¿Qué haría usted si fuese periodista y una importante revista le encomendase una nota sobre el misterio de las personas desaparecidas? El inquieto protagonista de esta novela resuelve… “desaparecer” él mismo. Así como suena: desaparecer por treinta días. Si la policía no lo encuentra antes, nuestro periodista verá su nota publicada y recibirá una gruesa suma de dinero, por añadidura. Si, en cambio es hallado, el premio será entregado a quien lo descubra. Lo que no esperaba el héroe de este fascinante relato, es la sucesión de aventuras, robos, enredos… y asesinatos con que se vería confrontado.
Y lo que no esperaba el lector es el sorprendente y magistral desenlace que el autor le reserva en las últimas páginas.