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Tratado general de ajedrez I . Rudimentos PDF

212 Pages·2008·32.539 MB·Spanish
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© RobertoG .G rau © EditorLiaaC la sad elA jedrez CallSea nM arcos4,1 Teléfo9n1o 5 212 008- Fax9 1 5313 880 Madri-d2 8004 Emaili:n [email protected] DirecciIónnt ernehtt:t p://www.lacasadelajedrez.com SupervisTiéócnn icGaa:b rieRlo joH uertas DirecciEódni toriAanld:r éTsi jmaMna rcus Diseñdoe p ortadaC:l audiTai jman l.S.B.NOb.r:a C ompleta 84-923612-5-5 l.S.B.TNo.m:o I 84-93748 6-2-8 DepósiLteog al: M-20.122-2006 ImpresióInm:p resoys R evistSaAs Impreseon Españ-a PrintiendS pain No está permitida la reproducción total o parcial de esta publicación, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopias, por registro u otros medios, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright. ¿Clásicos o modernos? Los ilustres ajedrecistas de los años veinte, treinta y cuarenta, como Tarrasch, Capablanca, Nimzowich, Reti, Botvinnik o Alekhine, nos han fascinado con sus partidas, con sus enseñanzas, con su forma de entender el ajedrez, con su inmenso legado. Ellos fueron hijos de un tiempo que hoy juzgamos incierto, caótico, aunque de una riqueza de ideas prodigiosa. Una vez más, los genios parecen resistirse a ser encerrados en los estrechos límites de una definición. Sin embargo, un interrogante surge cuando pensamos en el papel que les ha correspondido representar en la historia del ajedrez. ¿Eran clásicos o modernos? Estos Grandes Maestros completaron la labor iniciada por Philidor en las postrimerías del SIGLO XVIII: diseñar la geometría del juego que todavía hoy continúa vigente. Las novedades que se fueron incorporando durante el SIGLO XX no hubieran podido producirse sin sus enseñanzas. Roberto Grau se nutrió de la luminosidad de los brillantes talentos de aquellos días. Con ellos compitió con absoluta sensatez y dignidad, y recogió de esa generación lúcida y atrevida las simientes del ajedrez de hoy. La intensidad y la forma en que Grau comprendió el ajedrez ha dejado huella en muchas generaciones de amantes del juego, porque les proporcionó herramientas claras y concluyentes: las formas de organizar el pensamiento ajedrecístico, cómo afrontar los temas tácticos, cómo valorar las fuerzas propias y las del rival, cómo prever los finales, en definitiva, un sinnúmero de elementos que los maestros repasan de forma automática antes de realizar cada jugada y que el autor nos los desgrana en conceptos simples. Así, los amantes del ajedrez, y quienes sienten curiosidad por conocerlo, pueden hoy contar con las enseñanzas que ayer guiaron a las generaciones pasadas. La presente obra está dividida en cuatro tomos: 1. Rudimentos 2. Táctica y Estrategia* 3. Conformaciones de Peones 4. Estrategia Superior. * El contenido del libro responde realmente a tactica y estrategia, aunque su denominación original era Estrategia. La actuación ajedrecística de Roberto Grau Dentro del ajedrez, el autor de este libro realizó una campaña tan amplia, como autor, periodista y jugador, que más que comentarse debe ser señalada con cifras. Fue profesor de ajedrez del Club Atlético River Plate, redactor de ajedrez del diario "La Nación" desde 1922, y de la sección Fren­ te al Tablero, de tanta difusión en toda América, y colaborador asiduo de las revistas "Leoplán" y "¡Aquí Está!". Fue director propietario de la revista "El Ajedrez Americano" desde 1927 hasta su muerte, y director de la desaparecida revista "El Ajedrez Argentino". Su campaña como jugador, de la que reseñamos sólo su actuación en torneos de primera categoría, fue la siguiente: AÑO CATEGORIAT ORNEO COLOCACION 1916 Primera Círculo 2º 1917 Primera Círculo lº 1918 Primera Club Argentino 4º 1919 Primera Círculo 2º 1920 Primera Círculo 2º 1921 Primera Círculo lº 1921 Internacional Carrasco lº 1922 Nacional Club Argentino 3º 1922 Primera Círculo 6º 1 1923 Nacional Vélez Sársfield 3º 1923 Mayor Federación Argentina 2º 1924 Internacional París 2º 2 1924 Mayor Federación Argentina 1 o 3 1925 Internacional Montevideo 2º 1926 Primera Círculo lº 1926 Mayor Federación Argentina lº 1927 Primera Círculo lº 1927 Internacional Londres 50% 4 1928 Internacional Sudamericano lº 1928 Internacional La Haya 57% 5 1929 Primera Círculo Iº 1929 Nacional Rosario lº 1930 Internacional San Remo 15° 1 Abandonó en el primer tumo. 2 La clasificación corresponde al grupo preliminar que ganó Euwe, pues luego siguió jugándose por equipos. 1 En este torneo jugó Ricardo Reti, que ganó la prueba fuera de concurso. 4 Jugó en el primer tablero. 5 Se alternaron los jugadores en los distintos tableros. 4 1930 Nacional Bodas de Plata 3º 1931 Primera Círculo lº 1931 Mayor Federación Argentina 8º 1932 Mayor Federación Argentina 2º 1932 Primera Círculo lº 1933 Círculo Círculo lº 1934 Internacional Mar del Plata 2º 1934 Internacional Buenos Aires 5º 1934 Primera Círculo 1º 1934 Mayor Federación 1º 1935 Primera Círculo 2º 1935 Internacional Varsovia 57% 6 1936 Primera Círculo 1 º (empatado) 1937 Internacional Estocolmo 71% 7 1937 Primera Círculo 4º 1938 Internacional Miramar 5º 1938 Mayor Federación lº 1938 Internacional Río de Janeiro 4º 1939 Internacional Círculo 7º 1940 Internacional Círculo 2º 1940 Internacional Chile 2º Total: 40 torneos jugados, de los cuales ganó 17; llegó segundo en 11; 3º en 4; 5º en 2; 6° en uno; 7° en uno; 8° en uno; y 15º en el de San Remo. Actuó en otros cuatro torneos de clasi­ ficación por equipos. MATCHES AÑO ADVERSARIO J. G. E. P. 1920 V. Fernández Coria 6 1 3 2 Círculo 1926 Damián Reca 8 3 4 1 Campeonato 1929 lsaías Pleci 4 4 - - Campeonato 1930 lsaías Pleci 8 2 2 4 Campeonato 1935 Luis Piazzini 13 4 7 2 Campeonato 1936 Jacobo Bolbochán 8 4 2 2 Campeonato 1937 Carlos Guimard 8 - 4 4 Campeonato 1939 Carlos Guimard 13 6 3 4 Campeonato 6 Jugó en el primer tablero. 7 Actuó en el segundo tablero. 5 Prólogo La publicación de un tratado general de ajedrez, informado por un criterio moderno y de acuerdo con los grandes progresos que en los últimos decenios ha realizado la teoría del juego, era, hace tiempo, uno de nuestros más firmes propósitos. Diversas razones nos han llevado a postergarlo de año en año, y quizá estas postergaciones hubieran seguido indefinidamente si, en estos últimos tiempos, no se nos hubiese expresado, en repetidas ocasiones, interés por una obra de este géne­ ro. Los aficionados principiantes, sobre todo, encuentran dificultades en perfeccionar sus cono­ cimientos por la reducida bibliografia que en castellano ofrece nuestro hermoso juego. En el sinnúmero de ocasiones en que se nos ha consultado, hemos indicado el notable trabajo del señor Palucie Lucena "Manual de Ajedrez", obra que es, seguramente, la más completa que tenemos en castellano y superior, para el principiante, al mayor número de obras similares extranjeras. Pero sea el afán de novedades, o lo que sea, se estimaba -y entre nosotros es casi sentir general­ que la evolución de la técnica, la contribución de Capablanca, de los maestros hipermodemos y de los nuevos teóricos, hacían necesaria una obra nueva. Estas razones, tantas y tantas veces escuchadas, hicieron revivir aquel viejo propósito nuestro y nos llevaron a componer este nuevo Tratado General de Ajedrez. En él nos propone­ mos exponer cuanto sabemos acerca del juego, desde lo más elemental a lo más complejo y des­ de las generalidades a los detalles. Si este libro satisface las necesidades de nuestros aficionados, es cosa que decidirá el lector. Debemos confesar que una vez puestos en la tarea de componer un libro que enseñase a jugar al ajedrez, encontramos las mayores dificultades, no ya en la exposición de la materia, sino en el método. Porque nuestro propósito era que nuestra obra fuese esencialmente didáctica, bien clara y explicativa, y el ajedrez se aprende en condiciones especiales, en forma más o menos autodidacta, por lo que el tratadista de ajedrez no puede moverse con la libertad de un tratadista de medicina o de química, por ejemplo, que cuenta siempre con el profesor que, como interme­ diario entre el libro y el alumno, aclarará el sentido, ilustrará los puntos oscuros y guiará al estu­ diante según sus particulares necesidades. Era necesario exponer nuestro asunto de tal manera que el aficionado, reducido a sus propias fuerzas o actuando en círculos de aficionados sin mayo­ res conocimientos, comprendiese claramente los principios y pudiese darles forma en sus parti­ das. El método didáctico que por estas consideraciones hemos escogido tiene reminiscencias de la enseñanza por correspondencia. Es decir, que es de una tendencia eminentemente práctica. Porque hemos creído que no basta con enunciar los principios, sino que es necesario ilustrarlos ampliamente con ejemplos y poner, finalmente, al aficionado en situación que deba, por sí mis­ mo, descubrirlos y aplicarlos familiarizándose con su manejo. Ésta es una de las novedades que presenta nuestro Tratado General de Ajedrez. Esta forma práctica de exposición pensamos aplicarla, no ya a los principios rudimenta­ les, sino también a los más sutiles principios estratégicos. Pretendemos orientar nuestro trabajo según fines didácticos que coadunen la exposición puramente racional con la aclaración intuitiva más abundante y eficaz. El fin de todo eso es lograr que los principios de estrategia no sean para el aficionado mero conocimiento intelectual, sino que se incorporen rápidamente a su estructura ajedrecística y se hagan normas tácticas de su juego. 6 Este primer libro que presentamos es muy elemental. Tras explicar las convenciones del juego y el movimiento de las piezas, trata de desarrollar la visión del principiante. Se mueve, pues, en terrenos previos a toda estrategia. El ajedrez se considera en él desde el punto de vista subjetivo, y se pretende desarrollar en el aficionado la capacidad de combinar jugadas, concebir fines y analizar el juego. Se trata de formar los rudimentos del órgano ajedrecístico. Pero todo esto se realiza dentro de un círculo de partidas de orden inferior, partidas cuyo esquema es muy simple, y que serán muy valiosas para el que se inicia, porque a través de ellas se formará un concepto claro y vívido del juego. Cierta­ mente tiende también a formar ciertas ideas erróneas que pueden dificultar su ulterior progreso; pero fácil será trascender esos errores. Lo esencial es colaborar para que el que aprende pueda fijar con acierto su experiencia elemental, para así poder asentar sobre firme las experiencias más sutiles. De ahí que al afrontar los rudimentos del juego, hayamos creído necesario no sólo expo­ ner objetivamente lo rudimental en el juego, sino también preparar rudimentariamente el órgano subjetivo del ajedrecista. Con esto se ha dicho que este libro primero de nuestro Tratado General de Ajedrez se dedica especialmente a los aficionados que quieren iniciarse en el movimiento de las piezas. Si logra ser un eficaz colaborador en sus primeros progresos, su fin habrá sido cumplido y nos consideraremos satisfechos, pues habremos preparado el camino para las enseñanzas supe­ riores que emprenderemos en los siguientes volúmenes. ROBERTO G. GRAU 7 l.Reglas de juego yn ociones preliminares Ela ejdreSzuí. n doys luefi n El juego del ajedrez es un deporte intelectual. Se produce en él una lucha de ingenios, y los elementos son las piezas o trebejos y el ta­ blero. Las piezas se dividen en dos bandos: blan­ cas y negras, iguales en fuerza e iguales en formación. Estas piezas se mueven según las conven­ ciones del juego, y el fin de los movimientos, que se llaman más propiamente jugadas, es ganar el juego al adversario, lo que se logra llevando a su rey a una particular posición que se llama mate. Las ocho filas de casillas horizontales se llaman lín.eL aas socho filas verticales se de­ Por su índole, el ajedrez es completamente nominan comlnuas. un juego de habilidad. El jugador más hábil El tablero tiene, por lo tanto, sesenta y cua­ derrotará siempre al menos hábil. tro casillas que forman ocho líneas y ocho co­ Y esta habilidad, que constituye el órgano lumnas. Los siguientes diagramas que mos­ de este juego, se desarrolla mediante la prác­ tramos aclararán esto: tica y el estudio, no existiendo casos en que la maestría haya sido alcanzada con la mera práctica, ni tampoco con sólo el estudio. En 2 esto, el ajedrez se asemeja a todo arte y toda ciencia. El fin del presente libro es colaborar al de­ sarrollo de la habilidad del principiante. Ense­ ñará a mover las piezas y a conducir el juego, y espera lograr su propósito, a cuyo servicio pondrá un lenguaje claro y abundantes ejerci­ cios. Elt ablero El juego del ajedrez se desarrolla sobre un Unac omlnua tablero de forma cuadrada, compuesto de ocho hileras de ocho casillas cada una, que son de Ver diagrama siguiente colores claro y oscuro alternativamente, según Se llama diagonales a cualquiera de los podemos ver en el siguiente diagrama. conjuntos de casillas de un mismo color que 8 Rudimentos

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