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Tratados hipocráticos. 5 : epidemias PDF

347 Pages·1989·4.971 MB·Spanish
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T R A T A D O S H I P O C R Á T I C O S V EPIDEMIAS TRADUCCIÓN, INTRODUCCIONES Y NOTAS DE ALICIA ESTEBAN, ELSA GARCÍA NOVO y BEATRIZ CABELLOS INTRODUCCIÓN AL VOLUMEN DE ELSA GARCÍA NOVO & EDITORIAL GREDOS BIBLIOTECA CLÁSICA GREDOS, 126 Asesor para la sección griega: Carlos García Gual. Según las normas de la B. C. G., la traducción de este volumen ha sido revisada por M.a Dolores Lara Nava. © EDITORIAL GREDOS, S. A. Sánchez Pacheco, 81, Madrid. España, 1989. Las traducciones, introducciones y notas han sido llevadas a cabo por Ali­ cia Esteban (Libros I y III); Elsa García Novo (Libros II, IV y VI) y Beatriz Cabellos (Libros V y VII). Depósito Legal: M. 9688-1989. ISBN 84-249-1384-1. Impreso en España. Printed in Spain. Gráficas Cóndor, S. A., Sánchez Pacheco, 81, Madrid, 1989. — 6250. INTRODUCCIÓN A LOS LIBROS DE EPIDEMIAS 1. Consideraciones generales «Una vez que se ha penetrado en los libros de las Epi­ demias ya no se tiene gana de salir. La razón es que nos encontramos en presencia de un espíritu de observación auténtico, y que una parte muy importante de lo que se lee conserva todo su valor: una descripción exacta de lo que ha sucedido en tal enfermedad seguirá siendo siempre verdadera...» \ Epidemias es un conjunto de tratados en los que se re­ cogen multitud de historias clínicas, reflejando un trato muy directo entre médico y paciente. Se nos presentan en buena medida como colecciones de notas en las que el mé­ dico ha ido recogiendo todo aquello que le ha resultado interesante por una razón u otra. Pero en estas notas se vislumbra un método: a la descripción de los casos se une una buena dosis de reflexión. Deichgraber 2 reafirmó con claridad los tres grupos en que la crítica filológica ha dividido estos tratados: en or­ den cronológico son I/III, II/IV/VI y V/VII. 1 Véase F.. Robert, en pág. 97 de «La pensée hippocratique dans les Épidémies», Formes de pensée dans la Collection Hippocratique, Gi­ nebra, 1983, págs. 97-108. 2 K. Deichgraber, Die Epidemien und das Corpus Hippocraticum, 8 TRATADOS HIPOCRÁTICOS 2. Contenido Nos encontramos en estos textos con médicos viajeros que recorren ciudades y ejercen su profesión allí donde se encuentran. De este modo adquieren un conocimiento di­ recto de las enfermedades locales, y de las condiciones de vida de sus moradores 3. Esto nos da pie a considerar el título de los tratados: epidemial. Tradicionalmente se ha interpretado como «vi­ sitas al extranjero», significado que recogería el carácter ambulante del médico 4. F. Robert5 sugiere otra explicación. Según este autor, el verbo griego correspondiente significa «estar de paso», con un matiz de «ser cogido de improviso». En su acep­ ción general, «estar de paso» se refiere a «enfermedades que estuvieron de paso» en cierto número de períodos y de lugares. Puesto que el «autor» de los tratados no ha consignado enfermedades con síntomas sabidos y bien sa­ bidos, sino que ha tomado nota de los casos difíciles, cada enfermedad tiene en estos tratados «quelque chose d’iné­ dit» 6: de ahí el matiz de inesperado, de ser cogido de im­ proviso, que encerraría el título de la obra. (1933) Berlín-Nueva York, 1971. El autor sigue la opinión tradicional de los filólogos respecto a la agrupación de los tratados, avalándola con datos de su propia exégesis. 3 Cf. E. D. Phillips, Aspects of Greek medicine (1976), Filadelfia, 1987, pág. 185. Según Phillips, la vida errante que adoptaron tantos mé­ dicos se debía, sin duda, a la búsqueda de un medio de vida. Pero lo hacían también por el deseo de ganar experiencia. 4 Así, entre otros, W. Jaeger, Paideia, Méjico, 1957, pág. 801, nota 43. 5 Véase F. Robert, «La pensée...», págs. 99-100. 6 Cf. F. Robert, «La pensée...», pág. 100. «LIBROS DE EPIDEMIAS»: INTR. 9 Añadiré que en estos libros el vocablo, sea verbo o ad­ jetivo, se aplica a la enfermedad 7. Se encuentran en Epidemias tres tipos de contenido: 1) Historias clínicas individuales. 2) Descripción de las afec­ ciones que sufrió una parte de una población en determi­ nado período de tiempo, bajo ciertas circunstancias meteo­ rológicas («catástasis» 8 o constitución). 3) Enseñanzas de tipo general, ya sean de carácter descriptivo, ya sean —con menor frecuencia— de talante reflexivo sobre la medicina o el enfermo. Los libros I y III contienen tres grupos de historias clí­ nicas individuales (14 en I, 12 y 16 en III), y cuatro «cons­ tituciones» (3 en I, 1 en III). En las historias clínicas, ge­ neralmente largas, la enfermedad se describe día por día en períodos de hasta tres meses. La referencia de los enfer­ mos se acompaña con frecuencia de su dirección. Estos dos aspectos traslucen una permanencia larga del médico en una ciudad determinada. Las constituciones de I/III son largas y minuciosas. Tres de ellas se sitúan en Tasos. El autor describe pormenoriza- damente las circunstancias meteorológicas (la «catástasis» propiamente dicha). En tres de las constituciones se aña­ den hacia el final reflexiones importantes. En el grupo II/IV/VI encontramos un panorama dis­ tinto. La tendencia a la abstracción es grande. En II y VI prevalecen las enseñanzas de tipo general, que se dedican con frecuencia a la terapéutica en sentido amplio. Las res­ tantes enseñanzas son preferentemente descriptivas, inclu­ 7 Entre otros pasajes, en III 2, 12; III 3; II 3, 1; VI, 7, 10; VII 59. 8 Para la noción de ¡catástasis en Epidemias I-III, y en otros textos del CH, véase O. Temkin, en págs. 11-12 de «Deir systematische Zusam- menhang im Corpus hippocraticum», Kyklos 1 (1928), 10-43. 10 TRATADOS HIPOCRÁTICOS yendo síntomas con diagnóstico o pronóstico, o bien datos sobre crisis, depósitos o hinchazones. Otro tipo de genera­ lización se dedica a consideraciones sobre la medicina, el método o el enfermo. „ En el libro IV se concentra un elevado número de his­ torias clínicas, más breves y de redacción menos perfecta que las de I/III. En este grupo aparecen también «consti­ tuciones», aunque en extensión mucho más reducida que en el primero; los pasajes están desperdigados en los tres libros, y hay base para creer que varios de ellos constituían una misma «catástasis» («la tos de Perinto») 9. En V y VII se leen casi exclusivamente historias clíni­ cas. Aquí los relatos son largos, sistemáticos, completos. En el libro VII, las enfermedades se describen día por día, como en I/III, y el estilo es cuidado. Muy pocos pasajes son de contenido general: unos 7 en el libro V, 5 de los cuales se dedican a terapéutica; en VII encontramos 9 ca­ pítulos, varios de ellos con pasajes paralelos en V, donde el texto se refería a un personaje concreto 10. Las constitu­ ciones se reducen a dos pasajes: V 73 (paralelo a VII 1) y V 78. Los siete libros tienen en común varios rasgos. El afán descriptivo, la intensa capacidad de observación, un nivel de abstracción nada desdeñable, el interés por el factor me­ teorológico 11. Hay que advertir que los pasajes paralelos entre los tratados de este conjunto son numerosos 12. 9 Véase Introducción a II/IV/VI. 10 Pueden confrontarse VII 56, paralelo a V 102, y VII 58, paralelo a V 73. 11 Bourgey destaca tres características de estos tratados: 1) las des­ cripciones de los enfermos se dan con una sobriedad que no excluye el énfasis ni la intensidad; 2) se señala cuidadosamente la relación entre las circunstancias locales y estacionales; 3) el pronóstico ocupa un lugar «LIBROS DE EPIDEMIAS»: INTR. 11 3. Composición Epidemias I/III han sido escritos por un mismo autor, e incluso la división en dos libros resulta artificial. Todo el conjunto da muestras de unidad de composición. Tanto las «constituciones» como las historias clínicas son largas, completas, minuciosas. El contenido se estructura en dos conjuntos paralelos, cada uno con parte generalizadora y parte individualizadora, como puede verse en la Introduc­ ción correspondiente. Dentro de los tratados II/IV/VI nos topamos con va­ rios problemas. En primer lugar, el libro IV se distingue de los otros dos, tanto por el contenido —fundamental­ mente historias—, como por el estilo. En segundo lugar, muchas de las historias de los tres libros son demasiado breves o incompletas, y no se encuentran en ellas detalles de una redacción cuidada. Hay, además, muchas repeticio­ nes de pasajes, más o menos literales, entre los libros del grupo. Todo esto nos proporciona un conjunto que, si bien es muy rico en observaciones, enseñanzas y reflexiones, for­ malmente es mucho más caótico que I/III. En cuanto a la división en apartados, los libros II y VI se encuentran estructurados en secciones (6 y 8 respecti­ vamente), subdivididas a su vez en capítulos, mientras que IV se ha transmitido con una división en capítulos. importante y, de manera más general, el esfuerzo por pensar y compren­ der. Cf. L. Bourgey, Observation et expérience chez les médecins de la Collection Hippocratique, Paris, 1953, pág. 61. 12 Por otra parte, Bourgey fundaba el parentesco entre los siete li­ bros en la identidad doctrinal y la entidad terapéutica, así como en la multiplicidad de relaciones que unen estos tratados con algunos del Cor­ pus, y también en las relaciones entre ellos. Cf. Observation..., pág. 62, nota 5. 12 TRATADOS HIPOCRÁTICOS También entre los tratados V y VII hay diferencias im­ portantes. El VII está mejor redactado y las historias son más completas; resulta un conjunto de mayor calidad y más elaborado que el V. 4. Lengua y estilo Señala Lonie 13 que «Epidemias encierra una forma de escribir personal, pero también creativa. No sólo registra hechos, sino que señala áreas para un futuro desarrollo, establece un proyecto». Volvemos a encontrar aquí las características que se ha­ llaban presentes en otros tratados del Corpus. Ante todo, la concisión; consecuencia de la comunicación entre profe­ sionales, la prosa médica guarda esta peculiaridad a lo lar­ go de toda su historia. Junto a la concisión se encuentran el estilo nominal y la escasez de subordinación 14. A cada paso encontramos «construcciones irregulares» desde el pun­ to de vista de la gramática tradicional. No obstante, no está el texto exento de estilización, de un gusto por el estilo 15. En cuanto al desaliño de II/IV/VI, frente a la elabora­ ción de I/III, e incluso VII, se piensa que aquéllos contie­ 13 Véase I. M. Lonie, en pág. 154 de «Literacy and the Development of Hippocratic Medicine», Formes de pensée..., págs. 145-161. 14 Así lo advierte V. Langholf en Syntaktische Untersuchungen zu Hippokrates-Texten, Wiesbaden, 1977, págs. 11-12 y 14-15. M. Gutmann señala la escasez de hipotaxis en Epidemias I-III, que se ciñe casi sola­ mente a oraciones de relativo, interrogati vas-indirectas, condicionales y temporales. Die Nebensatze in ausgewahlten Schriften des hippokrati- schen Corpus und ihre Bedeutung für die Verfassersfrage, Munich, 1929, pág. 109. 15 Cf. V. Langholf, Syntaktische..., pág. 11. «LIBROS DE EPIDEMIAS».’ INTR. 13 nen un conjunto de notas, alguna de las cuales ha recibido ya una redacción cuidada que implica el proyecto de escri­ bir un verdadero libro, pero que en su mayoría se encuen­ tran en estado bruto, tal como han sido tomadas a toda prisa a la vuelta de la visita del enfermo 16. 5. Vinculación con otros tratados del Corpus y escuela Epidemias I y III se vinculan a Pronóstico: se ha llega­ do a hablar de una identidad de autor, que Alexanderson ha desechado 11. Los tratados II/IV/VI tienen estrecha re­ lación con Sobre los humores 18, al que Littré llamó «octa­ vo libro de Epidemias». Los escritos quirúrgicos Sobre la oficina del médico, Sobre la palanca, Sobre las fracturas y Sobre las articulaciones, se vinculan a II/IV/VI. Con los dos grupos se relaciona también Sobre la naturaleza del hombre. En términos más generales, Sobre los aires, aguas y lugares y Sobre la enfermedad sagrada coinciden con Epi­ demias en el aspecto doctrinal. Todos estos tratados perte­ necen, como Epidemias, a la escuela de Cos, con la posible excepción de Sobre la enfermedad sagrada, de dudosa ads­ cripción por lo original de su doctrina I19. Los tratados V 16 Así F. Robert, en pág. 174 de «Les adresses de malades dans les Épidémies II, IV et VI», La Collection Hippocratique et son rôle dans l’histoire de la médecine, Leiden, 1975, págs. 173-194. 17 Cf. C. García Guai, en págs. 321-322 de la Introducción a Pro­ nóstico, Tratados hipocráticos I, Madrid, 1983. 18 Véase K. Deichgraber, Hippokrates’ De humoribus in der Ge- schichte der griechischen Medizin, Wiesbaden, 1972, págs. 11 y ss. 19 H. Grensemann considera muy cuestionable su pertenencia a la escuela de Cos en Die hippokratische Schrift Über die heilige Krankheit, Berlin, 1968, pág. 7. Por otra parte, para la vinculación entre Sobre los aires, aguas y lugares y Epidemias, desde el punto de vista de su coinci-

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