Me dedico a crear cuentos de hadas. Parques temáticos. Empresas de producción. Hoteles de cinco estrellas. Todo podría ser mío si renovara Dreamland. Mi idea inicial de contratar a Zahra era buena teoría, pero luego la besé. Las cosas se descontrolaron una vez que le envíe un mensaje de texto usando un alias. Cuando me di cuenta de que me había equivocado, era demasiado tarde. La gente como yo no tiene finales felices. No cuando estamos destinados a arruinarlos.
Zahra
Después de presentar una propuesta estando borracha criticando la atracción más cara de Dreamland, deberían haberme despedido. En cambio, Rowan Kane me ofreció un trabajo de ensueño. ¿La trampa? Tenía que trabajar para el jefe más difícil que jamás había conocido. Rowan era grosera y estaba completamente fuera de lugar, pero a mi corazón no le importaba. Al menos no hasta que descubriera su secreto. Era hora de enseñarle al multimillonario que el dinero no podía arreglarlo todo. Especialmente no a nosotros.