Description:La pura verdad es que viendo al jinete nadie habría tenido un mal pensamiento hacia él. Cierto que llegaba bastante deteriorado, que parecía más bien un zarrapastroso, y que iba armado, pero no parecía mal muchacho… ¿Quién no iba armado por Texas, vamos a ver? Por lo demás, pues nada: un caballo, un sombrero, unas ropas viejas y unas botas que daban pena, y pare usted de contar. A decir verdad, lo único que parecía en buen estado de aquel jinete forastero era precisamente el revólver. Así que, cuando uno lo meditaba un poco llegaba a una conclusión por demás inevitable: se trataba de un pistolero. Otro pistolero más. Con lo cual, ya de entrada, el forastero no se ganó precisamente las simpatías de los habitantes de San Perlita, Texas, a su llegada a tan simpática localidad, perteneciente al muy marítimo condado de Willacy, a unas noventa millas al sur de Corpus Christi.