Description:La vida de una persona está plagada de sorpresas, buenas o malas. Para Henry Ryan, el destino le había preparado unas de las peores. Cuatro meses después de prestar su declaración tuvo un fatal accidente al regresar de la brumosa costa de Bretaña. Su automóvil, en el descenso del acantilado cerca de St Cast, donde había adquirido una vieja finca, derrapó en una de las múltiples curvas. El accidente pudo haber sido mortal, y tal vez habría sido mucho mejor para él, porque de entre todas las desgracias, Henry Ryan fue víctima de la más trágica. Salvó la vida, pero quedó ciego.