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Robert Ambelain PDF

289 Pages·2008·1.6 MB·Spanish
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1 Robert Ambelain Jesús o el secreto mortal de los templarios Colección Enigmas del Cristianismo Ediciones Martínez Roca, S.A. Título original: Jesús ou le mortel secret des Templiers, publicado por Éditions Robert Laffont, París 2 © 1970, Éditions Robert Laffont © 1982, Ediciones Martínez Roca Gran Vía, 774, 7.°, Barcelona -13 ISBN 84-270-0727-2 Depósito legal: B. 11280-1985 Impreso por Diagráfic, Constitució 19, 08014 Barcelona Impreso en España — Printed in Spain 3 Índice Advertencia...................................................................................7 1.- Introducción..........................................................................10 2.- Las piezas del expediente......................................................19 3.- La pseudo anunciación..........................................................32 4.- Las diversas fechas de nacimiento de Jesús..........................40 5.- Los hermanos de Jesús..........................................................49 6.- El hermano gemelo de Jesús.................................................55 7.- Las claves del enigma...........................................................64 8.- El nido de águilas: Gamala....................................................84 9.- Para dar el cambiazo: Nazaret...............................................91 10.- El misterioso José y la Sagrada Familia..............................96 11.- Los años oscuros de Jesús.................................................106 12.- Jesús entre los doctores.....................................................114 13.- Juan, el Precursor y el Bautista.........................................117 14.- La magia en la vida de Jesús.............................................129 15.-El Rey de los Judíos...........................................................142 16.- El diezmo mesianista.........................................................150 17.- La huida a Fenicia.............................................................170 18.- Los enigmas del último día...............................................177 19.- El acta de acusación de Jesús............................................184 20.- La maldición sobre Jerusalén............................................197 21.- La ejecución de Jesús........................................................205 22.- La pseudo resurrección.....................................................223 23.- Apariciones y Ascensión de Jesús.....................................239 24.- La Redención....................................................................247 25.- La ejecución de Judas........................................................253 26.- Jesús y las mujeres............................................................268 27.- Epílogo: La hoguera..........................................................282 4 Los defensores de la historicidad de Jesús deben considerar se- riamente la importancia de su posición... Corren el riesgo de sos- tener los títulos históricos de una personalidad que puede resultar ser completamente diferente a aquella que imaginaban cuando emprendieron su defensa. A.SCHWEITZER, doctor en teología, antiguo pastor, director del hospital de Lambaréne premio Nobel de la Paz en 1952, en Recherches sur 1'hisloricité de Jesús.) 5 NOMBRES ADAPTADOS Y NOMBRES HEBREOS EN EL NUEVO TES- TAMENTO Nombre adaptado Nombre hebreo Significado Adonis Adón Señor Ananías Hanania Dios le es propicio Anas Hanna Favorecido(a) por Dios Bartolomé Bar-Talmai Hijo de Talmai Bernabé Bar-Nabi Hijo del Vidente Caifas Kaiapha Adivino Cefas Kepha Roca Cleofás Kalpai Toda gloria Elias Eliyahu Yahvé es mi Dios Elisabeth-Isabel Elischeba La que jurapor Él (Dios) Gabriel Geber-El Héroe de Dios Gamaliel Garniiel Aquel al que Él (Dios) re tribuye Iscariote Ish-sikarioth Criminal Juan lóhanan Favorito de Yahvé Juan Bautista lóhanan-bar-Zekarya Juan hijo de Zacarías Juan el Evangelista lóhanan-bar-Zebadya Juan hijo de Zebedeo Jesús leschua Salvador Joaquín Ichoyakim Dios es su ayuda José lossef Añadido por Dios Judas oJudá lehuda Celoso de Dios Lázaro Eleazar Aquel al que 1-1 (Dios) asiste Le vi Levi Adhesión Magdalena Magdalaenne La que es de Magdala María Myrhiam Bien criada (o Princesa) Marta Tamar Palma Mateo Matathiah Don de Dios Menahem Menahem Consolador Salomé Salome Feliz Santiago laakob Suplantador Saúl Schaul Solicitado Simón Shimcon Que escucha y obedece Simón Bar Joná Shiméon barjona Simón el fuera de la ley Susana Schoschanna Lis Tadeo Thaddai Adulador Tomás Taóma Gemelo Zacarías Zekarya Memoria de Dios Zaqueo Zakkai Aquel del que Dios se acuerda Zebedeo Zabdai Servidor de Dios 6 Advertencia La hipótesis de que Jesús era hijo de Judas el Galileo (Hechos, 5, 37), alias Judas de Gamala, o Judas el Gaulanita, el héroe judío de la revolución del Censo, no es nueva. Ya resultaba molesta en los prime- ros siglos del cristianismo, y esto se observa en Lucas, quien al redac- tar los Hechos lo sitúa después de Teudas, otro rebelde que se sublevó entre los años 44 y 47 de nuestra era, mientras que Judas de Gamala lo hizo en el año 6. Y aún sigue molestando, ya que los historiadores racionalistas que quieren hacer de Jesús un mito solar se guardan bien de citarla. Ernest Renán, en su Vida de Jesús, publicada en 1863, hace una vaga alusión a ella, porque ya había tomado partido: quería un Jesús idílico y al estilo de Jean-Jacques Rousseau. De hecho, fue Daniel Massé quien, a partir de 1920, y a lo largo de un cuarto de siglo, en cuatro obras con- sagradas a este tema, defendió valientemente la citada teoría. Por des- gracia, no supo fijarse unos límites precisos, y sus imprudentes extra- polaciones han sido utilizadas por sus adversarios. Historiadores cató- licos y protestantes ignoraron voluntariamente su obra, y Daniel-Rops se guarda bien de citarlo entre aquellos que gozaron del favor de sus réplicas. Y todavía hay más: en los mapas geográficos que acompañan a ve- ces los trabajos de los historiadores católicos o protestantes, las diver- sas localidades situadas a orillas del lago Genezaret aparecen todas ellas mencionadas: Cafamaúm, Tiberíades, Magdala, Tari-quea, Hip- pos, Kursi, Betsaida. Todas, salvo una: ¡Gamala! A partir de los tra- bajos de Daniel Massé, la ciudad zelota, la «ciudad de los Puros», el nido de águilas desde donde un día descendió Judas el Gaulanita, el verdadero «nazaret» donde nació Jesús-bar-Juda, Gamala, ha desapa- recido de los mapas geográficos. Para situarla, hay que consultar los mapas anteriores. El autor del presente estudio, por consiguiente, no pretende en es- 7 tas páginas una hipótesis original y nueva, dado que los exegetas aus- tríacos y alemanes de mediados del siglo xix no la ignoraron. Su único mérito radica en haber descubierto la prueba de dicha identidad de Jesús, llamado «de Nazaret», e hijo, en realidad, de Judas el Galileo. Esta prueba es muy sencilla: consiste en un simple silogismo. Sólo que había que reunir y ordenar sus premisas. Sobre ello versará la presente obra. Todavía queda por precisar un último punto. En el estudio del cristia- nismo y de sus orígenes, podemos considerar tres corrientes: a) la corriente sobrenaturalista, que agrupa a los fieles de las di- versas Iglesias que creen en un Jesús «hijo de Dios», muerto, resucita- do y que después subió a los cielos; b) la corriente naturalista, que agrupa a los partidarios de un Jesús humano a más no poder, jefe de un movimiento político anti-rromano (los zelotas), o bien un simple místico de tipo más o menos eseniano; c) la corriente mítica, que agrupa a los partidarios de un Jesús to- talmente imaginario, cuya leyenda se ha ido elaborando poco a poco, mezclando tradiciones que pertenecían a doctrinas diversas, y fun- diendo elementos históricos que correspondían a diversos personajes llamados Jesús. Nuestro estudio debe clasificarse, evidentemente, dentro de la se- gunda categoría. Y la principal de nuestras razones es la siguiente: En el Dictionnaire rabbinique de Sander (París, 1859), encontra- mos, al final, un estudio biográfico consagrado a aquellos a los que la tradición judía considera los «príncipes de la Tora». Y sobíe el gran Gamaliel, citado en los Hechos, podemos leer: «Rabban Gamaliel I, llamado el Anciano, nieto del gran Hillel, su- cedió a su padre, Simeón, en la calidad de Naci. »Fue el primero que adoptó el título de rabban, título que llevaron después de él sus descendientes y sucesores hasta Gamaliel III, hijo del rabban lehuda-el-Naci. Sostuvo frecuentes relaciones con los gene- rales y los miembros del Gobierno romano. »Fue bajo su presidencia cuando Samuel, apodado el Pequeño o el Joven, compuso la fórmula de oración contra los apóstalas y los trai- dores, fórmula que fue aceptada y conservada en la liturgia. Según diversos cronistas, Rabbi Gamaliel murió dieciocho años antes de la destrucción de Jerusalén por los romanos. "Con él, nos dice la Mischna, se han apagado la gloria de la Tora, la pureza y la austeridad de la vida religiosa."» (Sota, cap. IX, 15.) En otro lugar, el mismo estudio nos revela que Samuel el Pequeño, o el Joven (llamado así para diferenciarlo del profeta de dicho nom- bre), murió antes que Gamaliel. Recapitulemos, pues: 8 — Jerusalén fue destruida por los romanos en el año 70 — Gamaliel I murió dieciocho años antes, o sea en el 52 — Samuel el Joven murió antes que Gamaliel I, o sea que, todo lo más tarde, en el ………. 51 — Fue él quien compuso la fórmula de la oración contra los apóstatas y los traidores, es decir, que todo lo más tarde tendría que haber sido en el …… 50 ¿Quiénes eran esos apóstatas? Evidentemente, aquellos que ha bí- an apostatado de la ley de Moisés y abandonado las prácticas religio- sas judías, en una palabra, aquellos a quienes se les conocía ya, desde el año 40, en Antioquía, como cristianos. Nos parece muy extraño que el Sanedrín esperara diez años (hasta el 50) para aplicar sanciones litúrgicas contra esos apóstatas. Por lo tanto, habría que situar dicha medida entre los años 40 y 50. Pues bien, si entre los años 40 y 50 el judaismo sancionaba a los discípulos de un cierto Jesús, que habría sido crucificado en el año 34, o sea, pocos años antes de dichas sanciones, sería muy difícil admitir que el tal Jesús no hubiera existido. En fin, consideramos inútil subrayar el hecho de que el rigor de su vida religiosa excluye de antemano la veracidad del pseudo evangelio llamado «de Gamaliel», y la posibilidad de que el nieto del gran Hillel acabara por convertirse al cristianismo. 9 1.- Introducción «El silencio es el arma más poderosa del MAL...» MAURICE MAGRE, Le Sang de Toulouse Fecha: 21 de octubre de 1307. Una ventana ojival, estrecha y alta, apenas permite la entrada de la luz del día. Nos hallamos en una am- plia sala abovedada del viejo Louvre de Felipe Augusto, que el humo de las antorchas murales oscurece todavía un poco más. Tras una mesa de tosca madera, unos hombres, vestidos con pesados ropajes, con los rostros tensos y crispados por el odio, los «legistas» de Felipe IV el Hermoso, escuchan la voz baja y triste que se eleva desde un bulto de ropas mugrientas y manchadas de sangre, desplomado delante de ellos. Detrás, unos carceleros revestidos de cuero y mallas, con rostro impasible, curtido por las campañas. El hombre que habla es un tem- plario. Se llama Godofredo de Charnay, y fue comendador de Nor- mandía. Hoy, después de haber sido «trabajado» duramente durante varios días por los verdugos del Palacio, cuenta las circunstancias de su admisión en la Orden del Temple, y toda su juventud, apasionada por las hazañas guerreras a caballo y por las carreras marítimas bajo el espléndido sol mediterráneo, acude ahora a su memoria... Sin duda, y a pesar del atroz sufrimiento que le causan sus piernas, que los verdugos han ido untando lentamente, durante horas, con acei- te hirviendo, ha negado tenazmente su homosexualidad, una de las primeras acusaciones que se le hacían. Sin duda ha afirmado que igno- 10

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Robert Ambelain. Jesús o el secreto mortal de los importancia de su ocupación por orden de Pilatos: un tribuno, seis- cientos soldados de élite,
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