L. Goldmann y otros: Sociologiade la creación literaria Colección Teoría e investigación en las ciencias del hombre Dirigida por José Sazb6n Lucien Goldmann, Jacques Leenhardt, G. N. Pospelov, Umberto Eco, Georg Lukács, Genevieve Mouillaud, Matthias Waltz Sociología de la creación literaria Ediciones Nueva Visión Buenos Aires @ Unesco 1968 Los artículos que componen este libro fueron traducidos dI "Socíologíe de la création líttéraíre", Reooe lntemationale des Sclences Sociales,vol. XIX,nQ 4, París, 1967. Traducción de Rugo Acevedo @ 1971 por Ediciones Nueva Visión S.A.lC., Viamonte 494, Buenos Aires, R. Argentina. Queda hecho el depósito que marca la ley 11.723. Impreso en la Argentina / Printed in Argentina. I Metodología, problemas, historia Lucien Goldmann La sociología y la literatura: situación actual y problemas de método La sociología estructuralista genética de la cultura ha ongi nado un conjunto de trabajos que se caracterizan, sobre todo, por el hecho de que sus autores, con el deseo de establecer un método operatorio para el estudio positivo de los hechos humanos -particularmente de la creación cultural-, se han visto obligados a regresar a una reflexión filosófica que podría mos calificar, de una manera bastante general, de dialéctica. De ello resulta que esta actitud puede presentarse tan pronto como un esfuerzo de investigación positiva que integra un conjunto de reflexiones de carácter filosófico y tan pronto como una actitud filosófica volcada, en primer lugar, hacia la investigación positiva y que desemboca en la constitución del fundamento metodológico de todo un conjunto de investiga ciones concretas. Como más de una vez hemos preferido el primero de tales procedimientos de exposición, hoy trataremos de adoptar el segundo. Al hacerlo es importante subrayar desde el principio, no obstante -sin mayor esperanza respecto de la utilidad de esta prevención, pues los prejuicios tienen siete vidas-, que las pocas observaciones de índole general y filosófica que van a seguir no responden a intención especulativa alguna y úni camente se formulan en la medida en que son esenciales para la investigación positiva. La primera comprobación general en que se basa el pen samiento estructuralista genético es la de que toda reflexión acerca de las ciencias humanas se efectúa, no desde el exterior, sino desde el interior de la sociedad y que es una parte -más o menos importante según los casos, por supuesto- de la vida intelectual de la sociedad y, a través de ésta, de la vida social en su totalidad. Además, el simple desarrollo del pensamiento, en la medida misma en que éste es una parte dela vida social, trasforma más o menos, conforme a su importancia y a su eficacia, la vida social misma. Así se encuentra que en las ciencias humanas el sujeto del pensamiento forma parte, al menos parcialmente y con cierto número de mediaciones, del objeto que estudia. Por otra parte, el pensamiento no constituye un comienzo absoluto y se halla en muy grande medida organizado por las categorías de la sociedad que estudia o de otra sociedad deri vada de ésta. Quiere decir que el objeto estudiado es uno de 11 los elementos constitutivos, e incluso uno de los más impor tantes, de la estructura del pensamiento del investigador o de los investigadores. Hegel resumió todo esto en una fórmula concisa y bri llante: "identidad del sujeto y el objeto del pensamiento". No sotros simplemente hemos atenuado el carácter radical de esta fórmula -resultado del idealismo hegeliano, para el cual toda realidad es espíritu-, reemplazándola por otra más de acuerdo con nuestra posición materialista dialéctica y según la cual el pensamiento es' un aspecto importante, pero sólo un aspecto, de la realidad: hablamos de identidad parcial del sujeto y el objeto de la investigación, una identidad que es válida, no para todo conocimiento, sino únicamente para las ciencias hu manas. Sea lo que fuere, no obstante, respecto de la diferencia entre ambas fórmulas, una y otra implican la afirmación de quelas ciencias tmmanas no pueden tener un carácter tan obje tivo como el de las ciencias naturales y que la intervención de valores particulares de ciertos grupos sociales en la estruc tura del pensamiento histórico es hoy, a un mismo tiempo, general e inevitable. De ningún modo significa esto, por lo de más, que las ciencias humanas no puedan, en principio, alcan zar un rigor análogo al de las ciencias de la naturaleza; será sólo un rigor diferente y deberá integrar la intervención de las valorizaciones imposibles de eliminar. La segunda idea fundamental de toda sociología dialéc tica y genética es la de que los hechos humanos son respuestas de un sujeto individual o colectivo y constituyen una tentativa con miras a modificar una situación dada en un sentido favo rable a las aspiraciones de ese sujeto. Esto implica que todo comportamiento -y por consiguiente todo hecho humano- po see un carácter significativo, que no siempre es evidente, pero que debe ser evidenciado por el trabajo del investigador. Se puede formúlar la misma idea de varias maneras dife rentes, diciendo, porejemplo, quetodo comportamientohumano (y hasta animal, probablemente) tiende a modificar una situa ción que el sujeto experimenta como un desequilibrio, en el . sentido del establecimiento de un equilibrio; o bien, que todo comportamiento humano (y probablemente todo comporta miento animal) puede ser traducido por el investigador en 12 términos de existencia de un problema práctico y de tenta tiva con miras a resolverlo. Partiendo de estos principios, la concepción estructuralista y genética, cuyo creadores,sin discusión posible, Georg Lukács, preconiza una transformación radical de los métodos de la sociología de la literatura. Todos los trabajos anteriores, así como la mayoría de los trabajos universitarios emprendidos desde la aparición de esta concepción, recaían y siguen reca yendo, dentro de esta disciplina, en el contenido de las obras literarias y la relación entre éste y el contenido de la conciencia colectiva, vale decir, las maneras de pensar y el comportamiento de los hombres en la vida cotidiana. Dentro de esta perspec tiva, el remate natural de tales trabajos consiste en que las relaciones entre esos dos contenidos alcanzan un número tanto mayor y la sociología literaria es tanto más eficaz cuanto menor es la imaginación creadora de que ha dado prueba el autor de los escritos estudiados, quien se ha conformado con narrar sus experiencias trasponiéndolas lo menos posible. Además, este tipo de estudio debe romper, por su método mismo, la unidad de la obra, ya que se interesa de modo especial en lo que en ésta es sólo reproducción de la realidad empírica y de la vida cotidiana. En suma, se trata de una sociología de apariencia tanto más fecunda cuanto más mediocres son las obras estu diadas. Y para colmo, lo que busca en las obras es, antes que la literatura, el documento. En tales condiciones, cómo puede asombrar el hecho de que la gran mayoría de los que se inte resan por la literatura consideren este tipo de investigación, en el mejor de los casos, como trabajos auxiliares más o menos útiles, ni que a veces los recusen por completo. La sociología estructuralista genética parte de premisas no sólo diferentes, sino, incluso, opuestas. Desearíamos mencio nar cinco de las más importantes. l. La relación esencial entre la vida social y la creación lite raria no incumbe al contenido de estos dos sectores de la realidad humana, sino tan solo a las estructuras mentales, lo que podríamos llamar las categorías que organizan a la vez la conciencia empírica de cierto grupo social y el uni verso imaginario creado por el escritor. 2. La experiencia de un solo individuo es demasiado breve y, limitada para poder crear una estructura mental como ésa, 13