En esta nueva entrega, Orfeo, un lector casi tan bueno como Mo o Meggie, llevará a Dedo Polvoriento al Mundo de Tinta, tras diez años fuera de casa, pero no permite a Farid acompañarle en su viaje. Después, el libro cae en manos de Basta y Mortola. Farid corre a casa de Elinor, donde ahora viven también Darius, Meggie y sus padres, para contárselo y rogarle a la niña que lo transporte también a él al Mundo de Tinta para prevenir a Dedo Polvoriento. Pero Meggie decide acompañarle, dejando a sus padres solos.