Description:Peggy se quedó muy quieta mientras las ruedas del automóvil que venían salpicando agua en aquel atardecer lluvioso pasaban por encima de la cara que había quedado en el suelo, sobre el asfalto, mirando aquel cielo nublado que no cesaba de verter miríadas y miríadas de gotas de lluvia, mansas y sin furia, como sin esperanza. Fue una sensación desagradable ver como la pequeña cara era aplastada con indiferencia y el automóvil se alejaba luego escupiendo agua casi con arrogancia mientras las escobillas de sus limpiaparabrisas barrían monótonamente el cristal, llevándose las gotitas de lluvia en busca de una transparencia que apenas duraba un segundo. Peggy miró alrededor. No vio a ninguna niña llorando, nadie lamentaba lo sucedido. Bajo su paraguas de nylon rojo, la muchacha observó como la carita aplastada de la muñeca volvía a hincharse y recuperaba en parte su aspecto original, hasta que llegara otro coche y volviera a alcanzarla con sus ruedas.