Una mujer (Une femme, 1988), uno de los más importantes éxitos de crítica y de público de la literatura francesa reciente, es el relato verídico de la vida y la muerte de la madre de la autora. No se trata ni de una biografía ni de una novela, sino de un texto narrativo de extraordinario rigor y lucidez, verdadera y singularísima obra maestra en su género. En palabras de François Nourissier, en Le Figaro Magazine, «cualquiera que haya conocido la terrible modestia de los pobres, su dignidad siempre en carne viva, su pudor, cualquiera que haya medido la humillación de un padre o de una madre que ya no es capaz de seguir a su hijo, cualquiera que haya vivido la abominable agonía de las personas a quienes amamos sin tener ya nada que decirles, leerá Una mujer con el corazón en un puño». Con esta obra «de una fuerza incomparable» (Le Point), Annie Ernaux «se ha situado, en la escala del éxito, en primera posición, por delante de la novela de Kenizé Mourad De parte de la princesa muerta» (L'Express).