Description:La pantalla visora reflejaba el paisaje que empezaba a parecerle monótono a César Arranz. Enormes rocas que surgían de la arena gris, elevando sus agudos picachos hacia el cielo, erán cada vez más numerosas y grandes. Todo el horizonte parecía estar cubierto de ellas. César empezó a temer que llegarían a un punto donde el «ST-150» no podría seguir avanzando. Así se lo hizo saber a su invitado a bordo, el comodoro Ramsey, quien replicó, ceceante, escupiendo sus palabras entre la pipa que sostenía apagada entre dientes: —Nos detendremos dentro de veinte kilómetros, capitán. No llegará usted a ver las enormes montañas que empiezan a extenderse más allá de ese punto. Aquéllas sí que causan respeto, sólo verlas.