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Teoría del materialismo histórico: ensayo popular de sociología marxista PDF

405 Pages·1974·18.145 MB·Spanish
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TEORIA DEL MATERIALISMO HISTORICO Ensayo popular de sociología marxista por NICOLAI l. BUJARIN Prólogo de Aldo Zanardo y dos comentarios críticos de Antonio Gramsci y Gyorgy Lukács. Traducción de PABLO DE LA TORRIENTE BRAU GABRIEL BARCELÓ MARÍA TERESA POYRAZIÁN AUGUSTO BlANCO CELINA MANZONI MARÍA VICTORIA SUÁREZ ISIDORO FLAMBAUN Para la presente edición de la obra de Bujarin se ha utilizado la versión de Editorial Cenit, Madrid, 1933. Esta versión del inglés, realizada por los cubanos Pablo de la Torriente Brau y Gabriel Barceló, fue revisada y corregida por María Teresa Poy razián, teniendo en cuenta la traducción inglesa utilizada por De la Torriente y Barceló y la reciente edición francesa de An thropos, París, 1967. El artículo de Aldo Zanardo, que hemos incorporado a modo de introducción, fue publicado en Studi Gramsciani, Editori Riuniti, Roma, 1958, bajo el título <<11 "manuale" di Bukharin visto dai comunisti tedeschi e da Gramsci>>. Fue traducido del italiano por Augusto Bianco y Celina Manzoni. Los trabajos de Lukács y Ben Brewster fueron tomados de New Left Review, núm. 39, septiembre-octubre 1966. La traducción del inglés es de María Victoria Suárez. «Notas críticas sobre una tentativa de "Ensayo popular de so ciología"», de Gramsci, fue tomado de El materialismo histórico y la filosofía de Benedetto Croce, Edit. Lautaro, Buenos Aires, 1962. Traducción de Isidoro Flambaun. D i6.3 B85S-f& 1 9 :;. ~iglo veintiuno editores, sa l l)j(í GABRIEL MANCERA, 65 ~MÉXICO 12, D. F. siglo veintiuno de esparta editores, sa 1) j((J EMILIO RUBfN, 7 ~MADRID-16, ESPANA siglo veintiuno argentina editores, sa 1 )j((J CÓRDOBA, 2064 ~BUENOS AIRES,. ARGENTINA Primera edición en español, agosto 1972 (Argentina) Segunda edición en español, septiembre 1974 (España) ©EDICIONES DE PASADO Y PRESENTE Casilla de Correo 80, Córdoba (Argentina) © SIGLO XXI DE ESPAÑA EDITORES, S. A. Emilio Rubín, 7, Madrid-33 Derechos reservados conforme a la ley Impreso y hecho en España Printed and made in Spain ISBN: 84-323-0143-4 Depósito legal: M. 25.964-1974 Impreso en Closas-Orcoyen, S. L. Martínez Paje, S. Madrid-29 INDICE EL <<MANUAL» DE BUJARIN VISTO POR LOS COMUNISTAS ALEMANES Y POR GRAMSCI, por Al do Zanardo . . . . .. . .. . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . .. . . . . . . . 1 INTRODUCCIÓN AL TRABAJO DE LUKÁCS SOBRE EL «MANUAL» DE BUJARIN, por Ben Brewster . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37 TECNOLOGÍA Y RELACIONES SOCIALES, por Gyorgy Lukács ... ... ... ... 41 NOTAS CRÍTICAS SOBRE UNA TENTATIVA DE «ENSAYO POPULAR DE SOCIO- LOGÍA», por Antonio Gramsci ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 53 TEORÍA DEL MATERIALISMO HISTÓRICO. ENSAYO POPULAR Dll SOCIOLOGÍA MARXISTA, por Nicolai l. Bujarin . . . ... . .. .. . .. . .. . ... . . . . .. 107 Dedicatoria ... ... . .. . .. ... . .. . .. .. . ... . .. . .. 108 Introducción. Importancia práctica de las ciencias sociales 109 l. Las ciencias sociales y las exigencias de la lucha de la clase obrera, 109.-2. La burguesía y las ciencias sociales, 110.-3. El carácter clasista de las ciencias sociales, 110.-4. ¿Por qué la cien cia proletaria es superior a la ciencia burguesa?, 111.-5. Las ciencias sociales y la sociología, 112.-6. El materialismo histó rico considerado como una sociología marxista, 114. Materialismo histórico: l. La causa y el fin de las ciencias socia- les (causalidad y finalismo) '·.. . .. .. . ... ... .. . .. . ... ... .. . ... . .. .. . ... 116 l. La regularidad en los fenómenos en general y en los fenóme nos sociales en particular, 116.-2. Naturaleza de la causalidad. El carácter de las leyes en la ciencia. Formulación del problema, 118.-3. Doctrina de la finalidad (teleología) en general y crítica de esta doctrina. Finalidad inmanente, 119.-4. El finalismo en las ciencias sociales, 123.-5. Causalidad y finalismo. Las explica ciones científicas son explicaciones causales, 127. 11. Determinismo e indeterminismo (necesidad y libre albedrío). 129 l. El problema de si es o no libre la voluntad del individuo, 129. 2. La resultante de las voluntades individuales en una sociedad no V oganizada, 133.-3. La voluntad organizada colectivamente (la re sultante de las voluntades individuales en la sociedad comunista organizada), 136.-4. El llamado «azar», 138.-5. El <<azar» en la Historia, 140.-6. La necesidad histórica, 141.-7. El problema de la posibilidad de las ciencias sociales y de la previsión en este cam po, 143. 111. Materialismo dialéctico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 147 l. Materialismo e idealismo en filosofía. El problema de la objeti vidad, 147.-2. La concepción materialista en las ciencias sociales, 152.-3. El punto de vista dinámico y las relaciones de los fenóme nos entre sí, 156.-4. La interpretación de la historia en las ciencias sociales, 160.-5. Las contradicciones en la evolución histórica, 165.-6. La teoría de las transformaciones por saltos y la teo ría de las transformaciones revolucionarias en las ciencias so ciales, 171. IV. La sociedad 176 l. Concepto de los conjuntos. Conjuntos lógicos y reales, 176.-2. La sociedad como conjunto real, como ;;istema, 177.-3. El carácter del vínculo social, 180.-4. La sociedad' y el individuo. Supremacía de la sociedad sobre el individuo, 184.-5. Sociedades en proceso de formación, 191. V. El equilibrio entre la sociedad y la naturaleza .. . ... ... ... . .. 194 l. La naturaleza como <<medio» de la sociedad, 194.-2. Relaciones entre la sociedad y la naturaleza. Proceso de producción y repro ducción, 197.-3. Fuerzas productivas. Las fuerzas productivas como índice de las relaciones entre la naturaleza y la sociedad, 201.-4. El equilibrio entre la naturaleza y la sociedad. Sus ruptu ras y restablecimientos, 207.-5. Las fuerzas productivas como punto de partida en el análisis sociológico, 209. VI. El equilibrio entre los elementos de la sociedad . . . . . . . . . . . . 218 l. Vínculos entre los diversos fenómenos sociales. Planteamiento del problema, 218.-2. Cosas, personas, ideas, 220.-3. La técnica so cial y la estructura económica de la sociedad, 222.-4. Esquema de la superestructura, 236.-5. La psicología y la ideología sociales, 290.-6. El proceso ideológico considerado como trabajo diferen ciado, 298.-7. La significación de las superestructuras, 304.-8. Los principios constitutivos de la vida social, 310.-9. Tipos de estruc tura económica y diversos tipos de sociedades, 313.-10. Carácter contradictorio de la evolución: equilibrio externo e interno de la sociedad, 319. VI VII. Ruptura y restablecimiento del equilibrio social . . . . . . . . . .. . 322 l. El proceso de las transformaciones sociales y las fuerzas pro duc"tivas, 322.-2. Las fuerzas productivas y la estructura social y económica, 324.-3. La revolución y sus fases, 334.-4. Causa y efec to en el período de transición; causa y efecto en los períodos de decadencia, 341.-5. La evolución de las fuerzas productivas y la materialización de los fenómenos sociales (acumulación de la cul tura), 348.-6. El proceso de la vida social en su conjunto, 351. VIII. Las clases y la lucha de clases ................. . 354 l. Clase, casta, profesión, 354.-2. El interés de clase, 363.-3. La psicología y la ideología de clase, 365.-4. La «clase en sí» y la «clase para sí», 370.-5. Formas de relativa solidaridad de intere ses, 371.-6. Lucha de clases y paz de clases, 375.-7. La lucha de clases y el poder político, 379.-8. Clase, partido, líderes, 382.-9. Las clases como instrumento de transformación social, 385.-10. La sociedad sin clases del futuro, 386. Notas ................................ . 389 VII EL «MANUAL» DE BUJARIN VISTO POR LOS COMUNISTAS ALEMANES Y POR GRAMSCI lUdo Zanardo Analizar la crítica de Gramsci a la Teoría del materialismo histórico de Bujarin es dar un primer paso en d intento de insertar la original interpretación gramsciana del marxismo filosófico en el cuadro complejo y contradictorio de las in terpretaciones que se dieron en los años que preceden y si guen a la constitución de la Tercera Internacional. Las notas de Gramsci sobre Bujarin son de 1933-34, pero pertenecen idealmente a ese tiempo y representan, como veremos, la maduración de motivos que fermentaban en el mundo inte lectual de entonces. La firmeza, la unidad, la simplicidad que caracterizaron al marxismo filosófico a partir de 1930-31, la posición peri férica en la que se encontraba Italia con respecto a las dis cusiones teóricas sobre el marxismo, la solidez y el límite especulativo y abstracto de la cultura idealista, la suerte po lítica del país, impidieron que para la historia de las inter pretaciones del marxismo filosófico se tuviera en Italia una tradición homogénea y continua de estudios y de intereses, y que se careciera de una información adecuada. Con el re torno de la democracia política, el problema era sobre iodo el de hacer conocer los clásicos del marxismo filosófico, de estimular el estudio de experiencias intelectuales que conflu yeran en el marxismo. En las investigaciones sobre histo ria del marxismo filosófico y más en general sobre his toria del socialismo internacional, se cumplen hoy los pri meros pasos. Estamos muy lejos de poder llegar a resultados sistemáticos, de poder dar, por lo menos en lo que a nos otros respecta, una ubicación histórica precisa de la crítica de Gramsci a Bujarin, y de poder dar un panorama comple to y una evaluación exacta de las tomas de posición que se produjeron en los partidos socialistas y en el seno de la Tercera Internacional en relación al Manual popular. Inclu- 1 so el material al que se puede tener acceso en Italia permite una documentación exhaustiva sólo en lo que se refiere al socialismo y al comunismo alemanes. Con todo, es justamente en Alemania donde es más vivo el interés por los aspectos filosóficos del marxismo, es allí donde son más numerosos, más cultos y activos los intelec tuales ligados al movimiento obrero. En toda la Segunda In ternacional y en la Tercera hasta la década del treinta, el marxismo teórico es esencialmente un hecho alemán y ruso. Incluso las revistas socialistas y comunistas italianas y fran cesas, entre el veinte y el treinta, muestran la influencia que han recibido los cuadros intelectuales del movimiento obrero alemán en la elaboración de las cuestiones filosóficas y cien tíficas. La riqueza, la variedad, los vínculos internacionales, el prestigio de la cultura socialista y comunista alemana de entonces son tales que las observaciones efectuadas sobre ésta tienen una cierta plenitud y tipicidad. Considerar la crí tica de Gramsci al libro de Bujarin en este contexto no es entonces casual, significa ligarla a algunos de los términos esenciales de la situación ideológica de entonces. I El Manual de Bujarin es de 1921, pero las primeras tomas de posiCión en Occidente datan de 1922, cuando aparece la traducción alemana t. La traducción inglesa se publica en Nueva York en 1925 y luego en Londres en 1926 2, la francesa aparece en París en 1 Theorie des historischen Materialismus. Gemeinverstandliches Lehr buch der marxistischen Soziologie. Hamburg. Verlag der kommunistis chen Internatíonale, 1922. Es la traducción que utilizamos aquí. Se puede señalar que el Osteuropa-Institut de la Freie Universitat de Berlín tiene en preparación una bibliografía de Bujarin. [Siglo XXI Editores tiene en preparación el libro de Stephen F. Cohen, Bujarin y la revolución bolchevique. Una biografía política, 1888-1938, editado ori ginariamente por Alfred A. Knopf, Nueva York, 1973.] ' Historical Materialism. A System of Sociology. New York, lnter national Publishers, 1925; London, Allen und Nnwin, 1926. 2 1927 3 y es verosímil que también en torno a estas traduc ciones se haya desarrollado un conjunto de reacciones 4• En Alemania el libro no despertó mucho interés entre los socialistas. Las grandes revistas del socialismo alemán y austríaco, atentas por otra parte a las experiencias económi cas y políticas soviéticas, no hablaron del libro. No había, en el campo socialista, estímulo suficiente para llevar a cabo un análisis particularizado de una obra rusa de marxismo filosófico, ya sea porque el interés por las cuestiones filo sóficas era escaso y ecléctico, y en todo caso limitado a al gunos exponentes de tendencias neocriticistas, ya sea porque en Rusia se hallaban en primer plano los problemas políti cos de la revolución, del estado, de la economía; ya sea, en fin, porque la socialdemocracia tenía un altísimo concepto del nivel de su desarrollo teórico. La discusión con el comu nismo soviético, sobre todo después de la conquista del po der por parte de los bolcheviques (entre los mencheviques se encontraban Plejanov, Axelrod, Zassulic, es decir aquellos que habían tenido muy estrechas relaciones con los alema nes), se articuló esencialmente entre los dos polos de demo cracia o dictadura; del socialismo que llega cuando han ma durado sus condiciones económicas y sociales, cuando el pro letariado está ya en mayoría y es ideológicamente compacto, y del socialismo que llega antes de que estén dadas sus con diciones, reflujo de aquel bakuninismo que Marx combatió, el poder violento de una minoría no disímil del régimen prusiano o zarista; del socialismo que tiene en cuenta el en tero desarrollo de la doctrina, y del socialismo detenido en las posiciones abstractas del Manifiesto. Revolución rusa y revolución alemana son dos cosas distintas. Dentro de este ámbito de problemas se movieron (para detenernos sólo en aquellos que han escrito las cosas más significativas) Berns tein, Otto Bauer y acabó por moverse Kautsky, después de algunas dudas, y se movió también, por un período cuya extensión es controvertida, y con todas las diferencias ima ginables, Rosa Luxemburg. Franz Mehring, que adoptó una posición distinta, no tuvo el tiempo de elaborarla. 3 La théorie du matérialisme historique. Manuel populaire de so ciologie marxiste. Paris, Editions sociales internationales, 1927. • Para Italia son conocidas las· páginas de Eugenio Curiel en Classi e generazioni nel secando Risorgimento. Roma, 1955. 3 Aunque con retraso y de manera menos evidente por la fal ta de rigidez de la tradición filosófica en la socialdemocracia alemana, era natural que la distinción entre democracia so cialista y dictadura bolchevique iniciara la distinción entre marxismo filosófico ruso y marxismo filosófico europeo. Se ría interesante rastrear a través de la vastísima literatura socialdemócrata sobre la Unión Soviética, el plasmarse de esta distinción. Se diría que ésta aparece, en su forma más madura, relativamente tarde, hacia fines de 1925-27. En 1927, cuando aparecerá la primera traducción alemana de Mate rialismo y empirocriticismo, se establecerá definitivamente debido a la polémica con la que es recibida por los intelec tuales socialistas o cercanos al socialismo de tendencias neo críticas (Max Adler S, Siegfried Marck 6 ••• ). Pero ¿cuál es, en particular, el contenido de los dos tér minos de esta distinción? ¿Cuáles son los motivos intelec tuales que le permitieron desarrollarse directamente? En un artículo de 1925, Eine materialistische Geschichte des menschlichen Den{<.ens, que es un comentario crítico so bre la traducción alemana del libro de Bogdanov 7, Kautsky critica en los marxistas rusos el simplismo, la incapacidad de superar un conocimiento doctrinario de Marx, el hecho de moverse entre principios abstractos, de no saber ver el terreno sobre el cual se apoyan esos principios y, por lo tan to, de no percibir la ocasión de enriquecerlos; les criticó, en fin, ser sustancialmente los exponentes rigurosos de una tra dición culta. Una más específica distinción entre marxismo filosófico soviético y marxismo filosófico europeo occidental ( westeuropaisch) se puede encontrar en un artículo de Ale xander Schifrin de 1927 8• Los signos característicos del mar xismo soviético están indicados en el desarrollo de la vertien te filosófica implícita en el marxismo, en el desarrollo de éste como sistema total; en la afirmación que el materialismo filosófico es la filosofía específica del marxismo, en la uni- 5 Lehrbuch der materialistischen Geschichtsauffassung, 1 Band, 1930, capítulos 6, 7 y 8. ' Der Kampf, 1928, pp. 484-487, Siegfrieil Mark. Lenin als Erkenntnis theoretiker. 7 Die Gesellschaft, 1925, I, pp. 564-578. 8 Die Gesellschaft, 1927, II, Max Werner (A. Schifrin), Der Sowjet marxismus, pp. 42-62. Otro artículo del mismo autor y en parte sobre 4

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