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Síntesis de la historia crítica de la economía argentina PDF

75 Pages·1979·9.617 MB·Spanish
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\ HACHETTI SÍNTESIS DE LA HISTORIA CRÍTICA DE LA ECONOMÍA ARGENTINA ROGELIO FRIGERIO Síntesis de la Historia Crítica de la Economía Argentina (desde la conquista hasta nuestros días) HACHETTE Diseño de tapa: RUECO Y :MANFREDI Ilustraciones interior: HERMENEGILDO SABAT ADVERTENCIA Durante todo 1978 asumí diversos compromisos para dictar charlas y conferencias sobre temas de historia económica argen tina. Disponía de fichas dispersas, elaboradas para actividades semejantes o para usar como base de estudios teóricos. Me pareció I.S.B.N ~: 950-006-046-9 conveniente completar y actualizar ese material y desarrollarlo Segunda Edición: Febrero de 1983 en un apunte que me facilitara la preparación de las exposi ciones orales. Así ·surgió el presente trabajo, como un simple apunte no destinado a su publicación; como una cantera de la cual podría extraer datos y reflexiones ya formulados. Ello explica algunas su puestas arbitrariedades de redacción en cuanto a la extensión y ordenamiento de determinadas cuestiones. Y ex plica (esto quiero dejarlo bien en claro) que la información histórica haya sido tomada de la bibliografía corriente sobre el tema; no pretendo originalidad en la investigación de he chos, documentación y datos. Pienso, sí, que pueden tener esa pretensión la metodología y la interpretación histórica que se incluyen en este apunte, y que son fruto de una preocupación teórica largamente decan tada. Ello es lo rescatable, si es que este trabajo tiene algún © by Librería Hachette, 1979 valor. Los elementos fácticos, ordenados conforme al hilo con ductor del pensamiento, pueden ser de interés adicional. Fueron diversas las razones que me decidieron a modificar mi criterio original y a publicar estos apuntes con apenas unas pocas modificaciones. Algunas de las conferencias, como la que pronuncié en el Colegio de Graduados_ de Ciencias Econó micas de Rosario, tuvie~on difusión periodística y motivaron que recibiera muc;;hos pedidos del texto completo. No pude satisfacerlos porque mi exposición no había sido grabada to· talmente, pero sirvieron para confirmar un interés sobre el Hecho el depósito que· marca la ley 11.723 Impreso en la Argentina - Printed in Argentina 7 tema que yo ya intuía. Por lo demás, era evidente que si debí tomarme el trabajo de preparar el apunte, fue porque ese material no estaba disponible, ni para quienes compaiten nues tras ideas ni para quienes quieren conocerlas, estudiarlas y aun criticarlas. No hay a mi juicio una síntesis de la historia económica argentina elaborada con el criterio de servir como herramienta teórica para el proceso de desarrollo y de cons trucción de la Nación. De ese modo, llegué a la alternativa de publicar estas pá ·ginas o elaborar un nuevo trabajo. En favor de lo primero INTRODUCCIÓN pensé que en la bibliografía existente puede encontrarse ma terial fáctico· fiable. A los fines que me proponía resultaba innecesaria una investigación directa en las fuentes. Quedaba entonces la posibilidad de reelaborar ·el texto, pero ello no habría agregado nada sustancial y, por el escaso tiempo de que dispongo, la publicación se habría demorado demasiado. Mis úl timas dudas las venció la ·confianza en la benevolencia del lector. A ella me someto. R. F. 8 El estudio de la historia económica argentina, y con secuentemente de las escuelas y corrientes ideológicas, tiene un alto interés científico. Pero trasciende lo acadé mico, lo puramente teórico, para adquirir una gran im portancia práctica. En una circunstancia crucial de la vida de la Nación, donde la crisis alcanza niveles dramá ticos y donde todos se interrogan sobre cómo superarla, este análisis de nuestro pasado no sólo es conveniente sino indispensable para encontrar respuestas; y lo es para elaborar soluciones que afirmen nuestra condición na cional, para sortear los obstáculos que se oponen a nues tro desarrollo y para encontrar los caminos que conducen a él. Esa consideración ya está indicando qué tipo de la bor historiográfica debemos realizar y qué metodologías son necesarias. Por cierto, no estamos ante una tarea limi tada a reseñar una serie de hechos sin conexiones ni sen tido; ni estamos ante una actividad intelectual meramen te especulativa, que divague con mayor o menor ingenio sobre diversos acontecimientos y no extraiga conclusio nes útiles para la práctica de realizar plenament_e la Na ción. Nuestro propósito es hacer una historia crítica. Pe ro crítica no sólo en el sentido convencional de buscar los hechos verdaderos ba;o los dichos o documentos que los deforman, sino en el de encontrarles a esos hechos un hilo conductor. Historia crítica en el sentido de tejer un cañamazo con los acontecimientos fundamentales a fin 11 de que luego sea fácil ubicar las hebras dando forma y Nación no se desarro11a? ¿Cuál es el rol del Estado? color a nuestra realidad, haciéndola comprensible y viva, ¿Está encerrado en la opción de sustituir con desventaja y haciéndola una base para elaborar nuevas respuestas la actividad privada o de ser neutral? ¿O puede estimu teóricas, cada vez más atinadas y cada vez más operantes lar la actividad privada sin dejar librado a su esponta para actuar sobre los nuevos hechos y las nuevas situa neidad el proceso económico, es decir orientándolo ciones. conscientemente conforme a las prioridades del desarro Nuestra preocupación por elaborar ese tipo de his llo nacional? toria no persigue una jactancia teórica. Sin un~m:ía El planteo de esos interrogantes y cuestiones no. es na~iº11ªLvo hay lucha nacional, no .h ay posibilidad de un ejercicio intelectual ocioso. Es la clave de la realiza disipar las confusiones y desarmar las trampas que tien ción de las grandes metas nacionales. A ello debe ser de permanentemente el· factor contrario a la Nación. Sin vir la teoría económica y la historia económica como ele ella no hay posibilidad de plantear con claridad las cues mentos interdependientes dentro de la ciencia, como tiones fundamentales y darles solución. No es posible elementos ·que se nutren mutuamente y nutren fa lucha interrogarnos sobre qué nos hace fuertes y qué nos de nacional. bilita. ¿Nos hace fuerte el librecambio o, como se dice Del sólo enunciado de los interrogantes y cuestiones ahora, la apertura de la economía? ¿O nos hace débiles? se hace evidente lo complicado del problema, tanto por ¿El desarrollo debe encararse en función de consolidar sus dificultades intrínsecas como por la trama de inte el mercado interno o debemos acentuar la integración reses que lo oscurecen y perturban. Esa dificultad lejos de nuestro aparato productivo a los mecanismos trasna de alejarnos de la ciencia nos acerca, o debe acercamos. cionales despreocupándonos de proteger a nuestros pro Precisamente por esa interferencia de intereses humanos ductores? ¿Podemos afirmar la Nación promoviendo las y sociales la ciencia económica se define como ciencia exportaciones en condiciones de deterioro de la relación ;acial v se diferencia de las ciencias naturales. Estas úl de intercambio? ¿La producción agraria es suficiente pa timas,' aunque no están libres del conflicto entre la /apa ra· satisfacer las necesidades de la comunidad? ¿Es posible riencia y la esencia de los fenómenos que es comun a la expansión del agro sin la industrialización, sin el mar toda ciencia, están exentas de ese factor perturbador. Pe co del desarrollo? ¿El problema del agro es la propiedad ro la economía asume su condición científica a partir de la tierra, es remover formas jurídicas feudales o es de que puede abordarlo, como pueden abordarlo en ge extender el desarrollo a todo el universo de los sectores neral las ciencias sociales con un método que les es productivos? ¿Es posible rechazar las inversiones extran propw. . . · .. jeras o hay que admitirlas? ¿En qué sectores productivos La ciencia económica debe comenzar por defimr su las inversiones nacionales o extranjeras son conducentes 1; Jo: objeto: producción y la d~stri~i~ción de bienes. E/s para el cambio de la estructura productiva? ¿Es priori decir, debe orientarse en la dlieccwn que le dieron los 7la tario desarrollar las industrias básicas? ¿La integración sicos, de estudiar los fenómenos desde un punto de vista nacional es previa a la integración regional? ¿Las regio objetivo y despojarse de todo el subjetivismo que le in nes interiores, las provincias, pueden desarrollarse si la ficionaron escuelas posteriores con el resultado de es- 12 13 ) sobrevivir a la competencia con las fábricas de Inglaterra, tancarla y confundfrla. A partir del estudio de los pro país que ya había realizado la revolución industrial. Des cesos de producción y distribución podrá despojarse de de el momento en que nuestras clases dirigentes adopta todo el. psicologismo marginalista o keynesiano, podrá ron el librecambio no existía voluntad humana que pu descu.bnr y formular leyes objetivas y podrá dar directi diese evitar las consecuencias devastadoras y aletargadoras vas ciertas a la política económica como herramienta de para nuestra industria de la importación de bienes ela realización de los fines del Estado nacional. borados en un país cuya estructura productiva permitía El método para abordar esos procesos, partiendo de elevar la productividad del trabajo al máximo nivel de la la observación, consiste en aislar mediante la ·abstracción época. Pero a la vez el conocimiento de esas leyes permite lo esencial. de lo a~cesorio; en determinar las regularida concluir que era conveniente una política proteccionista, des, conex10n~s e. mte~~ependencias de l~s fenómenos y como la adoptada por Estados U nidos que, partiendo de co1? ese matenal identihcar las leyes economicas. La cau un~ situación semejante a la de nuestro país, en virtud de s~lida.d en l~ cienc~a. económica, como en general en las l~ mdustrialización se convirtió en la primera superpoten ciencias sociales, difiere de la que es propia de la física. cia del mundo. Y el conocimiento de esas. leves también En la econ~mfa n~ ~ay una ley como la de gravedad, que hace posible advertir cuáles eran los límites ·del camino n.o puede smo venhcarse en la totalidad de los casos par empr·e;ndido por la Argentina al especializarse en la pro ticulares. Pero en la economía, dentro del marco histo ducc10n de carne y granos: la fuente del valor de los bie rie.o que la condiciona (es también una ciencia histórica), nes, o de la riqueza de las naciones, para decirlo con pala existen esas regularidades, .a un cuando de un modo es bras de Adam Smith, es el trabajo humano; v en conse tadísti~o o ~endenciaI. Puede ocurrir que entre los em cuencia una economía que exporta productos con poco presanos exista una rara avis que opere en función del valor agre~ado y l~s importa con mucho valor agregado goce estético que le suscita la producción o de otros no puede smo termmar empobreciéndose. Así tuvimos cre motivos especiales; no obstante, la ley de maximización cientes riquezas mientras no alcanzamos los límites de la de los. ~eneticios regi~á ineluctablemente el conjunto de explotación agraria intensiva y mientras funcionaba acep la actividad empresana dentro del capitalismo. Y así co tablemente el sistema clásico de la división internacional mo las leyes económicas son tendenciales son también del trabajo. P~ro el brill? ostentad~ con orgullo en tiempos objetivas, esto es, se verifican en la realidad con indepen del Centena:w sen1a ehmero. Segun Alejandro Bunge, ya ?encia ?e la voluntad humana; voluntad que no puede en 1908 habiamos alcanzado el cenit de nuestro progreso mterfenr ante el hecho de que tal causa producirá tal y la curva había comenzado su fase descendente. efecto. Pero son leyes cuyo conocimiento es indispen Esos ejemplos nos llevan sin mucho esfuerzo a otro as sable para 9ue esa. volunta~ ni se frustre navegando con pecto metodológico, que distingue cantidad de calidad· tra .la comente. m qi~<;de merme, esto es, para que sea que distingue el significado de un crecimiento cuantitativ~ po.sible una onentac10n consciente del proceso econó dado conforme esté ubicado en esta o aquella estructura mico. productiva. Así,_ un crecimiento cuantitativamente impor El conocimiento de esas leyes permite comprender tante, como el de la Argentina\ en las últimas décadas del .q ue la manufactura argentina del siglo pasado no podía 15 14 siglo pasado y primera del actual, si se asienta en una es Otra conclusión que importa extraer de ese razona tructura de base primaria tiene distintas perspectivas que miento se refiere al uso de las matemáticas v de la otro de magnitud equivalente asentado sobre una estruc estadística. A partir de que la economía es una· ciencia tura integrada de base industrial, como la que fue mo social, y de esa distinción entre cantidad y calidad, es delando Estados U nidos mientras nosotros nos especia fácil distinguirla de otras ciencias en cuanto al uso de lizábamos en producir carnes y granos. las matemáticas. Importa decirlo porque el cuantitati Ello, además de su utilidad general pa·ra la historia y visrno y la difusión de los modelos matemáticos han . la teoría económica, nos llevó, hace ya bastante tiempo, causado grandes confusiones. Hay quienes pretenden a desechar la caracterización del subdesarrollo en tér adoptar un aire Hcientífico" con el empleo de esos mode minos cuantitativos. A los economistas rutinarios, para los y no hacen sino alejarse de la realidad, del objeto de los cuales un país es subdesarrollado ~i sus indicadores la ciencia. Las matemáticas son útiles pero a partir de una cuantitativos (por ejemplo el ingreso por habitante) es correcta conceptualización de los problemas. Podría abun tán debajo de un determinado nivel y ·no lo es si lo su dar en ejemplos capaces de abarcar las cuestiones más peran, les respondimos que ése no era el problema. Les generales y más particulares, pero es útil uno: ¿de qué respondimos que el rasgo esencial del subdesarrollo es sirve construir un modelo en base a la proyección de los la insuficiencia de su estructura productiva para generar datos que reflejan la actual estructura si el cambio de ésta, un crecimiento autosostenido con los resultados del co que es indispensable, va a invalidarlo completamente? mercio exterior; es decir, que lo determinante no era la Esto vale para la teoría y para la historia económica; cantidad sino la calidad. Les respondimos que, confor fa correcta conceptualización es previa al análisis y a la me al cuantitativismo, Kuwait era más desarrollado que verificaéión matemática v estadística de los fenómenos. Estados Un idos y les respondimos que era anticientítico Estas consideracion~s metodológicas presentan no decir que la Argentina era un país desarrollado o un país pocas dificultades en la práctica, tanto para su elabora intermedio o atípico, como muchos han sostenido sin ción como para el afinamiento en su aplicación al análisis ningún respaldo teórico; que la insuficiencia estructural v la explicación de la realidad. El puente con la realidad es ubicaba a nuestro país en la misma categoría que Ban posible trazarlo a partir de los objetivos políticos más gla Desh, pese a. la abismal diferencia de ingreso por ha generales e incuestionables; ese puente ensambla con la bitante. No lo hicimos ni por masoquismo nacional ni índole social de la ciencia económica, con el punto de por. suficiencia intelectual; lo hicimos porque de esa con partida (no, por cierto, neutral a la finalidad humana) des fusión surgía como consecuencia práctica la idea de que de el cual despliega su objetividad. A ese respecto puedo la Argentina podía resolver su crisis nacional con meras narrar una experiencia propia en la tarea de configurar el adiciones de producción dentro de los marcos estructu método, despojarlo de todo subjetivismo y hacerlo ope rales existentes; lo cual conduce a una prolongación in rante para obrar sobre la realidad argentina. Al elaborar la definida de la crisis, pues lo que necesitamos es el cambio concepción desarrollista de los problemas argentinos nos estructura!, cualitativo, o, para decirlo en otras palabras, proponíamos buscar un camino que nos consolidara co el pasaje del subdesarrollo al desarrollo. mo nación, y ello nos suscitaba no pocos interrogantes 16 17 sobre la situacíón concreta en que nos encontrábamos y nía el mismo sentido ser librecambista en 1810 que serlo sobre su "reflejo ideológico". en 1880 cuando el "centro" era Inglaterra y el libre ¿Qué nos hace más nación?, nos preguntábamos. ¿Sos cambism'o nos llevaba a especializarnos en la producción tener la bandera de YPF o extraer realmente el petróleo de carne v granos? del subsuelo y alcanzar el autoabastecimiento? ¿Cerrar Y así podremos ir analizando la actuación de los pro las puertas al capital extranjero que puede venir a pro ta aonistas v de las clases dirigentes. Roca, la estreila más ducir en aquellos sectores que necesitamos desarrollar o brillante de las últimas décadas del siglo x1x y una cerrar las puertas a la importación que viene a sustituir de las que más brillaron en toda la. centuria, afirma. la nuestra propia actividad? Así fuimos avanzando en un nación cuando le da una base matenal con la Conqmsta campo minado por la confusión ideológica, y las res del Desierto; y la afirma cuando suscribe tratados inter puestas a esos interrogantes nos permitieron archivar nacionales que aún hoy tienen vigencia y dan sustento toneladas de literatura "sagrada" que se venía reiteran a nuestros derechos. ¿Cumple, en cambio, el mismo rol do por décadas en el país. Así fuimos librando la lucha cuando d1ce que la industria es. "artificial:' y aplica el l~­ política y enfrentando las dificultades prácticas. Hoy, brecambio? ¿Cuál era el contexto mundial de esa dec~­ algunas de aquellas posiciones constituyen la parte ya sión de las clases dirigentes argentinas? ¿Estados Um no discutida de la doctrina nacional, pero nos interesa dos no aplicaba el proteccionismo? ¿No había ~ma es señalar el camino metodológico que es indispensable re cuela proteccionista en Alemania y en N orteaménca des correr para llegar a un mismo destino y hablar todos un de comienzos del siglo? ¿Qué resultados arrojó el pro mismo idioma. teccionismo en Alemania y en Estados U nidos en el si El estudio de la historia requiere ese método pa glo pasado y qué resultados arrojó el librecambio en la ra arrojar el resultado indicado al principio. Ese mé Argentina? todo le permite identificar el hilo conductor de nuestro En torno de la actitud de los núcleos dirigentes con devenir en el sentido de la realización nacional y le per vendría hacer una digresión o, con más exactitud, consi mite desechar todo lo adjetivo, todo lo que confunde. deraciones que no son inconducentes a los fines del aná Con ese método, es posible ir poniendo en blanco y ne lisis. El librecambismo del siglo pasado fue un error, gro los hechos históricos que obraron en favor de nues sefiafado por un núcleo destacado de dirigentes protec tra consolidación como nación y los que obraron en con cionistas contemporáneos (Lópcz, Pellegrini y Hernández tra. A la inversa, el examen de la realidad histórica entre otros). No sé si podría usarse la figura que usan los atina el empleo del método e ilumina la realidad ac jmistas del error excusable, pero había por lo menos un tual, lo retroalimenta. contexto menos claro que en el siglo xx y por lo demás También nuestro pasado es susceptible de sugerir el clima de prosperidad no era propicio para la re~le~ión preguntas claves. ¿El librecambio preconizado por Bel crítica. En 1930 la situación era radicalmente distmta, grano y Moren o en las vísperas de 181 O, cuando el mo cuando se presentó una nueva opción; ya se había produ nopolio español bloqueaba el desarroilo de las fuerzas cido la quiebra del sistema de la división internacional productivas, era favorable o no al proceso nacional? ¿Te- del trabajo y las advertencias de un Bunge o de un Co- 18 19

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