Description:El agente nocturno dejaba oír sus pasos sobre la acera de la calle desierta. Su silueta, al juego de las pocas luces que allí había, se agrandaba o achicaba, tomando extensiones desproporcionadas, gigantescas, para después reducirse, como si la sombra correspondiese a la de un pigmeo. Hacía frío. Un viento helado llegaba del río, disfrazado de bruma, densificando la atmósfera y dejando un trazo de humedad por donde pasaba. Robert Cone estaba acostumbrado a aquellas rondas nocturnas; pero, a pesar del hábito, experimentaba la desagradable sensación de tener toda la noche por delante, en absoluta soledad, sólo con sus ideas y sin poder echarse a coleto un buen vaso de «whisky». Sólo una vez cada hora, cuando llegaba al extremo de la avenida, solía encontrar a Pryor, el agente del otro sector que, en realidad, le esperaba para fumar un cigarrillo juntos y permanecer, en animada charla, el corto tiempo que les era permitido estar juntos: tres minutos.