Description:Otro relámpago incendió de verde el interior del almacén. Leib Rodner tuvo el tiempo preciso para ver al culi tras unos fardos de hierba lalan.Desenfundó rápidamente la pistola, cuando alguien se le acercó:—¡Comandante! ¡Creo que nos siguen!Era el sargento Loew. Y Leib ahogó una maldición. La aparición del subordinado hizo que perdiera unos segundos preciosos. Cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde.No pudo hacer otra cosa que extender los brazos de manera que con ellos alcanzase al sargento y al soldado malgache que se acababa de situar a su derecha.—¡A tierra!