Como prisionero en la arena, mi mayor batalla no será por mi vida.
Será para el corazón de una mujer.
Una vez que olí a la humana, ella era mía.
Cada parte de mí tenía hambre de ella.
Tocar.
Probar.
Tomar.
Pero ella pertenece a mi enemigo.
Reclamarla me costará.
Puedo sacrificar todo.
Mi venganza.
Mi vida.
Mi alma.