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Teoría del montaje cinematográfico PDF

262 Pages·1987·38.096 MB·Spanish
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KAREL REISZ TECNICA DEL MONTAJE CINEMATOGRAFICO Versión castellana de EDUARDO DUCA Y taurus T. Título original: The Technique of Film Editing Editó en Inglaterra: © Focal Press, Londres. Esta obra ha sido escrita y recopilada por Karel Reisz, con el aseso ramiento del siguiente Comité, designado por la British Film Academy: Thorold Dickinson (Presidente), Reginald Beck, Roy Boulting, Sidney Cole, Robert Hamer, Jack Harris, David Lean, Ernest Lindgren, Harry Miller y Basil Wright. Introducción de Thorold Dickinson. Primera edición española: 1960 Segunda edición: 1966 Reimpresiones: 1980, 1986, 1987 © 1960, TAURUS EDICIONES, S. A. @ 1987, ALTEA, TAURUS, ALFAGUARA, S. A. Príncipe de Vergara, 81, l.º• 28006 MADRID ISBN: 84-306-9576-1 Depósito Legal: M. 11.382-1987 PRINTED IN SPAIN INTRODUCCION Son muchos los países en que aún no existen centros dedicados a la enseñanza de los diversos oficios cinematográficos, y la Gran Bretaña es uno de ellos. Ni siquiera la Academia Británica del Cine tiene entre sus fines primordiales el de atender al aspecto formativo de los futuros técni cos del cinema. Este excelente libro, y las cinematecas que la Academia ha formado y mantiene, constituyen el único incentivo que podemos ofrecer a quienes se sientan capaces de iniciar su propia formación. Los miembros del Consejo de la A. B. C. hemos hecho examen de la literatura sobre el cinema, desordenada y poco orientativa, publicada hasta hoy, animados por la idea de llenar alguna de las lagunas que los textos hayan dejado sin cubrir. Nos hemos percatado de que algunas técnicas, como el registro de sonido, la decoración o dirección artística, la conf ec ción de guiones e incluso la realización propiamente dicha, han sido trata das de forma articulada, pero esa fundamental aportación que constituye el montaje no ha· sido aún objeto de análisis detenido y sistemático. Sólo en las personales teorías de Eisenstein, Pudovkin y algunos otros, se ha tratado este tema, pero siempre en relación con el particular estilo que tales realizaci~mesh ubiero.n de imprimir a sus obras. ' Nuestro primer paso fue consultar con aquellos miembros de la A. B. C. que habitualmente practican el montaje, y encontramos nueve voluntarios dispuesto_o~ (l reu'!i: sus e~pe' riencias en una amplia gama de estilos cinema• tográficos para colaborar 'en una introducción obje{i ,a q _lot ¡µe ·c_~tituye su oficio. · Pudimos haber elegido también a un profesional para llevar a cabo la compilación del libro; preferimos, sin embargo, a un profano, por entender que aquél podía sentir la natural inclinación hacia el estilo de cine en que se encontrase especializado. Obvio es decir que ese l!!Pfan_oK, arel Reisz, había de estar en posesión tanto de una base científica como de la destreza analítica imprescindible para manejar los materiales básicos, muchos de los 7 "º cuales habían sido tratados articuladamente hasta entonces. Y Karel Reisz, haciendo uso de una personal sistematización, eliminando toda fácil impresión subjetiva, se sometió durante meses al agotador trabajo de vi sionar kilómetros de película en busca de la secuencia adecuada, analizán dola en la moviola, anotando cada detalle y midiendo hasta el último plano. Esta suma de entusiasmos ha dado por resultado un libro dividido en tres secciones. La primera y la tercera tienen carácter general; la segunda se compone, en cambio, de una serie de ejemplos concretos, cada uno de los cuales ha sido atendido especialmente por él o los especialistas adecua dos. El conjunto quizá pueda considerarse como un manual, que abren y cierran un prólogo y un epílogo. • • • Antes de seguir adelante quiero decir algo sobre la forma en que se utilizan las palabras montaje y montador. Es evidente que la responsabili dad del montaje en una película recae sobre un cierto número de personas: el guionista, el director, el montador, el ingeniero de sonido, etc. Creo que hasta ahora se ha descuidado la diferenciación entre sus funciones respec tivas. Pues bien: cuando se emplea la palabra montador no nos referimos simplemente a un técnico que trabaja en la sala de montaje, sino a la per sona-quienquiera que pueda ser-responsable de que el aspecto del mon taje que se trata de discutir cobre una forma determinada. Y la mayor parte del libro se refiere, como es lógico, no sólo al trabajo del montador conw tal, sino a todo el proceso del montaje, que en general supone una responsabilidad mucho más amplia. • • • Quiero insistir en que no se ha tratado de escribir un libro sobre teoría del montaje. Para tal fi.n no hubiese convenido sumar los esfuerzos de nue ve realizadores cinematográficos, algunos de los cuales son incluso escép ticos sobre el valor de la teoría por sí sola. Como antes he dicho, creímos poder obtener del equipo un rendimiento máximo dejando que cada cual supervisara el capítulo referente al género de su dedicación. El grueso del libro está, por consiguiente, en la Sección 11, constituida por una serie de ejemplos prácticos que analizan sus propios montadores o directores. la generalización a que tales casos prácticos nos lleva se encuentra resumida en la Sección 111. La división de capitulos en la Secció111 1 puede que resulte un tanto arbitraria. No es posible dividir todos los problemas cinematográficos del 8 montaje en una serie de comparttmentos estancos, y conviene aclarar que nuestra intención no ha sido ésa. Los distintos capítulos representan, en todo caso, una clasificación genérica, la que a su vez puede agrupar los problemas de montaje que cada género plantea. Creemos, por ejemplo, que la claridad expositiva en el relato cinema tográfico es necesaria siempre. Sin embargo, hemos relegado el comentario de este problema del montaje al epígrafe "Films educativos", por estimar que es en este tipo de cine donde la lucidez resulta absolutamente impres cindible. Del mismo modo, el capítulo "Noticiarios" trata de problemas específicamente técnicos del montaje, y el de "Secuencias dialogadas", los de ajuste y medida de planos. Confiamos sinceramente en que el conjunto de materias tratadcIS, y la estructuración de que han sido objeto, consti tuye un libro fácilmente comprensible y orientativo. Hemos hecho uso de cierta flexibilidad en la elección de los ejemplos prácticos. Los capítulos son de extensión desigual simplemente porque al gunos problemas del montaje son más complejos que otros, e incluso por que la contribución del montador al total de la obra es más importante, por ejemplo, en un film de montaje que en un noticiario. A veces hemos creído más interesante citar los propios comentarios del montador, toda vez que se trata de problemas sujetos a la interpretación y al criterio personal; en algunos casos, estos comentarios han sido total mente incorporados al texto. Estas ligeras "injusticias" vienen dadas por la propia naturaleza de cada material, y dar a todos un trato igualitario hu biera supuesto romper nuestra propia unidad de criterio. Una última palabra acerca de los ejemplos prácticos. A excepción de aquellos casos en que se hace constar especialmente, la planificación no procede de los guiones que dieron lugar a su rodaje, sino que ha sido desglosada con todo detalle de las secuencias ya terminadas y con una forma definitiva. Presentan en general problemas típicos (por eso precisa mente han sido escogidos) y corresponden en lo posible a películas que han gozado de amplia exhibición (1). El haber sido elegidas no supone que tomemos partido-en pro ni en contra-hacia los films de que proceden: hemos buscado los ejemplos, buenos o malos, que pudieran ser más útiles a nuestra exposición. Me temo que muchos de los posibles lectores de esta obra serán de los que normalmente no puedan adquirir libros de su precio. Ante la necesidad de editar un libro realmente documentado e informativo sobre un tema de (1) El prologuista se refiere, naturalmente, a su país. Algunos de los films aquí citados no han sido exhibidos en España. lo cual no supone, a nuestro juicio, merma en la comprensión o en su valor representativo. (N. del T.) 9 tal amplitud como este del montaje, decidimos no escatimar nada que pudiera tener interés en texto o ilustraciones. Sugiero que en ciertos casos se forme una pequeña asociación de amigos para comprarlo entre todos, así como que los cineclubs ayuden a su difusión adquiriendo algunos e;em plares que luego pueden poner a la disposición de sus socios. Este no es libro de una sola lectura. Para una total apreciación de su contenido aconsejo, a quienes tengan a su alcance los medios necesarios, el examen unipersonal de películas o fragmentos de ellas en una moviola. He dicho antes que el montaje era algo fundamental dentro del proceso /J> de confección del film. los profesionales y técnicos del cine comprenderán, sin duda, el significado de estas palabras, puesto que, a mi juicio, la im portancia del montaje rebasa incluso el terreno artístico, alcanzando tam• bién a la realidad física, económica y financiera del cinema. THOROLD DICKlNSON. De la Academia Británica del Cine. 10 AGRADECIMIENTOS Los conocimientos, ideas y opiniones que constituyen las siguientes pá ginas corresponden a los miembros del Consejo de la Academia Británica del Cine. La contribución específica de cada uno de estos miembros ha tenido lugar en la siguiente forma: Reginald Beck, en las primeras fases de la concepción del libro; Roy Boulting, en el capítulo 2 y la secuencia de Brighton Rock; Sidney Cole, en los capítulos de historia y teoría y en el capítulo de cine cómico y comedias de humor; Jack Harris, en el capí tulo "Secuencias de acción" y los fragmentos de Cadenas rotas (Great Ex pectations; y Once a Jolly Swagman; Robert Hamer proporcionó materiales y datos para la sección histórica; David Lean, en el capítulo "Secuencias dialogadas" y en fragmentos de Cadenas rotas y The Passionate Friends; Ernest Lindgren, en las secciones histórica y teórica, así como autorizando que buena parte de la disquisición sobre temas teóricos tuviera por base los argumentos con que se exponen en su libro El arte del cine, e igualmen te que se reprodujeran mµchas de las definiciones que aparecen en el Glosa rio de esta misma obra; Harry Miller, en el capítulo "Montaje sonoro" y la secuencia de Larga es la noche (Odd man out); Basil Wright, en todos los capítulos en que se habla del documental y en los fragmentos de Night Mail, Diary for Timothy y Song of Ceylon; Thorold Dickinson, como presi dente, en todas las etapas del trabajo para la confección de este libro. Otras personas que han prestado su ayuda al Consejo : Geoffrey Foot, contribuy~ndo al análisis del fragmento de The Passionate Friends y aseso rando pacientemente sobre los mil detalles del trabajo en la sala de monta je; R. K. Neilson Baxter, que supervisó el capítulo de "Cine educativo"; G. T. Cummins y N. Roper, que invirtieron muchas horas ayudándome en el análisis de T he Peaceful Years y aportaron trabajos escritos; Paul Rotha, que dio su asesoramiento sobre The World is Rich; Wolfgang Wilhelm, que me asesoró igualmente sobre problemas de composición del diálogo; J. B. Holmes, que dio interesantes informaciones sobre su película Mer chant Seamen, y R. Q. McNaughton, que me proporcionó el análisis y pla nificación de secuencias de Merchant Seamen y Night Mail. Desde Estados Unidos nos prestó ayuda Viola Lawrence (sobre lA dama de Shanghai) y James Newcon (sobre La pareja invisible se divierte). El largo estudio de Heleo van Dongen sobre el montaje de Louisiana Story se publica íntegro: justo es decir que seguramente hemos contraído con ella nuestra mayor deuda. 11 El Dr. Rache! Low puso a nuestro serv1c10 sus conocimientos de la historia del cine; Julia Coppard prestó valiosa ayuda en la preparación del manuscrito. El Dr. Roger Hanvell, miembro de la Academia Británica del Cine, y A. Kraszna-Krausz nos prestaron ayuda, simpatía y ... paciencia. Té.- nbién deseo hacer constar mi agradecimiento a las siguientes perso nas y entidaries: Norah Traylen y Harold Brown, del Instituto Británico del Cine, por su magnífica ayuda en la preparación de las ilustraciones fo tográficas; al equipo catalogador de la National Film Library, por dejarme utilizar su moviola; a las casas productoras y distribuidoras que han auto rizado la utilización del material fotográfico y la reproducción de los diá logos de sus películas, y a los autores y editores que me han permitido citar pasajes de sus obras. K. R. 12 PRIMERA PARTE HISTORIA DEL MONTAJE EL MONTAJEE N EL CINE MUDO ---" "Repetiré una vez más que el montaje es la fuerza creadora de la realidad fílmica, y que la naturaleza sólo aporta la materia con que for marla. Esa, precisamente, es la relación entre montaje y cineV (1). Así es cribía en 1928 uno de los realizadores más notables del cinema. Su conclu sión se formulaba tras examinar los films más destacados producidos en los primeros treinta años de existencia del cine, y puede resumirse diciendo que el proceso del montaje-la selección, medida y orden de unos planos dados para constituir una continuidad cinematográfica-reci bía con ello la consideración de fase crucial en la realización de un film. Hoy sería difícil hablar de modo tan concluyente. Los realizadores con temporáneos han dado entrada a nuevos elementos-la interpretación, los diálogos-, elevando su importancia hasta un punto verdaderamente in compatible con el aserto de Pudovkin. El cine sonoro había de relegar toda una tradición de yuxtaposición visual expresiva característica de las mejo res producciones mudas. Y el que lea este libro podrá apreciar que uno de nuestros argumentos básicos es precisamente el de que tal olvido constitu ye una de las grandes pérdidas del cinema. · La historia del cine mudo corrobora en todo momento la idea de Pu dovkin, y el desarrollo creciente en la expresividad del medio cinematográ fico, desde las simples imágenes iniciales de los hermanos Lumiere hasta las elaboradas concepciones de los años veinte, fue consecuencia de un desarrollo paralelo en la técnica del montaje. ·Si el Pudovkin de 1928 era capaz de expresar ideas y emociones infinitamente más complejas que los Lumiere de hacía treinta años, se debía, entre otras cosas, al descubri miento de métodos de montaje, cuya eficacia le ponía en condiciones de afrontar tal empresa. La historia del cine mudo nos ofrece hoy día una documentación tan precisa que resulta innecesario repetir otra vez hechos sobradamente co- (1) Film Technique, por V. l. PuDOVKIN. Londres, Newnes, 1929, pág. 16. (No hay edición española de esta obra.) 15

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