Description:La miró con los ojos entrecerrados, mientras ella avanzaba entre las mesas. Era bella, atrayéndole su forma de andar, el modo de mover sus caderas. Su talle formaba una línea ondulante, movediza, atrayente. Donald Maxwell dejó escapar un imperceptible suspiro y se levantó. Como siempre, era incapaz de resistir a unos encantos femeninos. Audazmente se colocó delante de la joven, mirándola a los ojos, verdes y atrayentes. —Es un placer conocer a una beldad como usted. —Donald se inclinó ligeramente—. ¡Confío que no estará usted acompañada! —Pues sí, estoy acompañada. —Me causa una terrible desolación. ¿Quién es el afortunado mortal?