Description:El sheriff de Denver señaló a los dos ahorcados. —Que los descuelguen. Se atusó los solemnes bigotes y volvió la espalda. No le gustaba, a pesar de su cargo, ver gente colgando de una cuerda. Oyó a su espalda la voz de uno de sus ayudantes: —Ya era tiempo, ¿no? Otro de ellos suspiró: —Llevaban ahí veinticuatro horas sirviendo de adorno… —No sé cómo se están poniendo las cosas en esta ciudad… El sheriff se volvió de pronto y rugió: —¡Pues esto no es nada!