La suerte no esta del lado de Alex Foster. Su madre murió hace un mes, no ve a su padre y a su hermano desde que tiene cinco años, y su mejor forma de desahogarse es ir de fiesta en fiesta. Hasta que llega su padre, la persona que más odia, para llevársela al otro lado del mundo. Nada le sonó mas absurdo en sus 17 años, pero no tiene otra opción. Y cuando llega a Los Ángeles, le dan la peor noticia: No vivirá con su padre, sino con su hermano Drake y sus seis mejores amigos.