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Ser Y Participación Estudio Sobre La 4a Vía De Santo Tomás PDF

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Angel Luis González Ser y participación " Estudio sobre la cuarta vía de Tomás de Aquino €UNSA SER Y PARTICIPACION ESTUDIO SOBRE LA CUARTA VIA DE TOMAS DE AQUINO ANGEL LUIS GONZALEZ SER Y PARTICIPACION ESTUDIO SOBRE LA CUARTA VIA DE TOMAS DE AQUINO EDICIONES UNIVERSIDAD DE NA VA RRA, S. A. PAMPLONA, 1979 INDICE GENERAL PAGINA Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 CAPÍTULO I LAS DIVERSAS FORMULACIONES DE LA CUARTA VIA EN LAS OBRAS DE STO. TOMAS 19 A. La cuarta vía en el Comentarlo a las Sentencias . . . . . . 22 B. La cuarta vía en la Bumma contra gentiles ... 39 C. La cuarta vía en el Oompendium Theologiae y el De spiritualibus creaturis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 46 D. La cuarta vía en la Bumma Theologiae . . . . . . . . . . . . . . . 48 E. Nuestra prueba en la Quaestio disputata De Potent ia . . . 52 F. Estudio especial de Super evangelium B. Ioannis lec- tura, prologus . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57 G. La cuarta vía en las últimas obras de Sto. Tomás. Su tratamiento en In Bymbolum Apostolorum exposit.io y en De Bubstantiis separatis . . . . . . . . . 62 H. Consideraciones finales sobre iSOS textos . . . . . . 66 CAPÍTULO II LA JERARQUIA ONTOLOGICA DE LOS SERES Y EL PUNTO DE PARTIDA DE LA CUARTA VIA 69 CAPÍTULO III LA PERFECCION DEL SER 87 A. El esse tomista y la superación del orden formal 87 7 PAGINA B. Resolución de la dificultad teorética del paso de los grados al maximum . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110 De Potentia, q. 3, a. 5 . . . . . . . . . . . . 122 a) La ratio Platonis . . . . . . . . . 126 b) La probatio Philosophi . . . . . . . . . . . . . . . . . . 130 e) La ratio A vicennae . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132 CAPÍTULO IV EL ESSE SEPARADO 143 A. La armonía entre Platón y Aristóteles: identidad del Esse Subsistens y el Acto Puro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 145 B. Resolución del paso del maximum al principium et causa 160 a) El primero en algún género . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162 b) La primacía causal del primero en un género . . . 165 CAPÍTULO V ESSE Y P ARTICIPACION 173 A. La existencia de los entes por participación 177 Unidad y multiplicidad del recorrido metafísico hacia Dios ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... ... 196 B. Dios como causa totius esse . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205 Cuarta vía, dialéctica y analogía . . . . . . 226 Indíce bibliográfico 245 Indíce de textos de Santo Tomás citados 255 8 INTRODUCCION Entre los autores que escriben algo, por poco que sea, sobre las cinco vías de Tomás de Aquino para de mostrar la existencia de Dios, se ha hecho ya costumbre comenzar afirmando que pretender decir algo nuevo so bre ellas a estas alturas es verdaderamente pretencioso, dada efectivamente la inmensa bibliografía que existe so bre el tema, que, por otra parte, contrasta con la brevedad del artículo de la Summa Theologiae (I, q. 2, a. 3), en el que Santo Tomás desarrolla ese quíntuple recorrido me tafísico del hombre hacia Dios. Pero acontece que se tra ta de un artículo cuya profundidad inagotable nadie pone en duda; su virtualidad es tan grande que partida rios y adversarios siempre encuentran y encontrarán mo tivos de exploración; unos para justificar o fundamen tar los principios que se encuentran en la raíz de esas vías o caminos para remontarse hasta Dios, y otros para señalar una pretendida falta de fundamentación o falsía de dichos argumentos. La verdad es que el tema puede ser retrotraído a otro anterior, cual es la misma existencia de Dios, cuya cen tralidad para el hombre ha llevado a decir que el proble ma de Dios es el problema esencial del hombre esencial 1 • La investigación o exploración de la existencia de Dios es uno de los signos más claros de la vida intelectual. De hecho, históricamente, todos los filósofos han afrontado de un modo u otro el problema de Dios. No ha existido l. Cfr. FABRO, C., Dios. Introducción al problema teológico, Madrid 1961, p. 157. 9 ANGEL LUIS GONZALEZ un sólo filósofo que no haya escrito sobre Dios, incluso los que con sus principios filosóficos pretenden no de jarle lugar, desplazarle, negarle, decir que ha muerto, borrar su mismo nombre, etc. «Es una característica común a todas las doctrinas metafísicas, por muy divergentes que puedan ser, el estar de acuerdo en la necesidad de hallar la causa primera de lo que es. Llámese materia con Demócrito, Dios con Pla tón, Pensamiento de su Pensamiento con Aristóteles, Uno con Plotino, Ser con todos los filósofos cristianos, Ley Moral con Kant, Voluntad con Schopenhauer, o bien sea la Idea absoluta de Hegel, la Duración creadora de Berg son u otra cualquiera de las que podrían citarse, siempre el metafísico es un hombre que anda a la búsqueda, de trás y allende toda experiencia, de un fundamento últi mo para toda experiencia real y posible. Aún si restrin gimos nuestro campo de observación a la historia de la civilización occidental, es un hecho objetivo que los hom bres han ambicionado tal conocimiento por más de vein ticinco siglos y que, después de haber demostrado que no se debería buscarlo y de haberse comprometido a no bus carlo más, se han encontrado a sí mismos procurándolo de nuevo»2 • No puede ser de otra manera, pues en frase de Hegel, a la que tendremos ocasión de aludir de nuevo más ade lante, decir que no deba realizarse el recorrido del mun do a Dios, de lo finito a lo Infinito, es decir que no se de be pensar 3• Pero ese recorrido, o mejor, recorridos, están extraordinariamente realizados en ese artículo más arriba citado en que Tomás de Aquino expone cinco procedi mientos racionales para ascender hasta Dios, y que se han configurado como los argumentos a posteriori por antonomasia, de cuyo conocimiento no cabe prescindir a la hora de tratar filosóficamente la cognoscibilidad de 2. GrLSON, E., La unidad de la experiencia filosófica, Madrid 1973, pp. 347-348. 3. Cfr. HEGEL, G. W. F., Enzyklopadie der philosophischen Wissenschaf ten, parág. 50, ed. de F. Nicolin y O. Poggeler, Hamburgo 1969, p. 75. 10 SER Y PARTICIPACION Dios. Por ello el estudio y la investigación de las cinco vías tomistas es algo que nunca tendrá término: consi dero que nunca se dirá la última palabra sobre ellas. De ahí que, entre otras razones, se haya escogido un tema como el que ahora se presenta. Ha sido la cuarta entre todos los caminos que Santo Tomás expone para remontarnos hasta Dios la que más ha atormentado a muchos espíritus, la más debatida, y la que más interpretaciones ha tenido tanto por parte to mista como por parte antitomista 4 es algo que todos los : pensadores también recogen al tratar el tema. A pesar de la numerosa bibliografía que el estudio de esta vía ha suscitado, no disponíamos de un tratamiento completo que abordara todos los aspectos implicados en ella. Rea lizar este estudio unitario ha sido mi pretensión. Todo en la cuarta vía ha sido objeto de discusión; empezando por el nombre, mientras las restantes vías, con pequeñas variaciones de matiz, poseen una denomi nación en la que todo el mundo coincide, la unanimidad respecto al nombre mismo que deba adjudicársele a la cuarta vía, está lejos de ser alcanzada. Así, es llamada por algunos, argumento henológico (del griego, ~v, uno) nombre que tiene su fundamentación en que una misma perfección se encuentra en diversos sujetos; de la uni dad de una perfección común a diversos entes, proce diendo desde las cosas que encierran unidad y diversidad se alcanza el maxime unum. Otros prefieren la denomi nación de argumento climacológico (del griego xM¡.¡.cx.~: escala o grado), ya que la vía discurre en base a que una perfección se encuentra realizada en diversos sujetos en mayor o menor grado; esa dialéctica de los grados con duce a la existencia de la Perfección misma por esen cia. Para otros es el argumento de las participaciones, 4. GoNZÁLEZ ALVAREZ, A., Tratado de Metafísica. T. II: Teología natural, Madrid 1968, p. 260: «Ninguna vía tomista de la existencia de Dios ha sufrido la tortura de tantas interpretaciones diferentes como la que estamos examinando. Es, tal vez, porque la cuarta vía presenta un carácter marcadamente metafísico». 11 ANGEL LUIS GONZALEZ puesto que en la prueba el procedimiento argumentativo estriba nuclearmente en la doctrina tomista de la parti cipación. Y existen también muchos autores que consi deran esta prueba simplemente como argumento de emi nencia, pues se trata en ella de reconocer que las perfec ciones que se hallan en las cosas se encuentran en Dios de modo eminente. Hay quienes, a mi juicio más acerta damente, han proporcionado a esta vía la denominación de prueba por la limitación en la razón de ser puesto que los grados en el fondo, como veremos, son grados de ser, y el paso fundamental de la vía es el tránsito deJ ser de los entes al Ser Divino. Precisamente otra de las fórmulas -actualmente la más generalizada- con que se significa la cuarta vía tomista es prueba por los gra dos de ser. Hay que tener presente que los distintos nom bres no son una mera cuestión de gustos, sino que son resultado del distinto modo de argüir en el proceso y de sarrollo de la prueba, hasta el punto de que en ocasiones, cuando se leen por ejemplo dos interpretaciones distin tas, da la impresión de estar ante dos argumentaciones que poco tienen que ver entre sí. Si eso sucede con el nombre, puede uno hacerse idea de los problemas que se suscitan al reflexionar sobre los distintos modos en que Tomás de Aquino presenta la vía basada en las perfecciones de las cosas; el número de las formulaciones de esta prueba en los textos tomistas es muy grande tanto si se los considera en sí mismos co mo si se los compara con las formulaciones de las res tantes vías, de donde puede deducirse ya la importancia que Tomás concedía a esta prueba para demostrar la exis tencia de Dios. Lo cual no hace sino aumentar las per plejidades de muchos autores -y con ello tenemos otras interpretaciones-, desde negarle todo valor probatorio -así Van Steenberghen 5 Amor Ruibal 6 etc.- como , , 5. Cfr. VAN STEENBERGEN, F., Dieu caché, Lovaina 1966. 6. Cfr. AMOR RurBAL, A., Los problemas fundamentales de la filoso fía y del dogma, Madrid s. f. 12 SER Y PARTICIPACION concederle un valor meramente probable (Staab) 7 hasta , considerar que es la prueba preeminente a los ojos de Tomás de Aquino, y a la que se reducen las restantes vías (diversos autores, a los que tendremos ocasión de alu dir, pues es a esta postura a la que más se ha acercado la opinión que nos merece la argumentación tomista de los grados de perfección). El problema fundamental -y que con facilidad se comprueba que es el punto clave de donde arrancan las diversas y encontradas interpretaciones- se plantea por la simple comparación de los dos textos más importantes en que Santo Tomás enuncia la vía (Summa Theologiae, 1, q. 2, a. 3 y Contra Gentiles, 1, 13). Efectivamente, la prueba en Contra gentiles termina cuando se alcanza el maximum o perfección absoluta, respecto de la cual las perfecciones rastreadas en los entes del universo se dicen magis et minus; por el contrario, en Summa Theologiae la argumentación se continúa con el añadido de que ese maximum es principio y causa de todos los entes conte nidos bajo él. Este punto tendrá que ser tratado con es pecial detenimiento, puesto que, como advertimos, es lo que ha dado pie a las múltiples interpretaciones de la vía. Consecuencia de lo anterior es considerar si las dos «partes» de la vía son necesarias o sobra la segunda; si la primera parte se mueve en la línea ,d e la causalidad ejemplar y la segunda en la eficiente, o las dos son ejem plaristas 8 Problemas como la reducción de la vía al ar- • 7. Cfr. STAAB, Die Gottesbeweise in der Katholischen deutschen Literatur von 1850-1860, Paderborn 1910. 8. Aquí la lista de estudios sería interminable; remitimos al lugar correspondiente del trabajo en el que se alude a estos problemas. Unica mente citaremos a los más importantes a nuestro juicio: CHAMBAT, L., La «quarta vía» de S. Thomas, en «Revue Thomiste» 33 (1928), pp. 412-422; GENY, P., A propos des preuves thomistes de l'existence de Dieu, en «Revue de Philosophie» 31 (1924), pp. 575-600; BoNAMARTINI, V., La «quarta vía» de S. Tommaso d'Aquino, en «La Scuola Cattolica» 3 (1932), pp. 17-25. 13

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