Description:EN el crepúsculo vespertino, el horizonte sangraba. La estepa rusa era un inmenso mar de hielo. De los montes Urales, de la Siberia, cual si fuese el aliento de los forzados, llegaba un aire frío que iba congelando las aguas del Vitchegda, en las proximidades de Kotlas. Los lobos hacían oír su monótono himno de muerte. Sin embargo, pese a la crudeza del invierno y a los múltiples peligros, un hombre, cubierto de pieles, sobre un «tachanka» tirado por dos caballos y provisto de anchos deslizadores, recorría la llanura. Su rostro denotaba una firmeza límites. Al alcance de su mano descansaba un moderno rifle de repetición.