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Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales en futuros técnicos de salud PDF

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Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales en futuros técnicos de salud (*) A Scale for measuring attitudes to the mentally ill among future health workers Luis FERNANDEZ RIOS (**); M. TORRES COLLAZO y M: C. CARBALLAL BALSA 1. INTRODUCCION RESUMEN No entrando en la po­ lémica de si la enfer­ El objetivo del presente trabajo fue el de construir una Escala medad mental y los en­ tipo Likert para la medición de actitudes hacia los enfermos mentales en futuros técnicos de salud. La población elegida fermos mentales exis­ (N = 7.869) estaba constituida por los alumnos de segundo y ten (1) o no (2), parti­ cuarto curso de las Facultades de Farmacia, Psicología y Me­ mos del hecho empí­ dicina, y segundo de las Escuelas Universitarias de Enfermería rico de que hay una y Trabajo Social. De dicha población se extrajo una muestra serie de personas que representativa de 381 sujetos. La Escala está constituida por por muy diversos mo­ 20 ítems y ha demostrado su fiabilidad y validez. tivos llegan a ser con­ (*) Queremos agradecer a diversas personas el haber­ SUMMARY nos facilitado la realización del presente trabajo. Entre ellas, a los alumnos de las dis­ A Likert-tipe Scale has been constructed to measure attitudes tintas facultades que han co­ to the mentally ill among a population of 7.869 future health laborado rellenando las es­ workers (2nd-and4th-year Pharmacy, Psychology andMedicine calas. A los profesores nues­ undergraduates, and2nd-yearstudentsofNursingandSocial tro agradecimiento por con­ Work) using a representative 381 subject sample. The final cedernos unos minutos de sus clases para la aplicación 20-item Scale has proved to be valid and reliable. de las mismas; y nuestro re­ conocimiento al profesor doc­ tor Javier TEJEDOR por sus siempre cordiales y certeras PALABRAS CLAVE ayudas metodológicas. A todos ellos gracias. En cualquier caso la responsa­ Actitudes. Actitudes comunitarias. Enfermedad mental. Pa­ bilidad final del presente tra­ cientes mentales. Salud mental. bajo y de sus posibles defec­ tos deben ser únicamente atribuidos a los firmantes del mismo. KEYWORDS (**) Departamento de Psi­ cología Clínica y Psicobiolo­ gía. Facultad de Filosofía y Attitudes. Communityattitudes. Mental health. Mental illness. Ciencias de la Educación. Uni­ Mental patients. versidad de Santiago de Com­ postela. La Coruña. España. 637 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E. N. Vol. VIl/. N. o 27. 1988 sideradas como enfermos mentales. Y, los enfermos mentales. El paso siguien­ aunque reconocemos la utilidad que pa­ te es el de exponer el proceso de cons­ ra los filósofos de la ciencia pueden trucción de la Escala, así como el de su tener los denominados "problemas con­ fiabilidad y validez. Finalizaremos indi­ ceptuales" nosotros en el trabajo nos cando algunas ventajas e inconvenien­ centramos en los "problemas empíri­ tes de la Escala y de las posibles pers­ cos", los cuales suelen ser más fáciles pectivas futuras. de ilustrar que de definir (3). En el pre­ sente trabajo el problema empírico con­ creto es el de que, excepto en muy raras 2. EL PROBLEMA DE LA ocasiones, existe una actitud negativa DEFINICION DE LAS ACTITUDES hacia los enfermos mentales. Aunque reconocemos que en los te­ Tanto en el lenguaje académico como mas que vamos a tratar aquí sí pueden en el discurso lingüístico cotidiano, muy existir problemas teóricos ("problemas a menudo se hace referencia a actitu­ conceptuales") nuestro objetivo es prio­ des hacia objetos sociales o no. ritariamente práctico. Se trata de cons­ Queremos desde ahora indicar ya, truir una Escala de actitudes tipo LIKERT que en el presente trabajo no vamos a (4) hacia los enfermos mentales en fu­ hacer referencia ninguna a la distinción turos técnicos de salud. entre actitudes, opinión, creencia y valor. No nos ocuparemos de las teorías de Tradicionalmente la disciplina dentro las actitudes ni de ningún otro aspecto de la cual se han llevado a cabo las teórico que pueda estar implicado en investigaciones acerca de las actitudes el presente trabajo. Sin embargo, es es la Psicología Social. Ahora bien, a necesario indicar que esta ausencia de pesar de la abundantísima bibliografía cuestiones teóricas no significa que no disponible sobre las actitudes, la situa­ se consideren importantes, sino que el ción actual de la investigación, aporta espacio disponible limita la elección del unos resultados más bien complejos y contenido a desarrollar. confusos. Partimos del sujeto real y concreto, Con el objetivo de ser lo más concre­ que se comporta en unas circunstancias tos posibles, y sin adentrarnos en las socio-materiales específicas (5), y que múltiples definiciones que se han for­ es un procesador activo de información mulado acerca de cómo conceptualizar (6). Los dos aspectos anteriores con­ la actitud en el presente trabajo se la llevan que los sujetos, hallándose en considera como: a) una relación entre contextos más o menos específicos, dan dos entidades donde una es una per­ significado a estímulos y hacen atribu­ sona y la otra una persona o un objeto ciones individuales y sociales acerca (8, página 181); y b) como simples aso­ de su propio comportamiento y del de ciaciones entre un objeto dado y una su grupo de pertenencia, y de otros in­ evaluación dada de dicho objeto (9, pá­ dividuos y del grupo de éstos (7). gina 230). Existen, en la segunda al­ La estructura del presente trabajo es ternativa, diferentes grados de fuerza la siguiente: en primer lugar, se hace de una actitud, pues el grado de aso­ referencia de una forma muy breve al ciación entre el objeto y la evaluación problema de definición de las actitudes, puede variar. La fuerza de asociación ya continuación se indican unas breves va a determinar la accesibilidad de la ideas acerca de la correlación ilusoria, actitud de la memoria y la probabilidad categorización social y legitimación. Se­ de que dicha actitud será activada de guidamente se indican unas rápidas con­ una forma más o menos "automática". clusiones de la bibliografía internacional Evidentemente existen muchas otras y española de las actitudes acerca de definiciones alternativas que el lector 638 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E.N. Vol. VIII. N. o 27. 1988 interesado puede consultar en la bi­ quetado como enfermo mental) tendrá bliografía pertinente (10, 11, 12, 13, siempre (o por lo menos presenta una 14, 15). elevada probabilidad) la "tendencia" de A pesar de todo, y teniendo en cuenta comportarse de una forma negativa (es lo anterior, hemos elegido las dos defi­ decir, emitir conductas extrañas, no ló­ niciones indicadas debido a que ponen gicas, resultar agresivo, peligroso, et­ de manifiesto dos aspectos que a no­ cétera). Existen importantes trabajos sotros nos interesa resaltar. Se trata, acerca de la "correlación ilusoria", aun­ en primer lugar, de hacer énfasis en que no han sido efectuados con enfer­ que un sujeto o grupo de sujetos su­ mos mentales (17, 18). puestamente "normales" interaccionan Ahora bien, los sujetos o grupos de positiva, negativa o sencillamente no sujetos llamados "normales" no sólo interactúan con otros sujetos llamados establecen "correlaciones ilusorias" re­ "enfermos mentales". Y, en segundo ferentes al comportamiento de los su­ lugar, la respuesta socialmente cons­ jetos "anormales", sino que incluso van truida y muchas veces "relativamente más allá del individuo real y concreto y automática" (estereotipada) que se emi­ los categorizan como "Ios otros" (esto te en una situación práctica ante un es, los enfermos mentales), lo cual in­ enfermo mental. fluye, entre otros muchos aspectos, en Lo anterior, aunque, por supuesto, su "identidad social". Y, como escribe criticable constituye una perspectiva su­ TAJFEL (1984) (19), desde una "pers­ gerente debido a que en los ítems de la pectiva intergrupal de la identidad so­ Escala a la cual posteriormente hare­ cial, la categorización social puede... mos referencia hemos intentado soli­ considerarse como un sistema de orien­ citar de los sujetos, y así se hace cons­ tación que ayuda a crear y definir el tar en las instrucciones de la misma, puesto del individuo en la sociedad". la respuesta automática ante diversas En el caso de los enfermos mentales, situaciones de interacción con los lla­ los trabajos de T. SCHEFF y E. GOFFMAN, mados enfermos mentales. entre otros muchos que sostienen orien­ Además de lo anterior consideramos taciones semejantes, son lo suficien­ de interés el indicar de una forma muy temente conocidos por lo que no nos breve los conceptos de correlación iluso­ vamos a referir a ellos aquí. Sin em­ ria, categorización social y legitimación. bargo, sí parece significativo el afirmar que tanto el rol del enfermo mental co­ mo los efectos negativos que dicho eti­ 3. CORRELACION ILUSORIA, quetado suele implicar, les marca como CATEGORIZACION SOCIAL individuos o grupos hacia los que los y LEGITIMACION demás (se supone los no categorizados como enfermos mentales) tienen acti­ El concepto de "correlación ilusoria" tudes generalmente negativas (20,21, fue introducido por CHAPMAN (1967, pá­ 22). Esto, a su vez, lleva a la necesaria gina 151) (16), para referirse a la "co­ creación de diferencias intergrupales: rrelación que afirman percibir los ob­ los normales y los enfermos mentales. servadores entre dos clases de acon­ Y, como escribe TAJFEL (1984, página tecimientos que, en realidad, a) no están 296) (19): "Ia identidad social del indi­ correlacionados, o b) están correlacio­ viduo, concebida como el conocimiento nados en menor medida de lo que se que tiene de pertenecer a ciertos grupos dice". sociales junto con la signi"ficación emo­ Por lo que se refiere a los comporta­ cional y valorativa que él mismo le da mientos de los enfermos mentales se a dicha pertenencia, sólo puede defi­ trataría de aceptar que el sujeto A (eti- nirse a través de los efectos de las ca­ 639 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E.N. Vol. VIII. N. 027. 1988 tegorizaciones sociales que segmentan de los propios sujetos diagnosticados el medio ambiente social de un individuo en algLIn momento como enfermos men­ en su propio grupo y en otros grupos". tales y ahora ya recuperados hacia sí Para mejor categorizar a los supues­ mismos cuando se hallaban enfermos, tos enfermos mentales se les identifica hacia la enfermedad mental, o hacia con un rótulo "x" y se legitimiza dicha los enfermos mentales en general. situación. Se entiende aquí por legiti­ Sin embargo, y aun teniendo en cuen­ mación, la atribución de validez a una ta los diferentes aspectos que se acaban situación y acción dadas (23, 24, 25). Y de exponer es necesario indicar que al legitimizar algo se objetiviza, y se­ cuando se hace referencia a "enfer­ guidamente "condiciona" el compor­ medad mental" o a "enfermo mental" tamiento posterior de A (los supuestos el objetivo, ya bien sea global o no, es sujetos normales) hacia B (los supues­ el de investigar la actitud acerca de su­ tos enfermos mentales). La legitima­ jetos reales y concretos, como son los ción, de alguna forma consiste en dar enfermos mentales. sentido ("making sense") a objetos, si­ Sin efectuar aquí y ahora una expo­ tuaciones, contextos, etcétera. En nues­ sición más o menos pormenorizada de tro caso, los "objetos" son los enfermos la bibliografía disponible de las actitudes mentales (25). acerca de los enfermos mentales se Lo anterior, por supuesto, de una for­ puede concluir que se llega a unos re­ ma muy esquematizada constituye algo sultados negativos y de "hipocresía". así como algunos aspectos de la cons­ Es decir, o bien existe un cierto rechazo trucción social del "rechazo" hacia los general (actitud negativa) hacia los en­ enfermos mentales. Pero sus "enemi­ fermos mentales, o bien se mantiene gos" no son hoy en día en nuestra so­ una actitud relativamente positiva hacia ciedad ni los demonios, ni la supersti­ ellos cuando el sujeto investigado no ción, sino que son "Ios otros", y éstos está directamente implicado y no con­ son los sujetos supuestamente nor­ sidera tener alta probabilidad para en­ males. contrarse con un enfermo en su "am­ biente (o escenario) de conducta" (26). Más que hacer historia acerca de los 4. ACTITUDES HACIA LOS ENFERMOS enfermos mentales en siglos pasados, MENTALES: ASPECTOS GENERALES a nosotros nos interesa comenzar en la década de los años 50 del presente La bibliografía disponible de los tra­ siglo. bajos acerca de las actitudes hacia los El hecho de centrarnos aproximada­ enfermos mentales es relativamente am­ mente en los últimos treinta años se plia y muy variada, por lo que a sujetos debe principalmente a dos motivos: a) de investigación utilizados se refiere. ha sido durante esta época cuando se Ahora bien, es necesario indicar que han llevado a cabo importantes inves­ existen claras diferencias hacia el "ob­ tigaciones con instrumentos construi­ jeto" acerca del cual se intenta evaluar dos para tal fin (27, 28, 29); y b) excepto la actitud. cuando el nivel cultural es elevado, se Así, por ejemplo, se puede hacer re­ confirmaba que la actitud hacia los en­ ferencia a: a) actitudes hacia algo abs­ fermos mentales era negativa. Y ésta tracto como "Ia enfermedad mental"; suele venir condicionada por la con­ b) actitudes hacia los enfermos men­ ceptualización de que los enfermos men­ tales de los técnicos de salud que se tales suelen ser sujetos peligrosos y encargan del diagnóstico, tratamiento de comportamiento impredictible (30, y prevención de la enfermedad y pro­ 31, 32). No parece ser que hoy en día moción de la salud mental, y c) actitudes tampoco existan actitudes demasiado 640 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E.N. Vol. VIII. N. o 27. 1988 positivas acerca de los enfermos men­ 6. PROCESO DE CONSTRUCCION tales, por ejemplo, en Israel (33, 34), DE LA ESCALA Nueva Zelanda (35), en Grecia (36). Ade­ más las actitudes negativas persisten 6.1. Construcción inicial de los aun después de que los individuos se ítems hayan recuperado (37). Para comenzar el proceso de cons­ trucción de la Escala, seleccionamos, de diversas escalas de actitudes ya apli­ cadas, algunos ítems que juzgamos 5. ACTITUDES HACIA LOS apropiados. Fueron incluidos, también, ENFERMOS MENTALES otros ítems que no figuraban en ellas, EN ESPAÑA pero que consideramos relevantes para nuestros objetivos. Por lo que se refiere a las investiga­ Dado que el procedimiento seguido ciones acerca de los enfermos mentales para la construcción de la Escala fue ·el llevadas a cabo en España, se puede de tipo LlKERT (4), se redactaron los decir que, a grosso modo, llegan a las ítems de la forma pertinente. mismas conclusiones que los trabajos Después de seleccionar los sesenta llevados a cabo en otros países. ítems, fueron pasados a una muestra Son de destacar los trabajos acerca representativa de la población elegida, de las actitudes hacia los enfermos men­ para que indicasen su grado de acuerdo tales en jóvenes entre 16-25 años (38); según cinco alternativas graduadas en de técnicos de salud (39); población en intensidad. La asignación de puntajes general (40, 41, 42, 43, 44); Y estu­ a cada uno de los ítems (de Oa 4, según diantes de educación especial (45). En el grado de acuerdo) difirió lógicamente todos los casos las actitudes son, como según fuese favorable o desfavorable ya se ha indicado, más bien negativas. el enunciado del ítem con respecto a la Considerando estos resultados y los actitud a estudiar. de otros países, se podría admitir que existe algo así como un cambio de las palabras empleadas no sólo por el pú­ 6.2. Población y muestra blico en general, sino también por los técnicos de salud en particular. Ayer Tomamos como población para el pre­ se marginaba a los enfermos mentales, sente estudio, a los alumnos de las Fa­ hoy "casi" se continúa haciendo lo mis­ cultades de Psicología, Farmacia y Me­ mo; o, cuando menos, no se les consi­ dicina, y de las Escuelas Universitarias dera con la importancia suficiente (eva­ de Enfermería y Trabajo Social de la luada en cantidad de recursos mate­ Universidad de Santiago de Compostela; riales, humanos, etcétera, asignados pa­ es decir, todos ellos posibles técnicos ra el diagnóstico, tratamiento y rehabi­ de salud en el futuro. litación del enfermo mental y a la Partiendo de los datos suministrados prevención de la enfermedad). Es algo por el Centro de Cálculo de esta Uni­ así como si entre el "ayer" y el "hoy" versidad, se calculó el tamaño muestral de las relaciones entre los denominados que, para un total de alumnos que cur­ sujetos normales y los llamados enfer­ san los estudios anteriormente citados = mos mentales existiese una "centrali­ (N 7.869), para un margen de con­ dad subterránea" (46), que continúa fianza del 95,5 por 100 y un margen manteniendo una más o menos sutil de error del 5 por 100, resultó ser de diferencia entre los dos grupos o cate­ 381. gorías de sujetos. Una vez obtenido el tamaño muestral 641 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E. N. Vol. VIII. N. 027. 1988 se procedió a realizar un muestreo alea­ 6.3. Selección de los ítems torio estratificado con afijación propor­ cional; es decir, se dividió la muestra Una vez puntuadas las escalas pa­ en partes proporcionales según la po­ sadas a la totalidad de la muestra y blación de cada estrato a estudiar (ver ordenadas según la puntuación obte­ Tabla 1). nida fueron tomados dos grupos, que La muestra correspondiente a las di­ correspondieron al 25 por 100 superior plomaturas (Enfermería y Trabajo So­ e inferior de las puntuaciones. Poste­ cial) fue recogida del segundo curso, riormente fueron hallados los valores mientras que la correspondiente a las de la prueba "1" para cada uno de los licenciaturas (Psicología, Farmacia y Me­ sesenta ítems presentados, con el fin dicina) sufrió un proceso de subafija­ de seleccionar los 20 que configurarían ción proporcional entre los segundos y la Escala final. cuartos cursos, con el fin de buscar Para ello se seleccionó a los 10 ítems una mayor representatividad. El proceso de enunciado favorable, y a otros 10 de subafijación queda reflejado en la de resultado desfavorable, cuyas "t" Tabla 2, y la estadística descriptiva de fuesen más significativas. la muestra en la Tabla 3. Las "1" obtenidas para cada ítem se­ El hecho de la elección de los cursos leccionado para formar parte de la Es­ anteriormente citados se debió a que cala figuran en la Tabla 4. Asimismo, éstos representan un punto intermedio puede verse la disposición en que fue­ en la duración del curriculum univer­ ron colocados teniendo en cuenta su sitario correspondiente. enunciado, favorable (F) o desfavorable Tabla 1 Proceso de afijación muestral Núm. de alumnos (%) Tamaño muestral Psicología .............................. 1.487 18,90 72,00 72 Farmacia .................................................. 2.348 29,83 113,65 114 Medicina ........................................................... 2.732 34,72 132,28 132 Enfermería ............................. 1.085 13,78 52,50 52 Trabajo Social .......................... 217 2,76 10,51 11 N = 7.869 99,99 n = 381 Tabla 2 Proceso de subafijación muestral en las licenciaturas Núm. "n" muestral alumnos curso (%) subafijado 2.° Curso ......................... 262 51,37 37 Psicología = 72 4.° Curso ......................... 248 48,62 35 2.° Curso ......................... 492 50,40 58 Farmacia = 114 4.° Curso ......................... 484 49,59 56 Medicina 2.° Curso ......................... 340 46,64 62 = 132 4.° Curso ......................... 389 53,36 70 642 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E.N. Vol. VIll. N. 027. 1988 Tabla 3 Descripción de la muestra Tamaño Porcentaje Edad muestral intersexo (x y sx) 72 x 2.° Curso: 38 Hombres: 13 (18,06 %) = 21,50 Psicología .................... 4.° Curso: 35 Mujeres: 59 (81,94 %) Sx= 1,95 132 x 2.0 Curso: 62 Hombres: 56 (42,42 %) = 21,28 Medicina .................... 4.0 Curso: 70 Mujeres: 76 (57,58 %) Sx= 2,68 114 x 2.0 Curso: 58 Hombres: 36 (31,58 %) = 21,30 Farmacia .................... 4.° Curso: 56 Mujeres: 76 (68,42 %) Sx= 1,82 x Hombres: 3 ( 5,77 %) = 20,98 Enfermería ................... 52 Mujeres: 49 (94,23 %) Sx = 3,57 x Hombres: 1 ( 9,10 %) = 20,00 Trabajo Social ................ 11 Mujeres: 10 (90,90 %) Sx= 1,70 Tabla 4 Puntuaciones "t" obtenidas por los ítems seleccionados para formar la Escala Núm. ítem "t" Núm. ítem I't" 1 (D) 9,982 11 (F) 11,750 2 (F) 9,190 12 (D) 12,449 3 (D) 9,373 13 (F) 10,239 4 (F) 9,115 14 (D) 10,393 5 (D) 10,307 15 (F) 10,276 6 (F) 12,786 16 (D) 11,362 7 (D) 12,840 17 (F) 10,524 8 (F) 10,694 18 (D) 9,855 9 (D) 11,287 19 (F) 10,266 10 (F) 10,199 20 (D) 13,160 (F): Enunciado Favorable. (O): Enunciado Desfavorable. "f' Significativa si mayor de 1,972. 115 alumnos de tercero y quinto curso (D), con respecto a la actitud que se de Psicología (27 hombres y 88 muje­ pretende medir. res), con una media de edad de 22,26 años y desviación típica 1,68. 6.4. Fiabilidad y validez de la Para ello previamente desglosamos Escala las puntuaciones obtenidas por los su­ jetos de la muestra anteriormente des­ 6.4.1. Fiabilidad crita, según fuesen éstas conseguidas en los ítems D o F, para posteriormente El cálculo de la fiabilidad de la Escala seguir el método propuesto por Rcu­ fue hallado a partir de una muestra de LCN: 643 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E.N. Vol. VIl/. N. o 27. 1988 s~ (3,552)2 7. APLlCACION y USO f .. = 1 - ~ = 1 - (10,113)2 = 0,87 DE LA ESCALA (siendo Sx la desviación típica de las Una vez que fueron seleccionados los puntuaciones totales obtenidas por cada ítems discriminantes y probada la fia­ sujeto en la Escala, y Sd, la desviación bilidad y validez de la Escala, ya pode­ típica de las diferencias entre ítems D mos admitir su versión definitiva (véase y F, de cada individuo, asimismo, en la Anexo). Escala). De esta forma podemos administrarla a grupos o individuos para los cuales 6.4.2. Validez fue construida específicamente, inclu­ yendo las instrucciones para respon­ Para llevar a cabo el cálculo de la derla, así como la solicitud de colabo­ validez se siguió el siguiente criterio: se tomó un grupo de supuestos "ex­ ración. pertos", esto es, sujetos que por su for­ La corrección de la Escala, o cálculo mación y curriculum deba suponerse del puntaje total obtenido por cada su­ que posean una actitud positiva hacia jeto, se realizará sumando las puntua­ los enfermos mentales. El grupo con­ ciones obtenidas en cada uno de los siderado en el presente trabajo como 20 ítems. Debe tenerse en cuenta que "experto" coincide con el utilizado para a cada respuesta se le asignará de Oa el cálculo de la fiabilidad y descrito an­ 4 puntos según muestre un grado de teriormente. desacuerdo o acuerdo con el enunciado Consideramos además a otro grupo proposicional en cuestión. Es por ello de sujetos que, debido a las mismas que en un ítem de enunciado desfavo­ razones aducidas anteriormente, supo­ rable (D), como, por ejemplo, el número nemos que no poseen una sensibiliza­ 1, la puntuación a asignar sería un Osi ción tan acusada ante el tema a estu­ el sujeto muestra un completo acuerdo dio. con ella, y respectivamente un 1, 2, 3 Para formar parte de este segundo ó 4, según señale las distintas opciones grupo, fueron tomados un total de 116 (de acuerdo, indiferente, en desacuerdo sujetos, estudiantes de tercero de las o muy en desacuerdo). Facultades de Física, Química y Mate­ Obviamente, si el enunciado es fa­ máticas (46 hombres, 70 mujeres), cuya vorable (F), como, por ejemplo, el nú­ media de edad era de 21,23 años y mero 2, el orden de puntuación se in­ una desviación típica de 1,82. vertiría. Se pasó a ambos grupos la Escala Así, siguiendo este proceso, obten­ construida, calculándose la media de dremos la puntuación total de cada las puntuaciones obtenidas por cada individuo de determinado grupo; expre­ grupo, resultando ser para el primero sión numérica que, teniendo en cuenta o "grupo experto" de 56,4 y para el el posible rango de la Escala -de O a segundo de 46,508. La diferencia de 80-, nos indicará la actitud del sujeto medias resultó altamente significativa con respecto a los enfermos mentales. en la prueba "1": Esta puntuación así obtenida puede t=7,110 dividirse también entre el número de ítems de la Escala (20), reduciendo así (teniendo en cuenta que, al 5 por 100 el rango de ésta de Oa 4, coincidiendo Y para los grados de libertad corres­ de este modo con el asignado a cada pondientes al presente estudio, debía ítem, pero en este caso reflejando la superar 1,972). puntuación total de la Escala. 644 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E.N. Vol. VlIl. N. o 27. 1988 8. VENTAJAS E INCONVENIENTES va trabajo restringiéndole las alterna­ QUE PRESENTA LA ESCALA tivas del amplio abanico de patología mental que existe y que los futuros téc­ Como todo instrumento de medida, nicos de salud, así como la población las escalas tipo lIKERT presentan una en general, son conscientes de ello. serie de ventajas e inconvenientes. Entre las primeras podemos indicar, entre otras (47,48,49, 50): 9. PERSPECTIVAS FUTURAS a) Su construcción es relativamente Enumerados algunos de los proble­ sencilla, y permite la utilización de ítems mas que presentan este tipo de escalas que, en principio, no tienen por qué de medición de actitudes hacia los en­ estar directamente relacionados con la fermos mentales, podemos intentar bus­ actitud que se pretende medir. car estrategias de investigación distin­ b) Suelen presentar una fiabilidad tas, aunque tal vez complementarias. elevada y permiten graduaciones según En este sentido se puede decir que la intensidad de la respuesta que el sí disponemos de varias alternativas a sujeto quiera emitir. tomar, aunque aquí y ahora sólo vamos Por lo que se refiere a las posibles a indicar una. Nos referimos a los tra­ desventajas podemos citar: bajos llevados a cabo desde la pers­ pectiva de la "representación social" a) Cuando la Escala no es homogé­ de la enfermedad mental o física y los nea por lo que al contenido de los ítems enfermos mentales o físicos (aunque se refiere, la puntuación obtenida puede no entramos aquí en las polémicas acer­ ser confusa. ca de si está justificado o no distinguir Además de estos problemas es ne­ entre la enfermedad "física" y la "men­ cesario indicar, en lo que atañe al pre­ tal" y el enfermo "psíquico" y "físico"). sente trabajo, lo siguiente: se suele uti­ Los trabajos de FARR (1986) (51), FARR lizar en las escalas acerca de la actitud YMoscovlcl (1984) (52), JODELET (1986) hacia la enfermedad mental o los en­ (53) a nivel de teoría de la representa­ fermos mentales, la expresión "enfer­ ción social; y los de AVESTARÁN y PÁEZ medad mental", "enfermo mental". Sin (1987) (54), DE ROSA ((1987 (55)) embargo, los sujetos al contestarla, y a D'HoUTARD (1981) (56), HERZLlCH y pesar de que en las instrucciones se PIERRET (1984) (57) Y PÁEZ (1987) (58) les pide que emitan su respuesta "auto­ son representativos de la teoría ante­ mática" a la lectura de cada ítem, sue­ riormente citada. len interrogarse a sí mismos acerca del Un tema interesante por lo que se "grado" de seriedad psicopatológica que refiere a las futuras investigaciones puede presentar el sujeto. Es por esto acerca de las actitudes y representa­ por lo que podemos hacernos la siguien­ ciones sociales del enfermo mental en te pregunta: ¿se habrían obtenido una cualquier población (por ejemplo, en fu­ fiabilidad y una validez más elevadas turos técnicos de salud), sería el de lle­ de haber especificado el "nivel" de gra­ var a cabo el trabajo desde las dos pers­ vedad del enfermo mental y mencionar pectivas en la misma población y ver explícitamente "enfermo mental cró­ las semejanzas y las diferencias que nico", "enfermo mental agudo", o uti­ pueden existir (59). lizar etiquetas como "sujetos depresi­ De todas formas, ya se haga desde vos", "sujetos esquizofrénicos", "su­ una perspectiva de la investigación acer­ jetos psicópatas", etcétera? La respues­ ca de las actitudes o de la representa­ ta tal vez sea positiva, con lo cual sería ción social, la tarea inminente tiene que conveniente el intentar efectuar un nue­ ser el establecer las condiciones para 645 Una Escala de medición de actitudes hacia los enfermos mentales... R.A.E.N. Vol. VllI. N. o 27. 1988 intentar alcanzar una consideración rechazo social del enfermo mental aún más positiva (a nivel teórico, pero sobre continúa. Sin embargo, esto no tiene todo a nivel práctico, tanto desde la pers­ por qué seguir siendo necesariamente pectiva individual como colectiva) hacia así, sino que puede ser modificable; y, la enfermedad mental y los enfermos es por ello, que una de las tareas futu­ mentales. ras sea el diseñar procesos de inter­ En cualquier caso, y bien sea inves­ vención para una construcción social tigando las actitudes o la representación positiva acerca de los enfermos men­ hacia los enfermos mentales, el valor tales, lo cual sí parece realmente posi­ práctico hacia los enfermos mentales, ble (68, 69, 70, 71, 72). el valor práctico de estos trabajos es significativo para, por ejemplo, cam­ pañas de intervención en Salud Mental Comunitaria (36, 60), o de curriculum 10. CONCLUSION para futuros técnicos de salud (61,62). Sin embargo, en los textos de Psicología El objetivo del presente trabajo ha Comunitaria (63, 64) Yde Salud Mental sido el de construir una Escala tipo Comunitaria (65), apenas si se hace re­ LIKERT de medida de actitudes acerca ferencia al tema. Sería muy deseable de los enfermos mentales. Hemos in­ que tanto teórica como prácticamente, tentado seguir una metodología espe­ el futuro inmediato fuese diferente. No cífica que el lector interesado podrá en­ se trata de que la investigación de las contrar en los textos pertinentes. actitudes acerca de los enfermos men­ A pesar de la fiabilidad y validez que tales o de su representación social vaya presenta la Escala, es necesario tener a solucionar todos los problemas de los en cuenta los posibles problemas que mismos; sin embargo, el desconocerlas pueden aparecer en su aplicación e in­ es asegurar ya un elevado porcentaje terpretación. dentro de la probabilidad de que fracase Aunque reconocemos el interés del cualquier programa de intervención (sea estudio de las actitudes hacia los en­ éste de educación para la salud, de des­ fermos mentales tanto a nivel de indi­ institucionalización, de prevención, et­ viduos aislados como de comunidades cétera). De aquí que el intentar aproxi­ concretas, se considera pertinente in­ marse a las actitudes, representaciones dicar que el procedimiento seguido en sociales o "esquemas sociales" (66) el presente trabajo no es ni el único ni acerca de los enfermos mentales, nos acaso tampoco el "ideal". Tal vez tanto conduce a preguntarnos no tanto por o más interesante sea el utilizar las qué una persona o grupo de personas estrategias de investigación de las ac­ se comportan de una determinada for­ titudes hacia los enfermos mentales a ma, sino cómo y para qué se interpreta través de escalas de una forma conjunta la conducta de otras personas. Algunas con otros diversos procedimientos de de las posibles respuestas a estas cues­ análisis de la realidad social referente tiones pueden ser facilitadas tanto por a los enfermos mentales. Entre ellos los investigadores de la Cognición So­ podemos incluir la teoría y la práctica cial (67), como de la Psicología Social de la representación social, y las buenas Cognitiva (6); de aquí que se requiera perspectivas futuras de las aportaciones la necesidad inmediata de estas inves­ de la Psicología Social Cognitiva y su tigaciones, pues, a pesar de todo, el relevancia teórica y práctica. 646

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A Likert-tipe Scale has been constructed to measure attitudes KEYWORDS. Attitudes. Communityattitudes. Mental health. Mental illness. Mental
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