Description:El teniente Helmut Straus levantó el brazo y lo llevó hasta su hombrera izquierda. A continuación describió un velocísimo semicírculo y lo estrelló contra el rostro de Jean-Pierre Laffite. El terrible castañetazo resonó en el comedor y las gafas ahumadas de la víctima se hicieron añicos, saltando por los aires y rebotando contra los travesaños del techo. Varios trozos de cristal se clavaron en la cara del francés, que se bañó en sangre. —¡Perro! —Gruñó Straus.