Description:El bostezo fue largo. Los ojos tardaron en abrirse. Sentía que su cerebro estaba espeso como un vaso de leche al que hubieran añadido dos libras de azúcar. Sin embargo, sus labios no tenían una sensación dulce, sino todo lo contrario. Sin levantarse de la butaca, un sillón cómodo, de brazos amplios y mullidos, alzó las manos para frotarse el rostro con gesto mecánico. Sintió un contacto frío en sus mejillas y abrió los ojos súbitamente. En la lujosa habitación imperaba un silencio total, absoluto. Lejano, muy lejano, se podía escuchar rumor de circulación, un tubo de escape abierto, un claxon llamando la atención de alguien, un silbato; pero… ¿qué era aquello que tenía en la mano, aquello que había tocado su rostro?