TRABAJO NO CLÁSICO, ORGANIZACIÓN Y ACCIÓN COLECTIVA TOMO I Trabajo no clásico, organización y acción colectiva Tomo I Enrique de la Garza Toledo (coordinador) I zt a p a l a p a Casa abierta al tiempo UNIVERSIDAD AUTONOMA METROPOLITANA Primera edición: mayo de 2011 Fotografía de portada: Amanda de la Garza Mata © Enrique de la Garza Toledo © Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa San Rafael Atlixco 186 Del. Iztapalapa, Col. Vicentina CP. 09340 México, D.F. © Plaza y Valdés, S.A. de C.V. Manuel María Contreras 73. Colonia San Rafael México, D.F. 06470. Teléfono: 5097 20 70 [email protected] www.plazayvaldes.com Plaza y Valdés Editores Calle Murcia, 2. Colonia de los Ángeles Pozuelo de Alarcón 28223, Madrid, España Teléfono: 91 862 52 89 [email protected] www.plazayvaldes.es ISBN: 978-607-402-374-9 Impreso en México / Printed in México Contenido Presentación ........................................................................................................ 9 Introducción: construcción de la identidady acción colectiva entre trabajadores no clásicos como problema. ............................................. 11 Enrique de la Garza Toledo Crítica de la razón para-posmoderna (Sennet, Bauman, Beck) .......................... 23 Enrique de la Garza Toledo, Juan Carlos Celis Ospina, Miguel Ángel Olivo Pérez, Martín Retamozo Benítez La identidad y la acción colectiva en los vagoneros del metro ........................... 53 Sandra Rosalía Ruiz de los Santos Persistir en el Centro Histórico: el ambulantaje como trabajo no clásico .......... 109 Miguel Ángel Olivo Pérez El problema de la identidad y la acción colectiva en los microbuseros .............. 163 Carlos León Salazar Trabajo cognitivo y control sobre el proceso de trabajo: la producción de software ...................................................................................................... 209 J. Guadalupe Rodríguez Gutiérrez, Enrique de la Garza Toledo Trabajo e identidad entre los trabajadores de Walmart ...................................... 227 Juan José Hernández Castro Trabajo, identidad y acción colectiva en McDonald’s ........................................ 289 Gustavo Garabito Ballesteros Presentación L a investigación colectiva Trabajo no clásico, organización y acción colectiva, realizada desde el posgrado en estudios laborales de la UAM-Iztapalapa fue realizada analizando las siguientes ocupaciones y con los responsables que se agregan para cada una de éstas: Vendedores ambulantes del Centro Histórico de la ciudad de México (Miguel Ángel Olivo) Tianguistas (José Luis Gayosso) Taxistas (Leticia Pogliaghi) Microbuseros (Carlos León) Operadores de Metrobús (Carlos Clemente Martínez) Vagoneros (Sandra Ruiz) Call Centers (Inés Montarcé) Walmart (Juan Hernández) McDonald’s (Gustavo Garabito) Software (José Rodríguez) Extras de televisión (Azucena Feregrino) En el presente tomo presentaremos los casos de vendedores ambulantes, micro- buseros, vagoneros, Walmart, McDonald’s y diseñadores de Software; en el tomo II se tratarán los casos restantes. ENRIQUE DE LA GARZA TOLEDO 9 Introducción: construcción de la identidad y acción colectiva entre trabajadores no clásicos como problema. Enrique de la Garza Toledo D urante casi todo el siglo XXI, los estudios del Trabajo privilegiaron la línea que iba de los mercados de trabajo a los procesos de trabajo, a la regulación de la relación laboral y a los actores colectivos vinculados con el trabajo asalariado. Sin embargo la permanencia, o bien, la extensión de las actividades no asalariadas así como la extensión de trabajos informales, precarios, inseguros, fl exi- bles, no estructurados, atípicos, llevaron a una parte de los estudiosos a pensar que estas categorías antiguas y nuevas de trabajadores eran incapaces de constituir iden- tidades colectivas amplias, proyectos o sujetos colectivos, que el futuro era de la fragmentación y la reducción a lo individual o a los pequeños sujetos. Sin embargo, al mismo tiempo que las organizaciones tradicionales de los trabajadores asalaria- dos decaían en casi todo el mundo, nuevos movimientos sociales aparecían a partir de la década de los ochenta (nuevo indigenismo, cocaleros, caceroleros, los sin tie- rra, entre otros). Una parte de estos sujetos no tenían aparente relación con el mundo del trabajo, pero otros sí se relacionaban con éste, aunque no en la forma clásica de la relación entre el capital y el trabajo, como son los movimientos de vendedores ambulantes por defender su lugar de trabajo, o de los taxistas piratas por su fuente de empleo o de los microbuseros por las rutas. Es decir, hay la necesidad de explicar las fuentes de la identidad y la acción colectiva entre trabajadores situados en rela- ciones no claras de asalaramiento, o bien con la intromisión de clientes y usuarios y llegar a un concepto ampliado de Trabajo que no se restrinja al trabajo asalariado. Dos concepciones teóricas relacionadas con el avance del Trabajo asalariado en las sociedades modernas llevaron a la visión restringida del concepto de Trabajo; 11 TRABAJO NO CLÁSICO, ORGANIZACIÓN Y ACCIÓN COLECTIVA TOMO I una fue la neoclásica para la cual no hay otro trabajo a considerar sino el asalariado: el que se compra y se vende por un salario. La otra fue la marxista clásica, para la cual el concepto de Trabajo no quedaba restringido al asalariado y se reconocía como trabajo a toda actividad relacionada con la riqueza material de la sociedad, no sólo con la generación de valores de cambio. El fenómeno socioeconómico de avan- ce del trabajo asalariado capitalista en el siglo XIX —que sirvió de terreno empírico a los neoclásicos para pensar el concepto restringido de Trabajo— implicó para el marxismo no la exclusividad pero sí el privilegio del Trabajo asalariado capitalista, que es una de las formas del trabajo asalariado, el que implica, además de la compra venta de fuerza de trabajo, el que el Trabajo genere valores de uso dedicados al in- tercambio en el mercado. Por otra parte, la producción capitalista en el siglo XIX se podía realizar sin implicar el maquinismo o en forma maquinística, este tipo de tra- bajo que se realiza maquinísticamente con grandes concentraciones de obreros fue privilegiado en los análisis y teorizaciones porque se suponía que habría una línea evolutiva moderna hacia estas formas de producción y de empleo. Lo anterior no implicaba que se ignorase que coexistían con el obrero industrial de la gran empresa otros trabajadores en empresa capitalistas de servicios y agricultura, e incluso ubi- cados en formas productivas no capitalistas al mismo tiempo, pero éstas serían mar- ginales en la línea evolutiva del capitalismo industrial. La Sociología del Trabajo en sus orígenes también privilegió como objeto de es- tudio al obrero industrial de la gran empresa, se preocupó por sus reestructuracio- nes, pero poco dirigió la mirada hacia otros sectores de trabajadores; de tal manera que la mayoría de los conceptos acuñados por esta disciplina siguen arrastrando sus orígenes industriales y modernos. En estas preferencias también existía un evolucio- nismo explícito o implícito, la gran empresa barrería con formas precapitalistas de producción y el proceso de proletarización casi se universalizaría con el desarrollo del capitalismo. Desde hace varios decenios el empleo en la industria en el mundo ha disminuido en favor de los servicios, las micro y pequeñas empresas en el tercer mundo no han tendido a disminuir, los trabajos precarios se han incrementado junto a la aparición de nuevas califi caciones; es decir, la importancia de los Trabajos no clásicos se ha incrementado. La importancia clásica del Trabajo asalariado en la gran industria derivaba tam- bién de la constatación de su relevancia en la creación del producto nacional, al menos en los países desarrollados, pero también de la identifi cación entre estructura productiva y sujeto. Esto frente a la decadencia en el primer mundo del empleo agrí- cola y la aparición todavía incipiente de servicios modernos. Y, en efecto, países desarrollados como los del norte de Europa se convirtieron en la primera mitad del siglo XX en sociedades de asalariados industriales. 12 INTRODUCCIÓN En América latina los conceptos de marginalidad y de informalidad se pretendió dar cuenta de “anomalías” en el desarrollo mencionado, con coexistencia de sectores tradicionales y modernos sin clara substitución de unos por los otros. Posteriormen- te en los países desarrollados se han desarrollado los trabajos atípicos, o bien, no estructurados. Así han interesado las nuevas formas de precariedad, de exclusión, de inseguridad en el trabajo o de fl exibilidad. En la actualidad, existe una gran diversi- dad conceptual para captar nuevos y antiguos trabajos distinguibles de los trabajos clásicos en Latinoamérica. Por trabajos clásicos no habría que entender necesaria- mente los que fueron o son mayoritarios en la población ocupada —situación que nunca fue cierta para los países subdesarrollados—, sino aquellos que fueron consi- derados en la teorización e investigación empírica como la línea principal de evolu- ción del trabajo (industrial, fordista, estable, regulado). En países como México, los trabajos no clásicos siempre han sido mayoritarios y sin embargo su estudio ha sido despreciado al menos en dos de las tres líneas en que se han desarrollado los Estudios Laborales: 1) La perspectiva de estudio del Trabajo como ocupación y como actividad, es decir el trabajo en el proceso mismo de trabajo, que signifi ca salario, número de empleados, pero específi camente como se trabaja para producir y las relaciones que entablan los actores productivos (los típicos, obreros, supervisores y jefes, gerencia). En esta perspectiva el concepto ordenador clásico ha sido el del Control sobre el proceso de trabajo. Control de tiempos de trabajo, de métodos, de movimientos, de tiempos de intervención, de herramientas o equipo, de ritmos, de calidad, de produc- tividad. Para los trabajos que hemos llamado no clásicos, las categorías de análisis de complican en varios sentidos: a) Para procesos de generación de servicios en los que el cliente, derechohabien- te, usuario está implicado en el propio proceso de producción y por tanto el control sobre el proceso introduce a un tercero que no es obrero ni empleador en el propio proceso de cómo se produce. b) Los trabajos desterritorializados, como la venta a domicilio, que subvierten los conceptos de jornada de trabajo y de espacio productivo. c) La producción meramente de símbolos, como la generación de espectáculos públicos o de software. Lo anterior se puede volver más complejo al considerar los trabajos no asalaria- dos, por cuenta propia, en la familia, etcétera. 13
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