Description:Theodor Ingram tenía treinta y ocho años, era serio como una piedra, y, en sus catorce años al servicio de la CIA, había sido herido nueve veces; de ellas, tres de importancia. Su hoja de servicios era impresionante. Teniendo en cuenta esto, cabía esperar que Ingram fuese uno de esos agentes secretos de ficción, alto, fuerte, dinámico, triunfalista, infalible. La prueba de que no era infalible estaba en sus nueve heridas. En cuanto a lo demás, Theodor Ingram sólo llamaba la atención por lo impenetrable de su rostro. Aparte de esto, parecía un serio, correcto y muy cortés profesor de Historia o Matemáticas; valgan como ejemplo estas asignaturas.