MARIO KAPLÚN UNA PEDAGOGÍA DE LA COMUNICACIÓN EDICIONES DE LA TORRE MADRID, 1998 Proyecto Didáctico Quirón, n.° 101 © Del texto: Mario Kaplún De esta edición: Ediciones de la Torre Sorgo, 45 - 28029 Madrid Tel. y Fax: 91-315 55 66 Correo electrónico: [email protected] Página web: http://www.edicionesdelatorre.com Primera edición: marzo de 1998 ET Index: 384PDQ101 ISBN: 84-7960-185-X Depósito Legal: M. 10.519-1998 Impreso en España/Printed in Spain Gráficas Cofas, S. A. Polígono Prado de Regordoño Móstoles (Madrid) El signo © (copyright: derecho de copia) es un símbolo internacional que representa la propiedad de autor y editor y que permite sólo a quien lo ostenta la copia o multiplicación de un original. Por ello esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada o trans mitida por un sistema de recuperación de información en ninguna forma ni por ningún medio, sea mecánico, fotoquímico, electrónico, mag nético, electroóptico, por fotocopia o cualquier otro, sin el permiso por escrito de la editorial. De acuerdo con lo anterior, la fotocopia no auto rizada de este libro o parte de él está expresamente prohibida por la ley y constituye delito. , PRIMERA PARTE: LA COMUNICACIÓN EDUCATIVA 9 INTERROGATORIO PREVIO 11 I. MODELOS DE EDUCACIÓN Y MODELOS DE COMUNICACIÓN 15 Introducción 17 1. Énfasis en los contenidos 21 2. Énfasis en los efectos 29 3. Énfasis en el proceso 47 4. Qué entender por comunicación 59 5. Caminos y métodos para la participación 67 6. Un punto de partida decisivo: la prealimentación 77 II. EL PROCESO COMUNICATIVO: LA PRÁCTICA DE LA COMUNICA CIÓN 83 Introducción 85 1. La actitud de comunicar 89 2. Los múltiples lenguajes de los seres humanos 103 3. Los signos compartidos 111 4. A las ideas por los hechos 132 5. El mensaje vivo 147 6. Los signos traicioneros 153 7. Comunicar es siempre optar 165 8. Esos perturbadores ruidos 179 SEGUNDA PARTE: POTENCIAR EMISORES 195 PUENTE EN OBRA 197 I. LAS TRAMAS DE LA INTERLOCUCIÓN 199 1. Escribir para ser leídos 201 2. Comunicación y apropiación del conocimiento 209 II. DEL EDUCANDO OYENTE AL EDUCANDO HABLANTE 223 Introducción 225 1. Una comunicación educativa instrumentalizada 227 2. Una comunicación educativa generadora 237 EPÍLOGO 245 Para evaluar nuestros mensajes 247 INTERROGATORIO PREVIO A ntes de emprender su exploración, conviene que el lector interrogue al texto que tiene entre sus manos. — ¿Para quiénes es esta Pedagogía de la Comunicación y para qué puede servirles? 1. Para los estudiantes de Educación y de Ciencias de la Información Este texto aspira a convertirse en un instrumento de trabajo de aque llos comunicadores y estudiantes animados por una inquietud educativa; de quienes ven la Comunicación no sólo como una profesión y un medio de vida sino como «algo más»: como un servicio a la sociedad. Una práctica profesional así entendida no sólo requiere conocer y dominar los recursos mediáticos; necesita sustentarse en una pedagogía comunicacional. Tengo razones para confiar en que ha de serles útil. Cuando he traba jado estos principios básicos de Comunicación Educativa con estudiantes, ha sido frecuente oírles decir en el momento de la evaluación: «En este curso se me han aclarado conceptos que en la universidad nunca logré aprehender. Porque me los describían teóricamente; pero no me mostra Esta primera ban cómo se aplicaban ni para qué servía conocerlos». parte es una nueva ver Quizá uno de los estímulos que me impulsaron a plasmar esta sión revisada y actuali Pedagogía en un libro fue la apreciación de un estudiante avanzado, ya a zada por el autor expresamente para esta punto de graduarse: «Si en la facultad me hubiesen presentado esta visión edición española. de la Comunicación al comienzo de mis estudios, creo que toda mi carre El autor agradece ra habría sido diferente». a Roberto Aparici sus útiles sugerencias para esta revisión. 2. Para todos los que, de hecho, practican la comunicación Ilustraciones de La Comunicación no es sólo una «especialidad», un coto exclusivo de la edición original: los profesionales formados en ella. Verbigracia, toda acción educativa, aun Mari Carmen García 12 | INTERROGATORIO aquella que se realiza presencialmente en el aula y sin uso de medios, PREVIO implica un proceso comunicativo. Un buen educador también necesita comprender este proceso. Podemos mirar aun más lejos. Piénsese en los múltiples mensajes que a diario son emitidos en el escenario social: un periódico sindical..., un vídeo para la prevención del SIDA..., un folleto sobre cooperativismo..., una campaña ecológica en pro de la preservación del medio ambiente..., incluso la prédica de un sacerdote. Bien mirados, todos ellos son mensa jes educativos. O, al menos, aspiran a serlo. He trabajado esta Pedagogía de la Comunicación: — con profesores de enseñanza Primaria y Secundaria; — con médicos y estudiantes de Medicina; — con higienistas dentales; — con psicólogos sociales; — con trabajadores sociales; — con nutricionistas; — con economistas que necesitaban divulgar nociones de Economía para trabajadores; — con dirigentes sindicales y encargados de periódicos de organiza ciones obreras; — con integrantes de organizaciones y movimientos sociales (ecológi cos, feministas, vecinales, etc.); — con animadores culturales; — con agentes pastorales. Y he podido comprobar cómo a muchos les abre un mundo nuevo, les cambia los esquemas, los lleva a revisar la manera convencional en que se comunicaban con sus destinatarios y a encontrar formas más efectivas de «llegar» a ellos y de comunicarse. — ¿Un manual técnico... u otra cosa? Generalmente, los que acuden a nuestros Talleres de Comunicación Educativa llegan esperando sobre todo técnicas. Piensan que si sus produccio nes y mensajes no logran «llegar» eficazmente a sus públicos es sólo por su des conocimiento de los recursos instrumentales. Pero, a medida que van vivien do el taller, descubren que hay cuestiones más importantes que las técnicas. No porque ellas no sean necesarias. Para realizar un buen material educativo —un vídeo, un impreso, un programa de radio— es indispen sable el dominio de las respectivas técnicas específicas. Pero con ellas no basta. Antes es preciso conocer los principios para una buena comunica ción, y éstos se aplican a todos los medios por igual. La mayoría de los fallos que cometemos no viene tanto de carencias técnicas cuanto del hecho de que no nos hemos planteado nuestro folle to, nuestro vídeo, nuestro radiomensaje, nuestro tebeo educativo, nuestro periódico, como un problema de comunicación. — ¿Un texto de teoría, entonces? Sí y no. Obviamente, la teoría es necesaria. Sin una mínima base teórica difí cilmente se logra una comunicación eficaz. Pero la teoría que se ofrece en estas páginas está basada en la expe riencia. Esta Pedagogía nació de muchos años de práctica, produciendo materiales de comunicación educativa e impartiendo cursos y talleres de capacitación. Se ha enriquecido con el aporte de todos los participantes en ellos. Cada uno trajo sus propuestas, sus logros, sus dificultades. Hay, pues, mucha práctica en el trasfondo de este texto. Y hemos pro curado hacerlo así, muy práctico. Desarrollamos nociones teóricas pero aplicándolas, mostrando cómo se traducen en el quehacer concreto. — ¿Qué se entiende por «comunicación eficaz»? El adjetivo sólo adquiere validez y sentido en tanto referido a una Comunicación Educativa. No se trata entonces de imitar o reproducir acríticamente el modelo de los medios masivos hegemónicos. Estamos en busca de «otra» comuni cación: participativa, problematizadora, personalizante, interpelante. Para lo cual también necesita lograr eficacia. Pero a partir de otros principios y hasta con otras técnicas. En este texto, • adoptamos aquellos principios generales de la Teoría de la Comunicación que pueden servir y ser aplicados a nuestros objetivos. Los adoptamos pero críticamente. En la mayoría de los casos, los adaptamos; los reelaboramos para su aplicación a una Comunicación Educativa de proyección social. • e incorporamos otros principios nuevos, que no están en los textos clásicos y que son no sólo distintos sino a veces incluso opuestos a los que se encuentran en los manuales corrientes. Porque estamos buscando una comunicación diferente. — ¿Puede ser útil a lectores españoles un texto escrito por un autor lati noamericano? Cierto es que, en su opción por nutrirse de la práctica, esta Pedagogía contiene un gran número de ejemplos (más aún, diría que toda ella está construida a partir de ejemplos); y no menos cierto que la mayor parte de ellos, por cuanto emergen de la experiencia, llevan la impronta latinoa mericana. Habida cuenta de que su autor nació y mora en tierras de América, no podía ser de otro modo: las experiencias no se inventan, se viven. Sin embargo, confío en que no será difícil al lector hispano «traducir» esos ejemplos, inferir de ellos consecuencias y aplicarlos a su propia reali dad. Por añadidura, en ese ejercicio de transposición su lectura se hará más activa y participativa; y es precisamente a ese tipo de lectura a la que este texto aspira. — Un texto que quiere comunicarse con sus lectores A diferencia de otros libros que son como un monólogo del autor, qui siera que esta Pedagogía no fuera simplemente leída sino trabajada, inte rrogada, dialogada. De ahí que la haya escrito así, en estilo de conversación, con muchas preguntas, abierto a las imaginarias intervenciones del lector. He querido escribir un texto de comunicación que fuera él mismo comunicativo. Si he procurado reflejar en él los diálogos y las discusiones que se dan en nuestros talleres, ha sido en la esperanza de que el lector se sienta así participando él también en un taller. Comencemos, pues, el diálogo. I MODELOS DE EDUCACIÓN Y MODELOS DE COMUNICACIÓN