La vida familiar de los Teys gira obsesivamente en torno a la Biblia y las revelaciones religiosas. William Teys ha hecho suyas las palabras del Génesis: «Dios me ha enviado para preservar vuestra estirpe y hacerlos vivir para una gran salvación». Su hija Roberta, una chica poco agraciada e introvertida, ha crecido bajo la agobiante peso de las sentencias bíblicas. Y cuando la tragedia se abate sobre ellos, no vacila en confesarse única culpable de la destrucción de su familia… Esta estremecedora novela describe vívidamente la asfixiante vida de un pequeño pueblo inglés y la zozobra y perversión a que conduce el fanatismo religioso, capaz de provocar una catástrofe en la mente de una joven sometida a un padre tiránico.