas que de hecho él mismo dicta y aplica”.5 Por cierto, este universo no se encontraba al abrigo de las crisis, al contrario; pero estas crisis no dependían de los factores y de la dinámica que el análisis marxista había creído descubrir. El reverso -condición y consecuencia- de esta realidad es la destrucción de las significaciones, la irresponsa [trad. esp. en Las encrucijadas...]. Véase también, para la etapa posterior, las páginas 128-212 de Devartt la guerre, París, Fayard, 1981 [trad. esp.: Ante la guerra, Barcelona, Tusquets, 1986]; “La crise des sociétés occidentales" (1982), en La montée de Vinsignifiance, 1996 [trad. esp.: “La crisis de las sociedades occidentales”, en El avance de la insignificancia, Buenos Aires, Eudeba, 1997]; y por último “La ‘rationalité’ du capitalisme” {1977), en el volumen postumo Figures du pensable, París, Seuil, 1999 [trad. esp.: Figuras de lo pensable, Buenos Aires, fce, 2001]. 5 “Le mouvement révolutionnaire sous le capitalisme moderne” (1960-1961), en Capitalisme moderne... 2, p. 127 [trad. esp.: “El movimiento revolucionario bajo el capitalismo moderno”, en Capitalismo moderno y revolución, Madrid, Ruedo Ibérico, 1970]. 6 IU4„ p. 48' bilidad de masa, y sobre todo lo que ha llamado la privatización, la retirada de la población de la esfera política: la población “se ocupa de sus asuntos, mientras que los asuntos de la sociedad le parecen escapar de su acción”.6 Ahora bien, esta evolución -esta ausencia de fuerzas capaces de oponerse a las tendencias destructoras del sis- tema- a la larga sólo podía abrir la puerta a un capitalismo librado a sus demonios: es lo que viene ocurriendo cada vez con más nitidez después de 1980. Castoriadis, ocupado cada vez más por su trabajo filosófico, no presentó análisis de conjunto7 de la sociedad posterior a 1980 y de la “contraofensiva” de las capas dirigentes, de esta fase caracterizada por el borramiento voluntario -y sin duda finalmente suicida para el sistema- de los actores estatales. De ahí el interés de las indicaciones que se encuentran en los textos reunidos en la segunda parte. Se trata de entrevistas más cortas, de textos de circunstancia podría decirse, que, como tales, deberían alcanzar para desbaratar la leyenda de un Castoriadis indiferente a la vida política a partir de cierto momento. Vuelve aquí incansablemente sobre la cuestión de la democracia: sobre su carácter inacabado, su pasado y su futuro en el mundo occidental. Se expresa con su vigor acostumbrado, sin pre ocuparse demasiado por sutilezas (son textos de intervención y no de análisis, no lo olvidemos), con términos voluntariamente sim ples pero que, sobre todo, no debemos creer simplificadores. Aque llo que en Castoriadis es una afirmación brutal corresponde en general a un hecho brutal, cuyas características muy a menudo el tiempo no ha hecho más que revelar. El lector que tuviese alguna duda sobre este punto podría comparar la fecha de las entrevistas, el diagnóstico formulado en la época y lo que ocurrió después. 7 A pesar de que sólo en los últimos años -sabiendo que el tiempo le faltaría- abandonó sus esfuerzos por dar un análisis del “sistema mundial de dominación” y publicar el volumen sobre La dymmique du capitalisme previsto en la reedición de sus artículos en “10/18”. Sin embargo, en “La ‘rationalité’ du capitalisme” (1997) pueden encontrarse indicaciones sobre lo que habría sido la orientación de este trabajo. Dos ejemplos serán suficientes. Lo que se dice acerca de la retirada de los ciudadanos de los asuntos públicos podía parecer pesimista en los años 1970 o 1980. Hoy en los grandes países “democráticos”, e incluso en aquellos donde la democracia llamada representativa pare cía más arraigada, a veces los gobernantes no “representan” más que a un elector entre cinco; y la mayoría de los miembros del cuerpo elec toral a menudo se niegan a participar, de hecho, en la vida del sistema. Es verdad que desde 1995, y sobre todo desde 1999, en los países des arrollados la pasividad ha dejado de ser total. Se crean movimientos, cuyos aspectos positivos sin duda habrían sido acogidos favorable mente por Castoriadis. Pero tampoco nadie duda de que habría esti mado que la condición indispensable para su éxito, aunque éste fuese parcial, es que sepan aprender todas las lecciones del siglo pasado, y en particular la de la experiencia totalitaria. Pues, con todo, la desecación del mar de Aral -que probablemente haya sido la catástrofe ecológica más grande del siglo-, o los millones de muertos de hambre en China, que fueron el precio del fracaso del “Gran Salto hacia adelante”, no fueron los productos del reinado exclusivo de las relaciones “mercan tiles”. Nada se hará, nada se obtendrá si no se entiende claramente que la impostura “liberal” no es la única forma de impostura, que el calle jón sin salida “liberal” no es el único callejón sin salida al que deba mos temer para la humanidad de mañana. Castoriadis se preguntaba también lo que podía ser el porvenir de una sociedad cuyo único freno es el miedo de la sanción penal. Hoy, después de Enron y tantos otros casos, cuando vemos desapa recer como por arte de magia el equivalente del pbi anual de más de un Estado medianamente desarrollado, haría falta una tremenda ceguera para creer que sólo se trata de aspectos moralmente desagra dables de la vida social, viejos como el mundo y sin relación con la estructura misma de nuestra sociedad; o para objetar que en los paí ses no desarrollados la corrupción está desde siempre en todas par tes; esto es indiscutible, pero muestra claramente lo que está en juego en nuestros países desarrollados. Nada, decía Castoriadis,8 “en i ((Véa* aquí, p. au.>