He retomado mi vida.
He retomado mi tiempo.
He retomado mi libertad.
Y ahora que estoy empezando a disfrutar de mi nuevo estado civil, de pronto me doy cuenta de que me gusta Diego. Y lo peor de todo es ¡que yo también le gusto a él!
No sé qué hacer, porque por más que intento evitarlo, la vida lo pone ante mí una y otra vez, ¡y yo no soy de piedra!
En definitiva, he decidido permitirme el lujo que por nombre lleva… Diego, peroooooooooooo… ¡me estoy enamorando!
Virgencita, virgencita… ¿Por qué me tiene que pasar esto otra vez a mí?
Si quieres saber cómo termina la historia de Estefanía, no te queda otra que leer Soy una mamá divorciada, alocada y de nuevo enamorada. **