Description:Dos muchachos mexicanos, a la entrada del pueblo, contemplaban aquel desfile impávido, sin pronunciar palabra. Eran los restos del ejército del emperador Maximiliano batido en Querétaro por el general Escobedo, de las tropas constitucionalistas de Juárez. Y toda la amargura de la derrota se reflejaba en aquellos rostros cansados. De pronto, a lo lejos, sonó una trompeta y los soldados y oficiales que caminaban por la carretera se hicieron a un lado.