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Th. W. Adorno y la aniquilación del individuo PDF

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NOTAS Y DISCUSIONES Th. W. Adorno y la aniquilación del individuo JOSÉ A. ZAMORA Instituto de Filosofía del CSIC RESUMEN. Th. W. Adorno y los demás ABSTRACT. Th. W. Adorno and other autores de la Teoría Crítica supieron cap- Critical Theory authors knew well how to tar procesos sociales incipientes que no identify emerging social processes which han hecho sino desplegarse y confirmar- have been unfolded and confirmed through se con el tiempo. Frente a quienes de- time. Opposite to those who denounce his nuncian sus supuestas aporías y exage- supposed apories and exaggerated negati- rado negativismo, se reivindica aquí la vism, it is defended here the present rele- actualidad de una de sus tesis más cono- vance of one of his more well known and cidas y discutidas, la de la aniquilación discussed thesis, that of the annihilation of del individuo. El paso del capitalismo the subject. The transition from liberal to liberal al monopolista sirve de horizonte monopolist capitalism serves as framework para analizar las contradicciones del in- for the analysis of the contradictions bet- dividuo burgués y su constitución social. ween the burgeois individual and its social En una segunda parte se aborda la «debi- constitution. In the second part, it is consi- lidad del yo» como aquella configura- dered the issue of the «weakness of the ción psíquica que se corresponde con la self» as the psychic configuration corres- liquidación del individuo en la sociedad pondig to the liquidation of the individual tardocapitalista. En el centenario del in late capitalist society. In the centenary nacimiento de Th. W. Adorno valgan of Th. W. Adorno’s birth, these reflections estas reflexiones de homenaje a un pen- are intended as an homage to the thinker sador y un pensamiento cada día más and its thinking, which appears nowadays imprescindibles. as even more indispensable than ever. Th. W. Adorno es sin duda uno de los Aunque el antisemitismo y la industria pensadores más influyentes del siglo XX. de la cultura constituyan los dos fenóme- Sus escritos filosóficos, estéticos y de nos sociales que centran la atención crítica teoría social han inspirado más allá de de Adorno en la década de los años cua- las fronteras alemanas a incontables cien- renta, dichos fenómenos aparecen a sus tíficos sociales, teóricos del arte y filó- ojos como exponentes sobresalientes de sofos. El centenario de su nacimiento, un mismo proceso civilizador y una forma que en nuestro país ha pasando casi de socialización que afecta de modo fun- desapercibido, puede ser una ocasión damental al valor y situación actual del propicia para reivindicar la actualidad individuo. En la civilización técnicamente de su pensamiento y para hacerlo justa- avanzada y en la sociedad crecientemente mente en torno a una de sus tesis más organizada, independientemente de su discutidas en la era de exaltación del color político o de diferencias culturales, individualismo. se produce, a pesar de una apariencia de ISEGORÍA/28 (2001) pp. 231-243 231 NOTAS Y DISCUSIONES pluralismo y de formas de vida cada vez el individuo ya no sea percibido ante todo más individualistas1, una integración pro- como miembro de un estamento y clase gresiva de la individualidad y se reducen social, sino como tal ser individual. Esto las posibilidades de despliegue de lo sus- encuentra expresión asimismo en el ámbi- tancialmente singular y diferente. Es lo to cultural: en el discurso filosófico se que lleva a Adorno a formular su discutida desarrolla la idea de sujeto trascendental, tesis de la «aniquilación del individuo»2. en la literatura aparecen las narraciones biográficas y autobiográficas, así como la perspectiva del narrador en primera perso- Del capitalismo liberal al capitalismo na, y en la pintura emerge el género del monopolista retrato. La nueva cultura burguesa tiene su fundamento en la idea de subjetividad, que El concepto de individuo está asociado, al representa el correlato cultural de la cate- menos desde la modernidad, a la capaci- goría social de individuo. dad de autoconciencia, de autodetermina- Sin embargo, el sujeto, realidad deri- ción y de autoexpresión de los seres vada, debe su existencia a los mismos humanos en cuanto miembros de la socie- poderes que están llevando a cabo diligen- dad. Se trata de capacidades adquiridas temente su disolución. La autodetermina- gracias a la mediación social, pero tam- ción autárquica, que proclamaba la mayo- bién en tensión y resistencia frente a ella. ría de edad del sujeto ilustrado frente a Desde la modernidad estas dimensiones cualquier autoridad, estuvo ya desde el tienen, además, un carácter normativo. El comienzo ligada al intercambio y la pro- individuo se constituye a través de la auto- piedad, que ahora en el capitalismo avan- nomía, se identifica prácticamente con zado estrangulan casi toda la capacidad de ella. Así pues, es la sociedad burguesa la autodeterminación. El capitalismo liberal que posibilita y al mismo tiempo exige de preveía como medio de autodeterminación cada uno de sus miembros que sean indi- el «contrato», cuyo fundamento era la pro- viduos autónomos en el sentido de que piedad. Pero no se tomaron en cuenta las hagan valer sus intereses políticos y eco- diferentes relaciones de propiedad como nómicos y de que sean responsables de sí base de diferentes posibilidades de autode- mismos. Esta responsabilidad afecta inclu- terminación y se dejó a cargo de una so al ámbito de los deseos y de la expresi- «mano invisible» la corrección de las dife- vidad, pues también descansa sobre los rencias económicas. Este ideal ilustrado se individuos el propio proyecto de autorrea- vio desmentido por la realidad desde el lización, de felicidad3. primer momento. Así fue surgiendo una Existen un conjunto de factores que red de corporaciones intermedias y se fue conducen a esta nueva forma social de haciendo cada vez mayor la intervención ver al individuo: la libertad de comercio y del Estado tendente a rectificar las disfun- de propiedad, que posee una gran signifi- ciones sociales. Todo ello iba acompañado cación económica y ha de ser garantizada del crecimiento de un aparato jurídico que políticamente, la disolución de la depen- concretaba la función directiva del Estado. dencia material, así como la concomitante Pero este proceso que debería asegurar la ampliación de los espacios individuales igualdad de posibilidades de autodetermi- de acción, la estructura familiar burgue- nación de los individuos amenaza una vez sa, etc. En este sentido, el «individuo debe desplegado con estrangularla en un mundo su cristalización a las formas de la econo- totalmente administrado, donde los exper- mía política, especialmente al mercado tos acumulan sobre sí toda la competencia urbano»4. Estos y otros factores hacen que de tomar decisiones y los poderes econó- 232 ISEGORÍA/28 (2003) NOTAS Y DISCUSIONES micos poseen una capacidad de influjo lismo monopolista suponía de hecho que casi irrestricta. De los individuos se espera los individuos y sus intereses conscientes que se comporten tal como exige el senti- perdían en gran medida importancia en do común empleado en la administración cuanto fundamento del mercado. El siste- y por ella. Es decir, el individuo sólo exis- ma se volvía cada vez más independiente te de manera mediada en cuanto parte de de la iniciativa de los sujetos económicos una institución u organización, que define individuales. Ahora las exigencias plantea- el ámbito y las metas de su acción, y en das al comportamiento de los individuos cuanto receptor de decisiones de una venían dictadas por los objetivos definidos administración, que programa su compor- por los cárteles económicos y las cuestio- tamiento de manera imperativa y exacta. nes sociales eran gestionadas por los gru- Es importante destacar que la contra- pos de poder en los consorcios empresa- dicción es inherente al individuo burgués riales, las administraciones estatales, los desde el comienzo5, contradicción entre partidos y el ejército. las exigencias políticas universales y los Mientras que en la fase estrictamente intereses burgueses particulares, entre la liberal la iniciativa de los empresarios indi- esfera pública y la privada, etc., y sobre viduales era el presupuesto para su existen- todo la contradicción de que su indepen- cia y permanencia en el mercado, en la dencia va acompañada de la opresión de la fase monopolista esto deja de ser una exi- mujer en el ámbito privado y de la explo- gencia. La reproducción del sistema eco- tación de los asalariados «libres» en el nómico depende sobre todo de las condi- ámbito económico. Por ello el concepto de ciones económicas globales y éstas a su individuo es, en un sentido genuino, ideo- vez del cambio tecnológico. Las nuevas logía: «El ideal antifeudal de la autonomía condiciones tecnológicas de la producción del individuo, que se refería a su autode- promueven la monopolización del capital y terminación política, se transformó dentro ésta convierte en marginal la iniciativa pri- del entramado económico en aquella ideo- vada del empresario individual, paradigma logía, de la que dicho entramado necesita- del sujeto económico y su actividad autó- ba para mantener el orden y aumentar el noma. No es que la hábil o torpe actuación rendimiento»6. Y el desarrollo económico individual sea indiferente para la supervi- y político no ha resuelto estas contradic- vencia de las empresas, pero ésta depende ciones, sino que las ha agudizado 7. Al mucho más de condiciones anónimas. La menos esto es lo que parece confirmar el disponibilidad del capital necesario para la desmoronamiento de la figura estrictamen- cada vez más decisiva innovación tecnoló- te liberal del capitalismo, que Adorno per- gica se vuelve determinante. Al mismo cibe en las primeras décadas del siglo XX. tiempo la creciente intensidad del capital No sin ciertas reticencias, él también hace necesario para la modernización tecnoló- suyo el diagnóstico establecido por F. gica promueve y sostiene el proceso de Pollock y asumido por M. Horkheimer en concentración económica que conduce a el exilio americano de que la tendencia una situación en la que se encuentran monopolista de la economía estaba llevan- enfrentados entre sí los grandes grupos do a cabo una disolución del mercado y empresariales casi monopolistas. Los em- una sustitución del mismo por la interven- presarios individuales que no disponen de ción directa del poder político en la direc- capital en esas dimensiones se hunden o ción de la economía, lo que evidentemente pierden su autonomía. supuso una valoración equivocada de la Cuanto más grandes son las empresas, evolución del sistema económico 8. De las instituciones y las organizaciones tanto todos modos, la transición hacia un capita- mayor es la coacción a la minimización ISEGORÍA/28 (2003) 233 NOTAS Y DISCUSIONES del riesgo y a la planificación, tanto más caramiento de la dominación de clases, adquieren protagonismo aquellos tipos de que ya en la concepción de Marx no está carácter que no están guiados por la idea determinada por la conciencia, sino por la de autonomía económica como fundamen- posición de las clases en relación a los to de la participación autoconsciente en la medios de producción. Esta posición no vida social y política, sino por la idea de hace sino confirmar que dicha dominación integrarse en una institución que posibilite sigue existiendo. Es más, la concentración a aquellos que alcanzan una posición del capital hace crecer la diferencia de cla- directiva participar del poder de la misma. ses de modo objetivo y con ella la impo- Y la posibilidad de alcanzar una situación tencia de amplias masas. Pero es esa mis- social que permita utilizar las formas esta- ma impotencia la que permite al capital blecidas de dominación para ejercer el aparecer como expresión del conjunto de poder crece con la disponibilidad a adap- la sociedad y que, en cuanto instancia anó- tarse a las estructuras de dominio. nima de toda la sociedad, sea visto como Por otro lado, el crecimiento de la representación del equilibrio de intereses riqueza social, a pesar de la desigual dis- de todos sus miembros y a los grupos tribución entre las clases sociales, favore- dominantes como sus representantes. ce la aceptación de la propia situación No sin cierta ironía señala Adorno económica y la integración de la clase tra- que los trabajadores empiezan a tener bajadora. La oposición a la apropiación algo más que temer que a la deshumani- del trabajo ajeno por los monopolios tien- zación embrutecedora a causa del proce- de a desaparecer, en entre otras razones so de trabajo industrial: «La figura del porque dicha apropiación, gracias a las trabajador que de noche retorna a casa mejoras de la situación material, se ha bebido y maltrata a la familia ha sido vuelto más invisible. La predicción reali- desplazada al margen más extremo: su zada por Marx en su teoría de la pauperi- mujer ha de temer más que a él, al social zación de proletariado ha quedado des- workerque le aconseja» 10. Bajo el manto mentida por el curso de los hechos, tal de la civilización quedan integradas en la como constata Adorno hacia 1942 en sus planificación económica y política las condiciones de trabajo y el entorno social reflexiones sobre la teoría de las clases como ámbitos organizados. Dicha plani- sociales, un texto que sólo se publicaría ficación no tiene necesidad ya de un póstumamente: enmascaramiento ideológico de las con- «Los proletarios tienen algo más que per- tradicciones de clase para estabilizar el der que sus cadenas. Su nivel de vida [...] no ha sistema. Se dispone a controlar la econo- empeorado, sino mejorado. Menos tiempo de mía psíquica de los trabajadores. De este trabajo, mejor alimentación, vivienda y vesti- modo, la deshumanización sobrevive a dos, protección de los miembros de la familia y través de su aparente superación. El velo de la propia vejez, una mayor esperanza de vida encubridor de la tecnología modela al tra- les han correspondido a los trabajadores con el bajador más a fondo que los procesos de desarrollo de las fuerzas técnicas de produc- trabajo físicamente demoledores de la ción. Para nada se puede decir que el hambre primera industrialización, y la cultura de les vaya a llevar necesariamente a una unión incondicional y a la revolución» 9. masas «simplemente los vuelve a formar tal como ellos ya son de todos modos Sin embargo, la ausencia de la con- bajo la coacción del sistema, controla las ciencia clase no es un síntoma de que brechas, al adversario oficial de la praxis hayan sido superadas las clases, sino que además lo integra en ésta en forma de refleja de modo objetivo el nuevo enmas- public moral, les ofrece modelos para la 234 ISEGORÍA/28 (2003) NOTAS Y DISCUSIONES imitación» 11. Puesto que la deshumaniza- dancia de bienes, ésta se encuentra como ción hiriente pone en peligro al sistema, bajo una maldición. La necesidad, que éste se sirve de la civilización como ins- tiende a convertirse en apariencia iluso- trumento de dominación y somete a los ria, contagia a los bienes con su carácter miembros de la sociedad recreándolos a ficticio»13. Basta considerar el hecho de su imagen y semejanza. La deshumaniza- que siga existiendo pobreza en la socie- ción se vuelve inmanente al sistema, que dad de la abundancia para constatar la ya no necesita excluir a nadie de la «cul- irracionalidad de la situación. Así pues, tura» porque ésta se ha convertido en el el antagonismo no ha sido superado y instrumento con el que todos quedan «sólo a través del interés por el beneficio incluidos. La ideología, en el sentido de y de la fractura inmanente a toda la socie- una mediación entre autonomía y domi- dad se mantiene hasta hoy chirriando, nación, ya no es necesaria, porque ya no quejumbrosamente, con sacrificios inde- hay nada que temer de la autonomía: cibles, el engranaje»14. Ahora bien, en esta situación toda «La sociedad de intercambio instiga a sus afirmación de la inmediatez y sustanciali- hijos a perseguir metas sin cesar, a vivir orien- dad del individuo es engaño, una media- tados testarudamente hacia ellas, los ojos ción que se ignora y desconoce a sí mis- absorbidos por el beneficio que quieren atrapar, ma. Es más, cuando el individuo ato- sin mirar ni a derecha ni a izquierda. Quien se mizado, en cuanto sujeto volcado de mo- sale de la senda está amenazado de ruina. La do prioritario hacia la pura autoconserva- inmediatez coactiva impide a los seres huma- nos reconocer justo el mecanismo que los mu- ción y constituido por el dominio de la tila: éste se reproduce en su conciencia su- naturaleza y las relaciones de intercambio misa».12. —que no se puede encontrar a sí mismo en la realidad social antagonista— busca A pesar de todo, no debemos olvidar en la afirmación de la inmediatez de sus que el sistema sigue siendo antagonista y intereses individuales la certeza de sí que la apariencia de que el conflicto de clases le niega la sociedad, entonces es cuando ha sido pacificado es eso, pura aparien- de modo más rotundo se realiza y consu- cia. No han sido suprimidas las depen- ma el dominio de la universalidad antago- dencias fundamentales, aunque la domi- nista a través suyo. En el mismo princi- nación sobre los seres humanos que los pium individuationisse esconde la ley que convierte en una función de su propio rige el curso del mundo15. La afirmación aparato productivo se vuelva cada vez de la sustancialidad absoluta del yo en más anónima. A escala internacional se medio de una sociedad antagonista es, por manifiestan las contradicciones de clase tanto, no sólo apariencia ilusoria, sino como contradicción entre países extrema- también transfiguración engañosa del damente ricos y países extremadamente orden existente, justificación de la mala pobres. La producción sigue realizándose positividad16. Por eso lo concreto y singu- bajo el imperativo de la maximización lar sólo puede pensarse como todavía no del beneficio y se mantiene el predomi- existente17. Esto le da la razón a Hegel, nio del interés por la revalorización del que reconoció de modo insobornable la capital en detrimento de las necesidades prepotencia de lo universal, aunque lo objetivas de los consumidores. Contra transfigurara ilusoriamente en Idea. En toda apariencia y a pesar de la abundan- ella hay de verdad que «lo singular, en la cia cuantitativa de bienes, los individuos figura invertida del aislamiento impotente son estafados en relación a su calidad de y entregado a lo universal, está dictado por vida. «Incluso allí donde impera la abun- el principio de universalidad invertida» 18. ISEGORÍA/28 (2003) 235 NOTAS Y DISCUSIONES La debilidad del yo y el empobrecimiento individual y la configuración no instru- de la experiencia mental de las relaciones sociales. La omnipotencia del aparato suprime la Con la progresiva eliminación de la base distancia y la tensión entre individuo y económica de la responsabilidad individual colectividad, así como entre sujeto y reali- y de la capacidad moral de decisión fruto dad, distancia que sería necesaria para de la creciente monopolización desaparece defenderse de la aniquilación. La creciente también la posibilidad de ganar en la autonomización y autorregulación de la socialización la distancia necesaria respec- racionalidad técnica junto a su despliegue to al aparato social. La indiferencia frente en el complejo tecnológico, bajo cuyo al individuo, que se manifiesta en la imperio se encuentran la burocracia y la industria de la cultura y en la persecución administración en cuanto poderes institucio- de los judíos, y que en su eliminación sis- nalizados, producen ese miedo del indivi- temática en los campos de exterminio lle- duo anónimo y deformado, para el que la ga al extremo más horroroso, es inherente complejidad de la técnica y la desproporcio- a la tendencia social global. La economía nalidad del aparato administrativo adquie- se puede permitir cada vez menos el cos- ren el carácter irracional del destino o del toso factor «individuo». La instancia psí- hado mítico. La coacción de la sociedad, de quica, de la que todavía necesitaba el sus estructuras y formas de organización, es capitalismo liberal y que concedía al indi- aceptada como si poseyese una fatalidad viduo una cierta libertad, por mucho que irrevocable, lo que en el fondo no hace sino ésta estuviera atada a la ley del interés y poner de manifiesto el grado de integración el beneficio, se ha convertido en un factor de la conciencia de los individuos. perturbador de la planificación social y En todas las instancias sociales domi- económica en el capitalismo tardío. Todas nan estructuras que predisponen, endure- las dimensiones de la individuación tie- cen y someten a los individuos al dominio, nen que ser controladas, es decir, neutrali- tanto social y psicológicamente como en zadas. sus formas de conciencia, hieren perma- Esa supresión de la distancia se hace nentemente su narcisismo y los cosifican patente sobre todo en el proceso de buro- convirtiéndolos en objetos dependientes cratización diagnosticado por M. Weber, del poder social. El endurecimiento estruc- que extiende la planificación y el gobierno tural del sujeto, que en esencia ya encon- más allá del sistema político al mundo tramos en el orden burgués, se convierte cotidiano de los individuos. en sus formas extremas en una debilidad Según Adorno, asistimos a un crecien- del yo sometido a la autoridad. Las condi- te entrelazamiento de las burocracias polí- ciones sociales avanzadas de aislamiento, ticas, económicas y culturales que limita sometimiento, coacción a la adaptación y considerablemente los espacios de acción renuncia llevan a un debilitamiento pro- individuales o los somete más decidida- gresivo de la conciencia independiente. mente a los imperativos administrativos. Una vez debilitado de esta manera el yo En el capitalismo tardío disminuyen los capaz de decidir, en su lugar aparecen dis- restos de realidad social todavía «no orga- posiciones autoritarias y agresivas del nizados» y aumenta la rapidez con que los carácter o mentalidades patológicamente nuevos espacios no planificados se con- estereotipadas. vierten en objeto de planificación política o económica. Esta ampliación de la plani- La debilidad del yo hoy, que no es simple- ficación administrativa es la que percibe mente psicológica, sino en la que el mecanismo Adorno como una amenaza para la vida psíquico registra la impotencia real del indivi- 236 ISEGORÍA/28 (2003) NOTAS Y DISCUSIONES duo frente al aparato socializador, estaría cias que le imponen no pueden ser interna- expuesta a una dosis insoportable de agravio lizadas y convertidas en elementos de la narcisista, si no se buscara una compensación a propia conciencia, pero tampoco puede el través de la identificación con el poder y la yo identificarse con ellas. Dominado por grandeza del colectivo19. el temor más o menos consciente tanto a los reveses sociales como a las privaciones La «debilidad del yo» expresa según psíquicas, termina renunciando a toda pro- Adorno la configuración psíquica que se testa contra las exigencias sociales en corresponde con la liquidación del indivi- muchos casos carentes de sentido. duo en la sociedad tardocapitalista. Ador- no posee una concepción realmente dia- La adaptación a las situaciones y los proce- léctica del yo, y esto tanto si nos referimos sos sociales, en que consiste la historia y sin los a los aspectos tratados por la teoría de la que le hubiera sido muy difícil a los seres libido, como a los aspectos abordados por humanos seguir existiendo, se ha sedimentado la teoría de la sociedad. El yo no sólo se en ellos de tal manera, que decrece la posibili- constituye a través de los conflictos entre dad de escapar, aunque sólo sea en la concien- cia, sin conflictos pulsionales insoportables. los impulsos libidinosos y los procesos de Están identificados —triunfo de la integra- represión de los mismos, sino que tam- ción— hasta en sus formas más internas de bién confluyen en él las tensiones de la comportamiento con aquello que les sucede. realidad social antagonista. Esto hace que [...] El proceso vive de que los seres humanos los intentos de ajuste entre las tendencias deben su vida también a aquello que les es internas y las exigencias sociales se pro- infligido. [...] Si en otro tiempo las ideologías duzcan siempre en constelaciones con- actuaban como cemento de unión, éste se ha flictivas y estén enredados en contradic- deslizado hacia la prepotente situación existen- ciones. te en cuanto tal, por un lado, y hacia la consti- tución psicológica de los seres humanos, por El interés por la autonomía y la posibi- otro20. lidad de afirmación de sí mismo no se encuentran en una armonía preestablecida Debido a esta polarización, la adapta- con las exigencias sociales de adaptación, ción ya no está mediada por la constitu- que es el precio para asegurar la autocon- ción de una instancia propia, que si bien servación. Si no quiere ser expulsado del interioriza las pretensiones provenientes engranaje social, el individuo tiene que de la sociedad, también permite un dis- acatar las reglas de juego que dicta la tanciamiento reflexivo frente a las mis- situación dominante, pero las exigencias mas. Por eso la adaptación que realiza el que se derivan de este acatamiento van yo permanece externa a él y queda que- asociadas a renuncias que no son razona- brada su resistencia frente a dichas exi- bles a primera vista. Ante esto caben dos gencias. Con esta última consideración posibilidades: enfrentarse de modo cons- podría parecer que Adorno critica una fal- ciente a la represión social poniendo en ta de equilibrio entre las distintas instan- peligro la autoconservación o poner en cias —ello, yo y super yo— y sus preten- marcha maniobras de suavización y pacifi- siones y la incapacidad de mediación y cación que impidan tener que soportar sublimación, es decir, de desplazamiento o grandes mermas de la autoestima. Adorno «ennoblecimiento» de los impulsos libidi- considera que esta segunda forma es la nales, tal como plantea Freud. Con ello predominante. estaría asumiendo como ideal un «yo inte- Las exigencias provenientes del exte- grado» que tiene su base en la solución rior se han vuelto tan masivas y el indivi- exitosa del complejo de Edipo, es decir, en duo tan débil frente a ellas, que las renun- la internalización del super yo que da ori- ISEGORÍA/28 (2003) 237 NOTAS Y DISCUSIONES gen a la conciencia y a los sentimientos de Este sujeto masculino, en cuanto suje- culpa, pero que promete una regulación to patriarcal y volcado en la consecución autónoma21. Sin embargo, Adorno dista de objetivos y, no en última instancia, en mucho de considerar un ideal el yo inte- cuanto promotor de la barbarie, se encuen- grado en el sentido freudiano: tra en el centro de la crítica de Adorno: la autonomía en su forma burguesa sólo es La meta de la «personalidad bien integra- pensable al precio del distanciamiento da» es rechazable, porque le exige al individuo frente a la naturaleza propia y exterior, así aquel balance de fuerzas que no existe ni debe- como frente a otros sujetos, y del dominio ría existir en la sociedad establecida, dado que de todo ellos. Incluso los objetivos eróti- dichas fuerzas no poseen el mismo derecho. cos, la necesidades pulsionales del Eros, [...] Su integración sería una falsa reconcilia- están fundidos con la violencia, el someti- ción con el mundo irreconciliado, y acabaría miento y las fantasías de apoderamiento probablemente en la «identificación con el referidas al propio yo y a los otros. Los agresor», pura máscara del sometimiento. [...] La persona «auténtica» en el sentido del plan- elementos sado masoquistas son parte de teamiento de Freud, esto es, la no desfigurada la interiorización psicosocial de la autori- por represiones, sería casi idéntica en la socie- dad y la violencia represivas, de la confor- dad adquisitiva existente a la fiera con saluda- mación histórica del yo y la conciencia, y ble apetito, y con ello habríamos dado en el cla- pertenecen al proceso de constitución de la vo de la utopía abstracta de un sujeto realizado autonomía y el sujeto burgueses. independientemente de la sociedad22. Pero, en la posibilidad de fracaso de la integración de las instancias que intervienen El modelo freudiano de explicación de en la constitución del individuo, Freud con- la constitución del yo adquiere bajo la pers- serva la conciencia de la ambigüedad del pectiva de la Teoría Crítica un carácter his- proceso de dicha constitución. Basta que se tórico social. El ideal de Freud no es sólo la produzca una carencia amorosa importante persona consciente que a través de un pro- para que desaparezca la tensión entre el yo y ceso doloroso no exento de represiones se el super yo, con lo que este último no puede convierte en dueño del ello. También es el ser entroncado en el sujeto como instancia varón creador de cultura, negador de los moral propia, permanece extraño al yo y impulsos libidinales, desligado de los vín- provoca que las agresiones que nacen en él culos (con la madre) y sublimador. El super o que experimenta posteriormente sean pro- yo, que es interiorizado y entroncado a tra- yectadas directamente hacia fuera. Además, vés de ese proceso y gracias a esa relación cuando la renuncia libidinal extrema no es con la autoridad, en el sentido de una inte- compensada por el amor, las necesidades riorización masoquista de la agresión, juega (objetual) libidinosas son proyectadas de un papel fundamental en el desarrollo del nuevo sobre el yo y reconvertidas en una yo. Éste resulta tan contradictorio y ambi- desmesurada libido narcisista. Por otro lado, valente como la subjetividad burguesa en si fracasa la identificación con la autoridad, cuanto tal, pues es portador de una dimen- ésta permanece exterior al sujeto y la con- sión represiva y otra emancipadora. El pro- ciencia y las decisiones morales tienen que ceso de la interiorización del super yo y de seguir siendo dependientes de autoridades la identificación con el padre es para cada externas. Se produce un antagonismo insos- sujeto un proceso de sufrimiento, que gene- tenible entre el apetito narcisista orientado ra por así decirlo el yo, pero que también lo hacia la omnipotencia deseada en los oríge- endurece y conforma sado masoquistamen- nes y la experiencia continua de pequeñez y te: el sujeto se convierte en su propia ins- limitación que desmienten dicha orienta- tancia disciplinadora. ción. Este antagonismo está a la base de los 238 ISEGORÍA/28 (2003) NOTAS Y DISCUSIONES intentos de engrandecer narcisistamente al la identificación con la dureza, el dinero, el yo por medio de la identificación con el rendimiento o el poder, que en realidad son colectivo o por las fantasías de omnipo- imposiciones de la sociedad, se convierten tencia. en determinantes de yo debilitado, que pro- Lo importante desde el punto de vista yecta su odio hacia todos los que real o de Adorno es no convertir estas tensiones supuestamente se sustraen a esas imposicio- que forman parte constitutiva de la génesis nes. Incapacitado para establecer un sistema del sujeto en invariantes psíquicas o en consistente y duradero de valores morales «determinaciones antropológicas»23. Hay autónomo, se ve obligado a acogerse a que tener en cuenta que las condiciones poderes sociales más poderosos, de los que sociales e históricas alteran el acceso del hace depender sus decisiones morales. yo a la satisfacción de los impulsos, a una Puesto que la rabia que produce el sublimación no represiva, a una fortaleza tener que someterse a los poderes sociales del yo sin acorazamiento bajo el principio opresores no puede dirigirse contra ellos, de la autoconservación y a una socializa- el yo debilitado acaba desviándolos contra ción solidaria sin represión adicional. En sí mismo o proyectándolos hacia algo exte- este sentido es en el que la situación de rior más débil. Bajo estas condiciones es los individuos en el capitalismo tardío, como si la economía libidinal exigiese un situación responsable de un especial de- chivo expiatorio25. Estamos ante un carác- bilitamiento de los seres humanos y de ter dependiente y no integrado que reaccio- su subjetividad, produce nuevas formas na «hacia los más fuertes con sumisión y agudizadas de empobrecimiento y regre- hacia los más débiles con desprecio»26. sión psicosociales. Aquellas condiciones Aquí se encuentra el origen del pensa- que confieren fuerza al individuo frente a miento estereotipado característico: la sociedad han sido prácticamente elimi- nadas. Las formas mediadas de subjetivi- Se puede suponer que las personas en las dad, de capacidad de experiencia y disfru- sociedades modernas —incluso por lo demás te, el alcance de la sublimación y la «inteligentes» o «informadas»— recurren a necesidad de ella, etc., son sustituidas explicaciones primitivas y simplificadoras de los acontecimientos humanos porque muchos cada vez más por la intervención directa de los pensamientos y observaciones necesarios de la sociedad en la economía pulsional para una adecuada interpretación no son acep- de los seres humanos. El sujeto del siglo tados, puesto que están cargados afectivamente xx pierde su autonomía, su fuerza moral y y producen ansiedad; el yo débil no está en espiritual, la experiencia marcadamente condiciones de asumirlos en sus esquemas de placentera y su capacidad de resistencia pensamiento27. frente a la presión social a la adaptación. Cuando el yo es demasiado débil para Esta limitación esquemática de la per- desarrollar la capacidad de integrar los cepción y la conciencia va frecuentemente deseos pulsionales, que a menudo actúan unida al mecanismo de la proyección que de forma avasalladora, las rígidas preten- está a la base de los prejuicios. Sobre otras siones del super yo y las exigencias de la personas o sobre grupos identificados son realidad, los conflictos internos no pueden proyectados los propios deseos reprimi- ser resueltos y llevan a reacciones angus- dos, las debilidades inaceptadas y los as- tiosas y opresoras. Los individuos se con- pectos desagradables de sí mismo. Esto vierten en el curso de la fracasada ontogé- puede dar paso a la agresión si ésta cuenta nesis de su proceso de socialización en con cierta sanción social o es respaldada «cautivos de su propio yo debilitado»24. por el poder, lo que dado el caso permite La adaptación al poder o las convenciones y una revaloración del yo débil a través de ISEGORÍA/28 (2003) 239 NOTAS Y DISCUSIONES una gratificación narcisista por identifica- del mismo modo que el propio pasado que ción con el propio colectivo y devaluación no se doblega aquí y ahora a las exigencias del grupo ajeno y, además, una descarga de la producción mediada socialmente ha desbocada de las agresiones destructivas. de ser neutralizado por tratarse de un factor El yo débil no es capaz de percibir el mun- perturbador, esta sociedad también reprime do en una forma que haga justicia a su todo duelo que se opone al funcionamiento complejidad y al carácter anónimo de sus sin contratiempos del mecanismo de pro- estructuras, porque esa forma hiere el nar- ducción: «Lo que sucede a todos los senti- cisismo individual y colectivo. Esto lleva a mientos, el desprecio de aquello que no una personalización de las transformacio- tiene ningún valor en el mercado, le sucede nes que sufre el mundo económico, en rea- de manera más destemplada a aquello de lo lidad determinadas de modo abstracto: «los que ni siquiera es posible sacar un restable- inmigrantes tienen la culpa de que yo pier- cimiento psicológico de la fuerza de traba- da el trabajo». jo, al duelo. Éste se convierte en estigma Las formas en que se presenta el yo de la civilización, en sentimentalidad aso- debilitado: el convencionalismo en la per- cial, que delata que todavía no se ha conse- cepción de los fenómenos, la estereotipia guido del todo juramentar a los seres hu- en la formación del juicio y en las valora- manos en torno al reino de los fines»29. ciones, la clasificación de las personas en La indiferencia creciente frente a los fuertes y débiles —y la correspondiente muertos tiene su correspondencia en la dependencia y sometimiento a los fuertes y carencia de significación del individuo más triunfadores, así como la pretensión de allá de la función que cumple en el todo someter a los débiles—, la incapacidad social. La reducción progresiva del ser para diferenciar, la coactividad, etc., que- humano a función dentro del universo fun- dan focalizadas de modo singular en el cional en que se convierte la sociedad está empobrecimiento de experiencia. Adorno al servicio de la reemplazabilidad de los ha analizado con incomparable finura las individuos. diferentes manifestaciones del empobreci- miento de la experiencia que supone la Al no ser percibida la muerte más que descomposición de la individualidad en el como una separación de un ser vivo de la unión de la sociedad, finalmente dicha sociedad la ha capitalismo tardío. Aquí nos limitaremos a domesticado: morir sólo confirma ya la absolu- presentar una de ellas: la destruida relación ta irrelevancia del ser vivo natural frente al con los muertos, tema del que se ocupa absoluto social. [...] Lo que han perpetrado los repetidamente. Adorno percibe aquí un nacionalsocialistas con millones de seres huma- síntoma de «que hoy la experiencia esta nos, el registro estandarizado de vivos como si enferma» 28, porque empobrecimiento o, fueran muertos, luego la producción en masa y incluso, destrucción de la experiencia se el abaratamiento de la muerte, proyecta su producen allí donde se quiebra la continui- sobra sobre aquellos que para reír se inspiran dad del recuerdo consciente y de la memo- en los cadáveres. Lo decisivo es la asunción de ria inconsciente. la destrucción biológica en la voluntad social consciente. Sólo una humanidad para la que la El sometimiento de los individuos bajo muerte se ha vuelto tan indiferente como sus el aparato social, económico y cultural miembros, una humanidad que ha muerto para estrecha y empobrece el mundo experien- sí misma, puede imponerla de modo adminis- cial. La mediación de la sociedad totaliza- trativo a incontables seres30. dora establece el primado de la producción y el intercambio y exige una adaptación de La impermeabilización del sistema fren- la capacidad de percepción, reacción y te a lo cualitativamente otro sólo puede con- pensamiento de los sometidos a ella. Así, seguirse neutralizando o impidiendo una 240 ISEGORÍA/28 (2003)

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liquidación del individuo en la sociedad tardocapitalista. En el centenario del nacimiento de Th. W. Adorno valgan estas reflexiones de homenaje a
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