Description:Las garras de la noche, enguantadas en un negro adusto, sin el menor adorno de destellos verdosos en aquella región, tenían aprisionada a la redonda casita del Valle de las Plantas Carnívoras, que ni se veía ni se presentía siquiera, tan rodeada estaba por la oscuridad.Las horas nocturnas, con densos brochazos de tinieblas, habían empleado sus minutos en borrar la casita y en borrar el paisaje, y todo, como acurrucado temeroso, no era más que una mancha negra, espesa, maciza casi. El característico aroma de las voraces plantas del valle se percibía con no sé qué misterioso temblor en los efluvios. Era como si el olor y la oscuridad tuvieran relación. O como si el blanco inmaculado de las engañosas flores, en un desesperado esfuerzo para sacudirse el peso de la negrura, diera toda la potencia a sus perfumados pétalos.